Genesis 10 Libro del Pueblo de Dios (Levoratti y Trusso, 1990) | 32 versitos |
1 Los descendientes de los tres hijos de Noé, Sem, Cam y Jafet -que tuvieron hijos después del Diluvio- fueron los siguientes:
2 Los hijos de Jafet fueron Gómer, Magog, Madai, Javán, Tubal, Mésec y Tirás.
3 Los hijos de Gómer fueron Asquenaz, Rifat y Togarmá.
4 Los hijos de Javán fueron Elisá, Tarsis, los Quitím y los Rodaním.
5 Estos fueron los hijos de Jafet, y a partir de ellos, se expandieron las naciones marítimas por sus respectivos territorios, cada una con su lengua, sus clanes y sus nacionalidades.
6 Los hijos de Cam fueron Cus, Misraim, Put y Canaán.
7 Los hijos de Cus fueron Sebá, Javilá, Sabtá, Ramá y Sabtecá. Los hijos de Ramá fueron Sebá y Dedán.
8 Cus fue padre de Nemrod, que llegó a ser el primer guerrero sobre la tierra.
9 El fue un valiente cazador delante del Señor. Por eso se dice: "Valiente cazador delante del Señor como Nemrod".
10 Babilonia, Erec y Acad -todas ellas están en la región de Senaar- fueron el núcleo inicial de su reino.
11 De esa región salió para Asur, y edificó Nínive, con sus plazas urbanas, Calaj,
12 y Resen, entre Nínive y Calaj. Está última era la capital.
13 Misraim fue padre de los pobladores de Lud, Anam, Lehab, Naftuj,
14 Patrós y Casluj, y también de los pobladores de Caftor, de donde salieron los filisteos.
15 Canaán fue padre de Sidón, su primogénito, y de Het;
16 también de los jebuseos, de los amorreos, de los guirgasitas,
17 de los jivitas, de los arqueos, de los sineos,
18 de los arvaditas, de los semaritas y de los jamateos. Más tarde se expandieron los clanes de los cananeos,
19 y sus fronteras llegaron desde Sidón hasta Gaza por el camino de Guerar; y hasta Lesa, yendo hacia Sodoma, Gomorra, Admá y Seboím.
20 Estos fueron los hijos de Cam, según sus clanes y sus lenguas, con sus respectivos territorios y nacionalidades.
21 También le nacieron hijos a Sem, el padre de todos los hijos de Eber y el hermano mayor de Jafet.
22 Los hijos de Sem fueron Elam, Asur, Arpaxad, Lud y Aram.
23 Los hijos de Aram fueron Us, Jul, Guéter y Mas.
24 Arpaxad fue padre de Sélaj y este fue padre de Eber.
25 Eber tuvo dos hijos: el nombre del primero era Péleg, porque en su tiempo se dividió la tierra. Su hermano se llamaba Ioctán.
26 Ioctán fue padre de Almodad, Sélef, Jasarmávet, Iéraj,
27 Hadoram, Uzal, Diclá,
28 Obal, Abimael, Sebá,
29 Ofir, Javilá y Iobab. Todos estos fueron hijos de Ioctán.
30 Los lugares donde residieron se extendían desde Mesa, en dirección a Sefar, hasta la montaña de Oriente.
31 Estos fueron los hijos de Sem, según sus clanes y sus lenguas, con sus respectivos territorios y nacionalidades.
32 Estos fueron los clanes de los hijos de Noé, según sus orígenes y nacionalidades. A partir de ellos, las naciones se expandieron sobre la tierra después del Diluvio.

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Introducción a Genesis


Génesis

GÉNESIS es una palabra griega, que significa "origen". El primer libro de la Biblia lleva ese nombre, porque trata de los orígenes del universo, del hombre y del Pueblo de Dios.
El libro del Génesis se divide en dos grandes partes. La primera es denominada habitualmente "Historia primitiva", porque presenta un amplio panorama de la historia humana, desde la creación del mundo hasta Abraham (caps. 1-11). La segunda narra los orígenes más remotos del pueblo de Israel: es la historia de Abraham, Isaac y Jacob, los grandes antepasados de las tribus hebreas. Al final de esta segunda parte, adquiere particular relieve la figura de José, uno de los hijos de Jacob, ya que gracias a él su padre y sus hermanos pudieron establecerse en Egipto. La historia de los Patriarcas se cierra con el anuncio del retorno de los israelitas a la Tierra prometida, cuyo cumplimiento comienza a relatarse en el libro del Éxodo.
Estas dos partes presentan notables diferencias en cuanto a la forma literaria y al contenido, pero están íntimamente relacionadas. El Génesis se remonta primero a los orígenes del mundo y de la humanidad. Luego, mediante una serie de genealogías cada vez más restringidas, establece una sucesión ininterrumpida entre Adán, el padre de la humanidad pecadora, y Abraham, el padre del Pueblo elegido. Este vínculo genealógico pone bien de relieve que la elección de Abraham no fue un simple hecho al margen de la historia humana. La elección divina no era un privilegio reservado para siempre a una sola persona o a una sola nación. Si Dios manifestó su predilección por Abraham y por la descendencia nacida de él, fue para realizar un designio de salvación que abarca a todos los pueblos de la tierra.
En la redacción final del libro del Génesis, se emplearon elementos de las tradiciones "yahvista", "elohísta" y "sacerdotal". Esta última fuente tiene una importancia especial en el conjunto de la obra, debido a que constituye la base literaria en la que se insertaron las otras tradiciones.
Los primeros capítulos del Génesis ofrecen una dificultad muy particular para el hombre de hoy. En ellos se afirma, por ejemplo, que Dios creó el universo en el transcurso de una semana, que modeló al hombre con barro y que de una de sus costillas formó a la mujer. ¿Cómo conciliar estas afirmaciones con la visión del universo que nos da la ciencia? La dificultad se aclara si tenemos en cuenta que el libro del Génesis no pretende explicar "científicamente" el origen del universo ni la aparición del hombre sobre la tierra. Con las expresiones literarias y los símbolos propios de la época en que fueron escritos, esos textos bíblicos nos invitan a reconocer a Dios como el único Creador y Señor de todas las cosas. Este reconocimiento nos hace ver el mundo, no como el resultado de una ciega fatalidad, sino como el ámbito creado por Dios para realizar en él su Alianza de amor con los hombres. La consumación de esa Alianza serán el "cielo nuevo" y la "tierra nueva" ( Isa_65:17 ; Rev_21:1 ) inaugurados por la Resurrección de Cristo, que es el principio de una nueva creación.

Fuente: Libro del Pueblo de Dios (San Pablo, 1990)

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Notas