1 El séptimo día (1-3) Así terminó Dios la creación del cielo y de la tierra y de todo cuanto existe, y el séptimo día descansó. Dios bendijo ese día y lo apartó, para que todos lo adoraran. |
4 El hombre y la mujer Esta es la historia de cuando Dios creó el cielo y la tierra. En ese tiempo |
5 aún no había árboles ni plantas en el campo, porque Dios todavía no había hecho que lloviera, ni había nadie que cultivara la tierra. |
6 Del suelo salía una especie de vapor, y eso era lo que mantenía húmeda la tierra. |
7 Entonces Dios tomó un poco de polvo, y con ese polvo formó al hombre. Luego sopló en su nariz, y con su propio aliento le dio vida. Así fue como el hombre comenzó a vivir. |
8 Dios había plantado un jardín al cual llamó Edén, y allí puso al hombre. |
9 Luego Dios hizo que creciera allí toda clase de árboles; eran hermosos y daban fruta muy sabrosa. En medio de ese jardín estaba el árbol de la vida, y también el árbol del conocimiento del bien y del mal. |
10 De Edén salía un río que regaba el jardín y luego se dividía en otros cuatro ríos. |
11 El primer río se llamaba Pisón, y es el que rodea todo el país de Havilá. Allí hay oro |
12 muy fino, y hay también piedra de ónice y plantas con las que se hacen finos perfumes. |
13 El segundo río se llamaba Guihón, y es el que rodea todo el país de los etíopes. |
14 El tercer río es el Tigris, que corre al este de Asiria. El cuarto río es el Éufrates. |
15 Dios puso al hombre en el jardín de Edén para que lo cultivara y lo cuidara, |
16 pero claramente le dijo: «Puedes comer de todos los árboles que hay en el jardín, |
17 pero no del árbol del conocimiento del bien y del mal. Si comes de ese árbol, te juro que morirás». |
18 Luego Dios dijo: «No está bien que el hombre esté solo. Voy a hacerle alguien que lo acompañe y lo ayude». |
19 (19-20) Entonces hizo Dios todos los animales domésticos y salvajes, y todas las aves que vuelan por el cielo, y se los llevó al hombre para que les pusiera nombre. Y este así lo hizo. Sin embargo, para el hombre no se encontró compañía ni ayuda. |
21 Por eso Dios hizo que el hombre se quedara profundamente dormido. Y así, mientras este dormía, Dios le sacó una de sus costillas, y luego le cerró el costado. |
22 De esa costilla Dios hizo una mujer. Cuando se la llevó al hombre, |
23 este dijo: «¡Esta vez tengo a alguien que es carne de mi carne y hueso de mis huesos! La llamaré hembra, porque Dios la sacó del hombre».[1] |
24 Esto explica por qué el hombre deja a su padre y a su madre, y se une a su mujer para formar un solo cuerpo. |
25 Tanto el hombre como su mujer andaban desnudos, pero no sentían vergüenza de andar así. |