Genesis 38 Biblia Peshitta en Español (Holman Bible Publishers, 2015) | 30 versitos |
1 Y sucedió por ese tiempo, al descender Judá de donde estaban sus hermanos, que se apartó con un hombre arlimaíta cuyo nombre era Jira.
2 Y Judá, viendo allí a la hija de un hombre cananeo llamado Súa la tomó y se allegó a ella,
3 y ella concibió y dio a luz un hijo, a quien llamó Er.
4 Y concibió otra vez, y dio a luz otro hijo, a quien llamó Onán.
5 Y dio todavía a luz otro hijo, y le puso por nombre Sela; y dejó de dar a luz después de haberlo tenido.
6 Judá tomó esposa para Er, su primogénito, la cual tenía por nombre Tamar.
7 Y Er, el primogénito de Judá, era un malvado delante de Yahweh, y por eso Yahweh le quitó la vida.
8 Entonces Judá mandó a su hijo Onán: Allégate a la esposa de tu hermano, y cumple con ella tu deber como cuñado para que levantes descendencia a tu hermano muerto.
9 Pero sabiendo Onán que la descendencia no sería suya, al allegarse a la esposa de su hermano, vertía el semen en el suelo a fin de no levantar descendencia a su hermano.
10 Pero lo que él hacía era desagradable a Yahweh, y también le quitó la vida.
11 Entonces Judá dijo a su nuera Tamar: Permanece viuda en la casa de tu padre hasta que crezca mi hijo Sela, pues dijo: No sea que él pierda la vida también como sus hermanos. Y Tamar se fue y vivió en la casa de su padre.
12 Pasado mucho tiempo murió la hija de Súa, esposa de Judá. Cuando Judá se hubo consolado subió a los trasquiladores de las ovejas en Timnat, él y su amigo Jira el arlimaíta.
13 Y se lo comunicaron a Tamar diciendo: He aquí, tu suegro sube a trasquilar las ovejas a Timnat.
14 Entonces ella se quitó las vestiduras de su viudez, se cubrió con un velo, se atavió y se sentó en el lugar donde se divide el camino a Timnat, pues veía que Sela había crecido sin que ella hubiera sido dada a él por esposa.
15 Al verla Judá, pensó que era una prostituta, pues ella tenía cubierto el rostro.
16 Enseguida él se apartó del camino hacia ella y le dijo: Ven, permíteme allegarme a ti; pues ignoraba que ella era su nuera. Y ella le preguntó: ¿Qué me darás por allegarte a mí?
17 Y él contestó: De las cabras del rebaño, te enviaré un cabrito. Y ella dijo: ¿No me darás una prenda mientras lo envías?
18 Entonces él le preguntó: ¿Qué prenda he de darte? Entonces ella respondió: Tu anillo, tu manto y el bordón que tienes en tu mano. Y él se los dio; y habiéndose allegado a ella, concibió de él.
19 Y ella se levantó y se fue, y quitándose el velo, se puso las vestiduras de su viudez.
20 Luego envió Judá el cabrito de las cabras por medio de su amigo el arlimaíta, para que recuperara la prenda de las manos de la mujer, pero no la halló.
21 Y preguntando a los hombres del lugar, decía: ¿Dónde está la prostituta que estaba sentada en la división de los caminos? Y ellos respondieron: Ninguna prostituta hay aquí.
22 Enseguida él volvió a Judá, e informó: No la hallé, y además los hombres del lugar dijeron: “Ninguna prostituta hay aquí”.
23 Entonces dijo Judá: Que las tome para sí, para que yo no sea objeto de burla. He aquí que envié este cabrito, y tú no la has encontrado.
24 Aconteció tres meses más tarde que informaron a Judá, diciendo: Tu nuera Tamar ha fornicado, y he aquí, por causa de la fornicación está embarazada. Entonces Judá dijo: Sáquenla y que sea quemada.
25 Pero cuando ellos la sacaban, ella mandó decir a su suegro: Estoy embarazada del hombre a quien pertenecen estas cosas. Y agregó: Reconoce de quién son este anillo, este manto y este bordón.
26 Al reconocerlos Judá, dijo: Más justa es ella que yo, por cuanto no la di por esposa a mi hijo Sela. Y no volvió a tener relaciones íntimas con ella.
27 Sucedió que al tiempo de dar a luz, he aquí en su vientre había mellizos.
28 Aconteció además que mientras ella estaba dando a luz, uno de ellos sacó la mano, y la partera tomó un hilo escarlata y lo ató en su mano, diciendo: Éste salió primero.
29 Pero el niño retiró la mano y luego salió su hermano. Entonces dijo la partera: ¡Qué brecha te has abierto! Por eso llamó su nombre Fares.
30 Luego salió su hermano, el que tenía en su mano el hilo escarlata, y le puso por nombre Zéraj.

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Introducción a Genesis

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Notas

Genesis 38,837 Es decir, la ley del levirato. Deu 25:5-10; Mat 22:24.