Genesis 42 Septuaginta en Español (Jünemann, 1992) | 38 versitos |
1
Los hermanos de José ante él
Y, viendo Jacob que había venta (a) en Egipto, dijo a sus hijos «¿Por qué os estáis mirando? (b)
2 He oído que hay trigo en Egipto: bajad allá y compradnos unos pocos víveres para que vivamos, y no muramos».
3 Y bajaron los hermanos de José, los diez, a comprar trigo de Egipto;
4 pero a Benjamín, el hermano de José, no envió con sus hermanos, pues dijo: «No sea que le suceda daño».
5 Y vinieron los hijos de Israel a comprar con los que venían, pues había hambre en tierra de Canaán.
6 Y José era príncipe de la tierra; éste vendía a todo el pueblo de la tierra; y viniendo los hermanos de José, adoráronle de rostro sobre la tierra.
7 Y José vio a sus hermanos, y conocióles; tratóles cual extraños; y hablóles cosas duras, y díjoles: «¿De dónde venís?» Y ellos dijeron: «De tierra de Canaán a comprar víveres».
8 Y conoció José a sus hermanos; pero ellos no le conocieron.
9 Y rememoró José los sueños que él había visto. Y díjoles: «Espías sois; a explorar las huellas (c) de la región habéis venido».
10 Pero ellos dijeron: «No señor; niños tuyos hemos venido a comprar víveres;
11 todos somos hijos de un hombre; pacíficos somos; no son los niños tuyos espías».
12 Y díjoles: «No; sino que las huellas de la tierra habéis venido a ver».
13 Y ellos dijeron: «Doce somos, tus niños, hermanos, en tierra de Canaán; y he aquí el menor, con nuestro padre, hoy; y el otro no es».
14 Y díjoles José: «Esto es, lo que os he dicho, diciendo: «Espías sois».
15 En esto se os probará: ¡vive Faraón!: no saldréis, no, de aquí, si el hermano vuestro, el menor, no viniere acá.
16 Enviad uno de vosotros a traed a vuestro hermano; y vosotros seréis detenidos hasta que se hagan manifiestas vuestras palabras: si verdad decís o no; y, si no ¡vive Faraón! que sois espías».
17 Y púsoles en prisión tres días.
18 Y díjoles al día tercero: «Esto haced, y viviréis; pues temo yo a Dios: (d)
19 si pacíficos sois, un hermano de vosotros quédese detenido en prisión; y vosotros id y llevad la compra de vuestra provisión de trigo;
20 y a vuestro hermano el menor traed a mí; y serán creídas vuestras palabras; y, si no, moriréis». E hicieron así.
21 Y dijo cada uno a su hermano: «Sí; en pecado estamos acerca de nuestro hermano, porque nos desentendimos de la tribulación de su alma, y no le escuchamos; por esto ha venido sobre nosotros esta tribulación».
22 Y, respondiendo Rubén, díjoles: «¿No os lo decía yo, diciendo: «No dañéis al niñito?» y no me escuchásteis; y he aquí su sangre se pide».
23 Y no sabían ellos que escuchaba José; pues el intérprete en medio de ellos estaba;
24 y retirándose de ellos, lloró José; y vino de nuevo a ellos y hablóles; y tomó a Simeón de ellos, y atóle ante sus ojos.
25 Y mandó José llenar sus vasos de trigo; y devolver el dinero de cada uno en su saco; y darles viático para el camino; y se les hizo así.
26 Y, poniendo el trigo sobre sus asnos, retiráronse de allí.
27 Y, desatando uno su alforja, para dar forraje a sus asnos, donde se hospedaron, vio el atado de dinero, y he aquí estaba encima de la boca de su alforja.
28 Y dijo a sus hermanos: «Devuéltoseme ha el dinero, y helo aquí en mi alforja. Y extasióse su corazón y turbáronse unos a otros diciendo: «¿Qué nos ha hecho esto Dios?»
29 Y vinieron a Jacob su padre a la tierra de Canaán y contáronle todo lo a ellos acontecido, diciendo:
30 «Ha hablado el hombre, el señor de la tierra a nosotros cosas duras, y puéstonos en prisión por espías de la tierra.
31 Y dijímosle: «No somos espías;
32 doce hermanos somos, hijos de nuestro padre; el uno no es, y el menor con nuestro padre hoy en tierra de Canaán».
33 Y díjonos el hombre, el señor de la tierra: «En esto se os conocerá que sois pacíficos: un hermano dejad aquí conmigo; y, la compra de la provisión vuestra de trigo tomando, idos; y traed a mí a vuestro hermano el menor; y conoceré que no sois espías sino que pacíficos sois;
34 y vuestro hermano devolveréos, y en la tierra conversad».
35 Y aconteció que, vaciando ellos sus sacos, estaba el atado de dinero de cada uno en su saco; y miraron (e) los atados de su dinero, ellos y su padre; y amedrentáronse.
36 Y díjoles Jacob su padre: «A mí sin hijos me habéis dejado: José no es; Simeón no es, y a Benjamín habéis de llevar; sobre mí viene todo esto».
37 Y dijo Rubén a su padre; diciendo: «A mis dos hijos mata, si no te lo devuelvo; dale en mi mano, y yo te lo devolveré».
38 Y dijo Jacob: «No bajará mi hijo con vosotros; su hermano muerto es; y él solo ha quedado (f) y sucederá que reciba daño en el camino que vais, y bajaréis mi vejez, con tristeza, a los infiernos.


Patrocinio

 
 

Introducción a Genesis

No hay comentario

Fuente: Jünemann (1992)

Patrocinio

Notas

Genesis 42,1
1 a. De víveres.
b. Ociosos, indecisos, sin hacer nada.



Genesis 42,9
9 c. Caminos y secretos.



Genesis 42,18
18 d. He de trataros humanamente.



Genesis 42,35
35 e. Habiendo visto ya en la primera posada; pero disimuláronlo a su padre; probablemente para que no les reconviniese por no haber vuelto a Egipto a entregarlo.



Genesis 42,38
38 f. De su madre.