II Reyes  10 Biblia Peshitta en Español (Holman Bible Publishers, 2015) | 36 versitos |
1 Acab tenía setenta hijos en Samaria. Y Jehú escribió una carta y la envió a Samaria, a los príncipes de Jezreel, a los ancianos y a los tutores de los hijos de Acab, diciendo:
2 “En cuanto esta carta llegue a ustedes, por cuanto tienen con ustedes a los hijos de su señor, y también tienen con ustedes los carros, los caballos, las ciudades fortificadas y las armas,
3 consideren ustedes quién es el mejor y el más capaz de los hijos de su señor, y pónganlo en el trono de su padre, y luchen por la casa de su señor”.
4 Pero cuando se enteraron, ellos tuvieron muchísimo miedo, y dijeron: He aquí que dos reyes no pudieron resistirle, ¿cómo podremos nosotros resistir a Jehú?
5 Entonces el administrador de la casa, el gobernante de la ciudad, los ancianos y los tutores enviaron un mensajero a Jehú, diciendo: “Nosotros somos tus siervos; y haremos todo lo que tú nos ordenes; a nadie constituiremos por rey sobre nosotros. Haz todo lo que te parezca bien”.
6 Pero él les escribió una segunda carta, diciendo: “Si ustedes están de parte mía y obedecen mi voz, tomen las cabezas de los hijos de su señor, y vengan ante mí mañana a esta misma hora, a Jezreel”. Los hijos del rey eran setenta varones, y los príncipes de la ciudad los habían criado.
7 Y sucedió que cuando les llegó la carta, tomaron a los hijos del rey y ejecutaron a los setenta varones; luego colocaron sus cabezas en cestas, y las enviaron a Jezreel.
8 Cuando llegó el mensajero a informarle, dijo: Han traído las cabezas de los hijos del rey. Y él ordenó: Apílenlas en dos montones a la entrada de la puerta hasta la mañana.
9 Entonces salió él por la mañana, y dijo a todo el pueblo: Ustedes son rectos. Ciertamente yo conspiré contra mi señor, y le di muerte. Pero, ¿quién mató a todos éstos?
10 Sepan, pues, que nada caerá a tierra de la palabra de Yahweh, de lo que Yahweh habló contra la casa de Acab; porque Yahweh ha llevado a cabo lo que habló por medio de su siervo Elías.
11 Luego Jehú dio muerte a todo el que había quedado de la casa de Acab en Jezreel: a todos sus príncipes, a sus parientes y a sus sacerdotes, hasta no dejarle sobreviviente.
12 Después se levantó y partió; y al llegar a Samaria, derribó los lugares altos que se hallaban por el camino.
13 Jehú se encontró con los parientes de Ocozías, rey de Judá, y les preguntó: ¿Quiénes son ustedes? Ellos le contestaron: Somos parientes de Ocozías, y hemos descendido a saludar a los hijos del rey y a los hijos de la reina.
14 Entonces él ordenó: ¡Captúrenlos vivos! Y los capturaron, los ejecutaron y los arrojaron al foso de Bet-equed; eran cuarenta y dos varones, y no dejó a ninguno de ellos.
15 Y él se fue de allí, y se encontró a Jonadab, hijo de Recab, cuando éste venía a su encuentro; y bendiciéndolo, le dijo: ¿Es tu corazón íntegro como mi corazón lo es con tu corazón? Y Jonadab respondió: Sí, lo es. Entonces él le dijo: Dame tu mano. Y él le dio su mano. Luego lo hizo subir con él al carro,
16 y le dijo: Ven conmigo, para que veas el celo que tengo por Yahweh. E hizo que se sentara con él en el carro.
17 Y Jehú entró a Samaria, y dio muerte a todos los que quedaban de la casa de Acab en Samaria, hasta exterminarlos conforme a la palabra de Yahweh, la cual Él había hablado a Elías.
18 Entonces reunió Jehú a todo el pueblo, y les dijo: Acab adoró poco a Baal; Jehú lo adorará mucho.
19 Ahora pues, convóquenme a todos los profetas de Baal, a todos sus sacerdotes y a todos sus siervos; que no falte ninguno, porque ofreceré un gran sacrificio a Baal, y todo aquel que falte no vivirá. Pero esto lo hizo Jehú con engaño a fin de eliminar a los que adoraban a Baal.
20 Entonces dijo Jehú: ¡Convoquen a toda la congregación a una reunión solemne para Baal! Y ellos hicieron la convocación.
21 Luego envió Jehú mensajeros por todo Israel, y acudieron todos los que adoraban a Baal. No quedó ninguno que no asistiera. Y entraron al templo de Baal, de tal modo que el templo de Baal se llenó de extremo a extremo.
22 Después dijo Jehú al que estaba a cargo de las vestiduras: Saca vestiduras para todos los siervos de Baal. Y él les sacó las vestiduras.
23 Entonces Jehú entró al templo de Baal con Jonadab, hijo de Recab, y dijo a los siervos de Baal: Busquen y asegúrense de que no haya entre ustedes aquí alguno de los siervos de Yahweh, sino solamente los que adoran a Baal.
24 Luego entraron ellos a ofrecer sacrificios y holocaustos; pero Jehú había apostado afuera, junto a la puerta, a trescientos ochenta hombres a los cuales había ordenado: Cualquiera que deje escapar a alguno de los que yo les he entregado, su vida responderá por la de él.
25 Al terminar de ofrecer los holocaustos, Jehú dijo a los escoltas y a los oficiales: ¡Entren y mátenlos! ¡Que no salga ninguno de ellos! Y ellos los mataron a filo de espada. Luego los escoltas y los oficiales los echaron fuera, y avanzaron hasta la parte interna del templo de Baal;
26 sacaron el obelisco del templo de Baal, y lo quemaron;
27 también derribaron la estatua de Baal, y habiendo demolido el templo de Baal, lo convirtieron en letrina hasta hoy.
28 Así eliminó Jehú a Baal de Israel.
29 Sólo que Jehú no se apartó de los pecados de Jeroboam, hijo de Nabat, quien hizo pecar a Israel, yendo en pos de los becerros de oro que estaban en Betel y Dan.
30 Entonces dijo Yahweh a Jehú: Por cuanto hiciste lo que es agradable delante de mí, e hiciste todo lo que había en mi corazón respecto a los de la casa de Acab, tus hijos se sentarán en el trono de Israel, hasta la cuarta generación.
31 Sin embargo, Jehú no se cuidó de andar con todo su corazón en la ley de Yahweh, el Dios de Israel, y tampoco se apartó de los pecados de Jeroboam, hijo de Nabat, quien había hecho pecar a Israel.
32 En aquel tiempo, Yahweh empezó a someter a aflicción a Israel, pues Hazael los atacó por toda la frontera de Israel:
33 desde el Jordán, por el oriente, y toda la región de Galaad, de Gad, de Rubén y de Manasés, y desde Aroer que está junto al torrente Arnón, y Galaad de Basán.
34 Los demás hechos de Jehú, todo lo que hizo y todo su poderío, he aquí que están registrados en el libro de las Crónicas de los Reyes de Israel.
35 Y durmió Jehú con sus padres, y lo sepultaron en Samaria. Su hijo Joacaz reinó como su sucesor.
36 El tiempo que reinó Jehú sobre Israel en Samaria fueron veintiocho años.

Patrocinio

 
 

Introducción a II Reyes 

Fuente:

Patrocinio