I Crónicas 21 Biblia Peshitta en Español (Holman Bible Publishers, 2015) | 30 versitos |
1 Aconteció que se levantó Satanás contra Israel, e indujo a David a que hiciera un censo en Israel.
2 Entonces David dijo a Joab, hijo de Sarvia, y a los príncipes del pueblo: Vayan y hagan un censo del pueblo de Israel, desde Beerseba hasta Dan, y luego vuelvan ante mí para que yo conozca la cantidad de gente.
3 Pero Joab dijo al rey David: Yahweh tu Dios agregue a tu pueblo cien veces más de los que son y que los ojos de mi señor el rey lo vean; pero si todos son sus siervos, ¿por qué nuestro señor el rey pretende llevar a cabo tal cosa?
4 No obstante, la palabra del rey prevaleció contra Joab; y Joab se marchó, anduvo por todo Israel y volvió a Jerusalén.
5 Joab entregó a David el resultado del censo del pueblo. Y aconteció que el censo de los hijos de Israel arrojó el resultado de un millón cien mil hombres de a pie que desenvainaban espada; y de la tribu de la casa de Judá, eran en total cuatrocientos setenta mil hombres que desenvainaban espada.
6 Pero los levitas, los sacerdotes y la tribu de la casa de Benjamín no fueron contados entre ellos, porque la orden del rey era reprobable ante Joab, y Joab se negó a contarlos.
7 Este asunto también pareció desagradable a Yahweh, el que David hubiera censado a Israel.
8 Entonces David dijo a Yahweh: He pecado gravemente al haber hecho esto; pero ahora te pido que quites las culpas de tu siervo, pues he actuado con gran insensatez.
9 Y habiéndose presentado David muy temprano, vino palabra de Yahweh al profeta Gad, y le dijo:
10 Ve a decir a David: “Así dice Yahweh: ‘Traeré sobre ti tres calamidades; elige una de ellas y te la haré’”.
11 Enseguida el profeta Gad vino a David, y le dijo: Así dice Yahweh: “Determina para ti:
12 tres años de hambre en el país, o ser entregado tres meses ante tus adversarios y que ellos te persigan y se enseñoreen de ti, o que la espada de Yahweh sea contra Israel durante tres días”. Ahora pues, entiende y considera: ¿Qué respuesta darás a Aquel que me ha enviado a ti?
13 Entonces David dijo a Gad: Estoy muy angustiado. Sea entregado en manos de Yahweh, pues su misericordia es inmensa, pero no sea entregado en manos de los hombres.
14 Entonces Yahweh envió una epidemia a Israel, y cayeron setenta mil hombres de Israel.
15 Luego Yahweh envió un ángel a Jerusalén para destruirla; pero cuando iba a destruirla, Yahweh lo consideró y quedó satisfecho con aquel mal, y dijo al ángel destructor: Has causado mucha destrucción, refrena ahora tu mano; y el ángel de Yahweh permaneció junto a la era de Arán el jebuseo.
16 Entonces David levantó sus ojos y vio al ángel de Yahweh que estaba entre el cielo y la tierra y tenía en su mano una espada desenvainada extendida contra Jerusalén. Enseguida David y los ancianos que lo acompañaban se postraron; se cubrieron de cilicio y se postraron sobre sus rostros.
17 Entonces dijo David a Yahweh: Yo soy el que ha pecado y la insensatez que he cometido es muy grande; pero estas inocentes ovejas, ¿qué han hecho? Oh Yahweh mi Dios, que tu mano sea contra mí y contra la casa de mi padre, pero sea detenida la mortandad contra el pueblo.
18 Entonces el ángel de Yahweh ordenó a Gad: Sube a decir a David que suba y edifique un altar a Yahweh en la era de Arán el jebuseo.
19 Y David subió de acuerdo a la palabra de Gad, que habló en el nombre de Yahweh.
20 David vio que el ángel que estaba causando destrucción entre el pueblo había refrenado su mano, y no causaba más destrucción.
21 Cuando David se dirigía a Arán, Arán se volvió y vio a David, y se postró ante David rostro en tierra, y Arán salió de su era.
22 Entonces David dijo a Arán: Dame el lugar de esta era para edificar en él un altar a Yahweh; dámelo por plata y por buen precio para que sea detenida la mortandad entre el pueblo.
23 Arán respondió a David: Tómalo para ti, mi señor el rey, y que mi señor el rey haga lo que bien le parezca. Yo también pondré los toros para el holocausto, los trillos para leña y el trigo para la ofrenda; y pondré todo lo que se necesite.
24 Pero el rey David dijo a Arán: ¡Lejos esté de mí! Ciertamente te lo compraré con plata en su precio justo, pues no tomaré lo que te pertenece ni presentaré holocausto a Yahweh que no me cueste.
25 Entonces David compró a Arán el lugar de la era por cincuenta siclos.
26 Luego David edificó allí un altar a Yahweh, presentó holocaustos, ofrendas de paz y corderos, y oró ante Yahweh; y Él le respondió y descendió fuego del cielo, el cual consumió los holocaustos que estaban sobre el altar.
27 Y cuando Yahweh vio, dijo al ángel: Regresa tu espada a su vaina.
28 En aquel tiempo, viendo David que Yahweh le había respondido en la era de Arán el jebuseo, ofreció allí grandes sacrificios.
29 Y puso allí el tabernáculo que anteriormente Moisés había hecho en el desierto, durante el éxodo de los hijos de Israel desde Egipto.
30 En aquel mismo tiempo, David sintió mucho miedo y no podía ir a orar ante Yahweh, porque estaba aterrado a causa de la espada del ángel de Yahweh.

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Introducción a I Crónicas

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