II Crónicas  15 Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011) | 19 versitos |
1 ° El espíritu de Dios vino sobre Azarías, hijo de Oded.
2 Salió al encuentro de Asá y le dijo: «Escuchadme, Asá, los de Judá y los benjaminitas: El Señor estará con vosotros, si vosotros estáis con él; si lo buscáis, se dejará encontrar; pero si lo abandonáis, os abandonará.
3 Durante mucho tiempo Israel estuvo sin Dios verdadero, sin sacerdote que enseñase y sin ley.
4 Pero en su angustia se volvieron al Señor, Dios de Israel; lo buscaron, y se dejó encontrar.
5 En aquellos tiempos no había paz para nadie, sino grandes terrores para todos los habitantes del país.
6 Se enfrentaban pueblo contra pueblo y ciudad contra ciudad, porque Dios los aturdía con toda clase de aflicciones.
7 Pero vosotros esforzaos; que no desfallezcan vuestras manos, pues vuestras obras tendrán recompensa».
8 Al oír Asá estas palabras y esta profecía de Azarías, hijo de Oded, se animó a suprimir los ídolos del territorio de Judá y Benjamín y de las ciudades que había conquistado en la serranía de Benjamín, y reparó el altar del Señor que estaba delante del vestíbulo.
9 Luego reunió a los de Judá, a los benjaminitas y a los de Efraín, Manasés y Simeón que residían entre ellos, pues muchos israelitas se habían pasado a él al ver que el Señor, su Dios, estaba con él.
10 Se reunieron en Jerusalén en el mes tercero del año quince del reinado de Asá.
11 Aquel día sacrificaron al Señor setecientos toros y siete mil ovejas del botín que habían traído,
12 y se comprometieron a buscar al Señor, el Dios de sus padres, con todo su corazón y con toda su alma,
13 y a condenar a muerte a todo el que no buscara al Señor, Dios de Israel, fuera grande o pequeño, hombre o mujer.
14 Así lo juraron al Señor a grandes voces, entre vítores y al son de trompetas y cuernos.
15 Todos los de Judá festejaron el juramento: lo habían hecho con todo el corazón, buscando al Señor con plena voluntad. El Señor se dejó encontrar por ellos y les dio la paz con sus vecinos.
16 El rey Asá llegó a quitar a su madre Maacá el título de Reina Madre por haber hecho una abominable imagen de Astarté. Asá destruyó la imagen, la redujo a polvo y la quemó en el torrente Cedrón.
17 Con todo, no desaparecieron los santuarios de los altos, pese a que el corazón de Asá fue perfecto durante su vida.
18 Llevó al templo del Señor las ofrendas consagradas por su padre y las suyas propias: plata, oro y utensilios.
19 No hubo guerra hasta el año treinta y cinco del reinado de Asá.

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Introducción a II Crónicas 

VER INTRODUCCIÓN A 1 Crónicas

Fuente: Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011)

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Notas

II Crónicas  15,1-19*15 Este capítulo, salvo los v. 2Cr 15:16-18 (= 1Re 15:13-15), es propio del cronista. La intervención de un profeta desconocido provoca una segunda reforma religiosa. El mensaje profético abunda en motivos tópicos, propios del deuteronomista, con ecos de algunos profetas (véase Amó 5:4-6). La búsqueda de Dios se convierte en fórmula programática. Tras la reforma, «todo Israel» se reúne en Jerusalén, emulando la asamblea de Siquén (Jos 24:1-33). El verso final ratifica la teología de la retribución.