II Crónicas  25 La Biblia (Serafín de Ausejo, 1975) | 28 versitos |
1 Le sucedió en el trono su hijo Amasias. Amasias tenía veinticinco años cuando comenzó a reinar, y reinó veintinueve años en Jerusalén. Su madre se llamaba Yoaddán, de Jerusalén.
2 Hizo lo que es recto a los ojos de Yahvéh, aunque no con entero corazón.
3 Cuando se afianzó en sus manos el poder real, hizo matar a los servidores que habían dado muerte al rey su padre.
4 No obstante, no mató a los hijos de éste, conforme a lo escrito en la ley, en el libro de Moisés, donde manda Yahvéh: No morirán los padres por los hijos ni los hijos por los padres; sino que cada uno mirará por su propio pecado.
5 Reunió luego Amasias a los de Judá y los asentó, según sus casas paternas, bajo jefes de millares y de centenas, por todo Judá y Benjamín. Los empadronó desde los veinte años para arriba, y halló que había trescientos mil hombres escogidos, aptos para la milicia, que podían empuñar la lanza y el escudo.
6 Además, tomó a sueldo, por cien talentos de plata, a cien mil valientes de Israel.
7 Pero un hombre de Dios se llegó a él y le dijo: ¡Oh rey! No debe ir contigo un ejército de Israel, porque Yahvéh no está con Israel, con ninguno de los hijos de Efraím.
8 Porque, si va contigo, por mucho que te esfuerces en el combate, Dios te hará caer ante el enemigo. Dios tiene poder para ayudar y para derribar.
9 Preguntó Amasias al varón de Dios: ¿ Y qué será de los cien talentos que entregué a las tropas de Israel? Respondió el hombre de Dios: Yahvéh tiene para darte mucho más que eso.
10 Entonces Amasias separó a las tropas que le habían venido de Efraím para que se volvieran a sus lugares. Ellos se irritaron grandemente contra Judá, y se volvieron a sus lugares muy encolerizados.
11 Amasias cobró ánimos, y al frente de su pueblo se dirigió al valle de la Sal, donde dio muerte a diez mil hijos de Seír.
12 Además, los hijos de Judá apresaron vivos a otros diez mil, los llevaron a la cima de la Roca los despeñaron desde allí, y quedaron reventados todos ellos.
13 Entre tanto, de la tropa que Amasias había despedido para que no fuera con él al combate, y que se había dispersado por las ciudades de Judá, desde Samaría hasta BetJorón, fueron muertos tres mil de ellos, y se les recogió un gran botín.
14 Cuando regresó Amasias de derrotar a los edomitas, se trajo consigo los dioses de los hijos de Seír: los constituyó por dioses suyos, se postró ante ellos y les ofreció incienso.
15 Encendióse entonces la ira de Yahvéh contra Amasias y le envió un profeta que le dijo: ¿Por qué has ido a buscar a los dioses de ese pueblo, que no fueron capaces de librar a ese pueblo de tu mano?
16 A estas palabras del profeta respondió el rey: ¿Te hemos nombrado acaso consejero del rey? Acaba ya, si no quieres que te mate. Pero el profeta acabó diciendo: Sé que Dios ha resuelto destruirte por haber hecho eso y por no escuchar mi consejo.
17 Amasias, rey de Judá, después de celebrar un consejo, envió a decir a Yoás, hijo de Yoajaz, hijo de Yehú, rey de Israel: ¡Ven, y nos veremos las caras!
18 Yoás, rey de Israel, envió a Amasias, rey de Judá, esta respuesta: El cardo del Líbano mandó a decir al cedro del Líbano: Dame a tu hija para esposa de mi hijo. Pero pasaron las bestias salvajes del Líbano y pisotearon el cardo.
19 Tú te has dicho: He aquí que he derrotado a Edom; y con esto, tu corazón se ha engreído. Pero quédate ahora en tu casa. ¿Para qué provocar una desgracia, en la que vas a caer tú y Judá contigo?
20 Pero Amasias no lo escuchó, porque estaba de Dios entregarlo en manos de Yoás, por haber ido en busca de los dioses de Edom.
21 Subió, pues, Yoás, rey de Israel, y se enfrentaron, él y Amasias, rey de Judá, en BetSémeS de Judá.
22 Judá fue derrotado por Israel, y cada cual huyó a su tienda.
23 Yoás, rey de Israel, hizo prisionero en BetSémes a Amasias, rey de Judá, hijo de Yoás, hijo de Yoajaz, y lo llevó a Jerusalén. Después de abrir una brecha de cuatrocientos codos en las murallas de Jerusalén, desde la puerta de Efraím hasta la puerta del Ángulo,
24 se apoderó de todo el oro y de la plata, y de todos los objetos que había en el templo de Dios al cuidado de ObedEdom, y de los tesoros del palacio real, y tomó rehenes. Luego se volvió a Samaría.
25 Amasías, hijo de Yoás, rey de Judá, vivió aún quince años después de la muerte de Yoás, hijo de Yoajaz, rey de Israel.
26 Los restantes hechos de Amasias, desde los primeros a los últimos, ¿no están consignados en el libro de los reyes de Judá y de Israel?
27 Desde que Amasias se apartó de Yahvéh, tramaron contra él una conspiración en Jerusalén, por lo que huyó a Lakís. Pero enviaron gente tras él a Lakís, y allí le dieron muerte.
28 Luego lo llevaron en un caballo y lo sepultaron con sus padres, en la ciudad de David.

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Introducción a II Crónicas 

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Fuente: Comentario al Nuevo Testamento (Serafín de Ausejo, 1975)

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Notas