Job  6 La Biblia (Serafín de Ausejo, 1975) | 30 versitos |
1 Job tomó la palabra y dijo:
2 ¡Ah, si mis penas pudieran pesarse, si todos mis males se pusieran en una balanza!
3 Pesarían más que la arena del mar: por eso mis palabras desvarían.
4 Me penetran las flechas de Sadday, y mi espíritu bebe su veneno: los terrores de Dios conspiran contra mí.
5 ¿Rebuzna el onagro delante de la hierba o muge el buey delante del forraje?
6 ¿Se come lo insípido sin sal, o tiene sabor la clara de huevo?
7 Me resisto a probar tal bocado, mi corazón rechaza esa comida.
8 ¡Ojalá se cumpla mi plegaria, y Dios me conceda lo que espero:
9 que Dios consienta en aplastarme, que extienda su mano y me suprima!
10 Sería un consuelo para mí, un gozo en mi inmensa amargura, por no haber traicionado los decretos del Santo.
11 ¿Cuál es mi fuerza para que siga esperando? ¿Cuál es mi fin para que siga viviendo?
12 ¿Acaso yo tengo la fuerza de las piedras? ¿Acaso es de bronce mi carne?
13 Ningún apoyo encuentro en mí mismo, lejos de mí está cualquier ayuda.
14 Negar la piedad al amigo es rechazar el temor de Sadday.
15 Mis hermanos son engañosos lo mismo que un torrente, como el lecho de arroyos pasajeros:
16 aparecen cubiertos de hielo, sobre ellos se acumula la nieve,
17 pero pronto se agotan en estío, a los primeros calores se extinguen.
18 Las caravanas desvían su ruta, se adentran en el desierto y se pierden.
19 Las caravanas de Tema los buscan, los viajeros de Sabá van tras ellos.
20 Mas su confianza queda frustrada: al llegar allí, sufren decepción.
21 Así sois vosotros ahora para mí: espantados por mis males, vaciláis.
22 ¿Acaso os he dicho: Dadme algo, regaladme tal cosa de vuestra hacienda,
23 libradme del poder de un enemigo, rescatadme de manos opresoras?
24 Enseñadme vosotros, y yo callaré; decidme en qué pude faltar.
25 Son dulces las palabras oportunas, pero ¿qué pretenden vuestras críticas?
26 ¿Pensáis censurar unas palabras, frases desesperadas que el viento se lleva?
27 Llegaríais a echar suertes sobre un huérfano, a especular con un amigo vuestro.
28 Pero ahora miradme, por favor. Ante vosotros no voy a mentir.
29 ¡Desistid! ¡No hay en mí falsedad! ¡Desistid! ¡Mi rectitud se mantiene!
30 ¿Hay acaso falsedad en mi lengua? ¿No entiende mi gusto de infortunios?

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Introducción a Job 

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Fuente: Comentario al Nuevo Testamento (Serafín de Ausejo, 1975)

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Notas