(SALMO 110)
Alabemos a Dios
¡Alabemos a nuestro Dios!
Ustedes, la gente honrada,
únanse a mí para alabar a Dios
de todo corazón.
que Dios ha realizado!
Grande es la alegría
de los que se admiran al verlas.
el esplendor y la grandeza
que merece nuestro Dios y rey;
su justicia es siempre la misma.
y hace que sus maravillas
sean siempre recordadas.
al pueblo que lo adora,
y jamás se olvida de su pacto.
sus actos poderosos,
y le da en posesión
los territorios de otras naciones.
podemos confiar en sus mandatos,
nacen de la verdad y de la rectitud.
así afirmó su pacto eterno.
¡Imponente es el Dios de Israel;
el único Dios!
que empiece por obedecer a Dios.
Quienes lo hacen así,
demuestran inteligencia.
¡Dios merece ser siempre alabado!
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