Salmos 39,1

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Salmo 39 (38)

Sólo vanidad es el ser humano

Al maestro del coro. De Yedutún. Salmo de David.
(2) Me dije: “Mis pasos vigilaré para no pecar con mi lengua; en mi boca pondré una mordaza cuando esté ante mí el malvado”. º

Salmo 39 (38): Salmo de lamentación y súplica individual de una persona que reflexiona desde su dolor sobre la caducidad de la vida y el sufrimiento humano. Tras reconocer en el pecado la raíz de los males que lo afligen, el salmista pide a Dios su perdón y el fin del castigo que lo ha llevado a las puertas de la muerte.

Salmos 39, 1

Sal 38:13.

Salmos 39, 1

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