Al maestro del coro. De Yedutún. Salmo de David. (2) Me dije: “Mis pasos vigilaré para no pecar con mi lengua; en mi boca pondré una mordaza cuando esté ante mí el malvado”. º ”
Salmo 39 (38): Salmo de lamentación y súplica individual de una persona que reflexiona desde su dolor sobre la caducidad de la vida y el sufrimiento humano. Tras reconocer en el pecado la raíz de los males que lo afligen, el salmista pide a Dios su perdón y el fin del castigo que lo ha llevado a las puertas de la muerte.