Salmos 52 Dios Habla Hoy (2002) | 9 versitos |
1
La inútil jactancia del malvado [a]
Del maestro de coro. Instrucción [b] de David, cuando Doeg el edomita fue a contarle a Saúl que David había estado en la casa de Ahimélec. [c]

¿Por qué presumes de tu maldad, oh poderoso? [d]
¡El amor de Dios es constante! [e]
2 Tan sólo piensas en hacer lo malo;
tu lengua es traidora como un cuchillo afilado. [f]
3 Prefieres lo malo a lo bueno,
prefieres la mentira a la verdad.
4 Lengua embustera,
prefieres las palabras destructivas;
5 pero Dios también te destruirá [g] para siempre:
te tomará, te echará de tu casa y te quitará la vida.
6 Los que obedecen a Dios, verán esto y sentirán temor;
pero se burlarán de aquel hombre, diciendo:
7 ?Mirad al que no busca protección en Dios,
al que confía en sus grandes riquezas
y persiste en su maldad.?
8 Pero yo soy como un olivo [h] verde
en el templo de Dios;
¡siempre confiaré en su amor!
9 Oh Dios, siempre te daré gracias por lo que has hecho;
esperaré en ti delante de tus fieles,
porque eres bueno.


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Introducción a Salmos

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Fuente: Dios Habla Hoy (Sociedades Bíblicas Unidas, 1996)

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Notas

Salmos 52,1-9

Dios Habla Hoy 1996 Notes:



[1] Salmo 52 1 S 22.9-10. Cf. 1 S 21.7.

[2] 52.1 ¡El amor de Dios es constante!: traducción poco segura; heb. oscuro. La versión griega (LXX) traduce héroe de maldad, expresión que se adapta mejor al contexto.