Salmos 76,6

(7) Oh Dios de Jacob, a tu grito º se aturdieron caballos y carros.

— a tu grito: En el clamor amenazante que paraliza y desconcierta a los enemigos poniendo fin a la guerra (Sal 76:5-6), así como en la ira que estalla desde el cielo y aturde al orbe (Sal 76:8), resuenan ecos de teofanías que muestran el poder de Dios en medio de la tormenta. Ver Sal 18:13-15; Sal 29:3 ss; Sal 104:7. Salmos 76, 6

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