Exodo  36 La Biblia (Serafín de Ausejo, 1975) | 38 versitos |
1 Besaleel, Oholiab y todos los hombres capaces, en quienes Yahvéh había infundido habilidad y pericia para ejecutar cualquier obra destinada al servicio sagrado, realizaron cuanto había ordenado Yahvéh.
2 Moisés llamó a Besaleel y a Oholiab y a todos los hombres capaces, en quienes había infundido Yahvéh habilidad, a cuantos estaban dispuestos a dedicarse a esta obra y llevarla a término.
3 Recibieron de Moisés todas las ofrendas que habían aportado los hijos de Israel, para la ejecución de toda la obra del santuario que debía hacerse. Entre tanto, los hijos de Israel seguían aportando cada mañana sus ofrendas voluntarias.
4 Entonces, todos los artífices que realizaban los trabajos para el santuario interrumpiendo cada cual lo que estaba haciendo,
5 presentáronse a Moisés para decirle: El pueblo trae mucho más de lo que se necesita para la ejecución de la obra que Yahvéh ha mandado hacer.
6 Entonces Moisés dio la orden de que se hiciera circular por el campamento este aviso: Que nadie, hombre o mujer, haga en adelante esfuerzo alguno por aumentar las ofrendas destinadas al santuario. Y el pueblo se abstuvo de traer más,
7 pues el material recogido bastaba y sobraba para toda la obra que debía hacerse.
8 Los más hábiles de los que trabajaban en la obra hicieron el tabernáculo con diez cortinas de lino fino torzal, de púrpura violeta y de púrpura escarlata, y de carmesí, con querubines artísticamente bordados.
9 El largo de cada cortina era de veintiocho codos, y el ancho de cuatro; todas las cortinas tenían las mismas dimensiones.
10 Cinco cortinas fueron unidas unas con otras, y lo mismo se hizo con las otras cinco.
11 Se hicieron presillas de púrpura violeta en el borde de la última cortina del primer conjunto, y lo mismo se hizo en el borde de la cortina que estaba en el extremo del segundo conjunto.
12 Hiriéronse cincuenta presillas en la primera cortina, y otras cincuenta en la última cortina del segundo conjunto, de suerte que las presillas se correspondían.
13 Se hicieron cincuenta broches de oro, con los cuales se unieron las cortinas una con otra, de suerte que el tabernáculo formó un todo.
14 Se hicieron once cortinas de pelo de cabra para la tienda que cubría el tabernáculo,
15 cada una de treinta codos de largo por cuatro de ancho: las once cortinas tenían las mismas dimensiones.
16 Y se unieron cinco cortinas en un grupo, y en otro grupo las otras seis.
17 Hiriéronse cincuenta presillas en el borde de la última cortina del primer conjunto, y otras cincuenta en el borde de la última cortina del segundo conjunto.
18 Se hicieron también cincuenta broches de bronce para sujetar la tienda de suerte que ésta formara un todo.
19 Se fabricó para la tienda una cubierta de pieles de carnero teñidas de rojo, y por encima de ella otra cubierta de pieles de tejón.
20 Luego se hicieron para el tabernáculo tablones de madera de acacia, para ser puestos de pie.
21 Cada tablón medía diez codos de largo, y codo y medio de ancho,
22 con dos espigones unidos entre sí. Así se hicieron todos los tablones del tabernáculo.
23 Se fabricaron, pues, los tablones para el tabernáculo: veinte tablones del lado del Négueb, hacia el sur.
24 Luego se hicieron cuarenta basas de plata, que se colocaron debajo de los veinte tablones: cada tablón tenía dos basas en las que se apoyaban los dos espigones de cada tablón.
25 Se hicieron veinte tablones para el otro lado del tabernáculo, el lado del norte,
26 con su cuarenta basas de plata: dos basas debajo de cada tablón.
27 Hiciéronse seis tablones para la parte posterior del tabernáculo, la del lado de poniente;
28 y se fabricaron dos tablones para los ángulos de la parte posterior del tabernáculo,
29 unidos desde su parte inferior hasta su parte superior, junto a la primera anilla. Así se hicieron los dos tablones de los ángulos.
30 Eran, pues, ocho tablones con sus basas de plata; dieciséis basas: dos debajo de cada tablón.
31 Se hicieron travesaños de madera de acacia: cinco para los tablones de un lado del tabernáculo,
32 y cinco para los del otro lado; y otros cinco para los tablones de la parte posterior del tabernáculo, la que da a poniente.
33 Se hizo el travesaño central de suerte que pasara por en medio de los tablones, de un extremo a otro.
34 Los tablones se recubrieron de oro, y de oro eran sus anillas, por las cuales pasaban los travesaños, que se revistieron también de oro.
35 Se hizo el velo de púrpura violeta y escarlata, de carmesí y de lino fino torzal, con querubines bordados artísticamente.
36 Se hicieron para él cuatro columnas de madera de acacia, que se revistieron de oro; también de oro eran sus broches, y de plata las cuatro basas que para sostenerlas se fundieron.
37 Para la entrada de la tienda se hizo un cortinaje de púrpura violeta y escarlata, de carmesí y de lino fino torzal, obra de bordador.
38 Para este cortinaje se hicieron cinco columnas con sus broches. Sus capiteles y sus anillas estaban revestidos de oro, y sus cinco basas eran de bronce.

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Introducción a Exodo 

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Fuente: Comentario al Nuevo Testamento (Serafín de Ausejo, 1975)

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Notas