Proverbios 4 Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011) | 27 versitos |
1 Escuchad, hijos, la instrucción paterna; | prestad atención y adquirid inteligencia.
2 Os transmito un saber excelente, | no abandonéis mi enseñanza.
3 También yo fui un hijo para mi padre, | querido cual unigénito para mi madre;
4 mi padre me instruía diciéndome: | «Guarda mis palabras en tu corazón, | observa mis mandatos y vivirás».
5 Adquiere sabiduría, adquiere inteligencia; | no la olvides, ni dejes mis consejos;
6 no la abandones y ella te cuidará, | ámala y te protegerá.
7 El comienzo de la sabiduría es adquirirla, | con todos tus haberes compra prudencia;
8 conquístala, y te hará noble; | abrázala, y te colmará de honores;
9 te tocará con hermosa diadema, | te ceñirá una espléndida corona.
10 Escucha, hijo mío, recibe mis palabras, | y aumentarán los años de tu vida.
11 Te instruiré en el camino de la sabiduría, | te guiaré por la senda recta;
12 al caminar, serán ágiles tus pasos; | cuando corras, no tropezarás;
13 agárrate a la instrucción, no la sueltes; | consérvala, que en ello te va la vida.
14 No transites por rutas de malvados, | no pises el camino de los perversos;
15 déjalo a un lado, no cruces por él; | apártate de él, pasa de largo.
16 Los malvados no duermen si no hacen el mal, | pierden el sueño si no acaban con alguien;
17 se hartan de crímenes como de pan, | se embriagan de violencia como de vino.
18 La senda del justo es aurora luminosa, | crece su luz hasta hacerse mediodía;
19 ° mas los malvados caminan en tinieblas ° , | y no saben dónde tropiezan.
20 Hijo mío, atiende a mis palabras, | presta atención a mis razones;
21 nunca las pierdas de vista, | guárdalas en tu corazón,
22 pues dan vida a quien las encuentra, | proporcionan salud a su cuerpo.
23 Sobre todo, vigila tus intenciones, | pues de ellas brota la vida.
24 Aparta de tu boca la maledicencia, | aleja la mentira de tus labios;
25 mira siempre de frente, | que no se desvíe tu mirada.
26 Mira dónde pones los pies | y será seguro tu camino;
27 No te desvíes a derecha ni a izquierda, | aparta tus pasos de la maldad.

Patrocinio

 
 

Introducción a Proverbios

PROVERBIOS

La atribución del libro de los Proverbios a Salomón (Pro 1:1) responde a un convencionalismo literario cultivado con amplitud en el judaísmo y en las culturas adyacentes. En el conjunto es fácil reconocer distintas partes, que vieron la luz en diferentes momentos de la historia de Israel; la obra como tal habría quedado concluida en torno a los siglos iv-iii a.C. A partir del cap. Pro 10:1-32 aflora una temática variopinta en la que se abordan aspectos de la vida personal y social desde una perspectiva práctica: cómo habérselas con los individuos y con el colectivo social en el que uno vive para poder desarrollar una vida plena y armónica. Y, sin embargo, teniendo en cuenta que el orden sobre el que se asientan cosmos y sociedad ha sido establecido por Dios, no es justo calificar de intramundano este esfuerzo sapiencial. Del hincapié en el esfuerzo personal los sabios pasan a considerar el temor (respeto) del Señor como condición indispensable para la adquisición de una vida en plenitud. Este es fundamentalmente el mensaje de Pro 1:1-33; Pro 2:1-22; Pro 3:1-35; Pro 4:1-27; Pro 5:1-23; Pro 6:1-35; Pro 7:1-27; Pro 8:1-36; Pro 9:1-18.

Fuente: Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011)

Patrocinio

Notas

Proverbios 4,19*4:19 Luz y tinieblas son símbolos, el primero, de una vida feliz y plena, y el segundo, de una vida fracasada y autodestructiva.