Isaías 22 Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011) | 25 versitos |
1 ° Oráculo sobre el valle de la Visión. ¿Qué te ocurre, que te subes | en masa a las terrazas,
2 ciudad ruidosa y turbulenta, villa alegre? | Tus muertos no fueron traspasados por la espada, | no cayeron en combate.
3 Tus jefes desertaron en bloque, | sin disparar el arco cayeron prisioneros. | A cuantos encontraron, a todos juntos, los hicieron prisioneros, | aunque hubieran huido lejos.
4 Por eso digo: «Apartaos de mí, | lloraré amargamente; | no pretendáis consolarme | por la devastación de mi pueblo».
5 Porque es un día de turbación, | abatimiento y desconcierto, | que envía el Señor, Dios del universo. | En el valle de la Visión | socavan las murallas, | y el griterío se eleva hacia los montes.
6 Elán lleva la aljaba, Siria los carros con los caballeros, | Quir desnuda el escudo.
7 Tus valles escogidos | están cubiertos de carros, | los caballeros toman posiciones delante de tus puertas.
8 Judá ha quedado al descubierto. | Aquel día, visteis | las armas de la Casa del Bosque;
9 se habían multiplicado | las brechas de la ciudad de David; | reunisteis el agua en el depósito de abajo
10 y, después de contar las casas de Jerusalén, | demolisteis algunas para reforzar la muralla.
11 Hicisteis entre los dos muros un depósito | para el agua de la antigua alberca, | pero no os fijabais en quien todo lo hace, | ni mirabais al que lo ha planeado hace tiempo.
12 El Señor, Dios del universo os convocaba aquel día | a llorar y a lamentaros, | a raparos y a ceñir el sayal;
13 en cambio, todo es fiesta y alegría, | matar vacas y degollar corderos, | comer carne y beber vino: | «Comamos y bebamos que mañana moriremos».
14 Me lo ha revelado al oído el Señor del universo: | «No se expiará este pecado hasta que muráis» | —lo ha dicho el Señor del universo—.
15 Así dice el Señor, Dios del universo: «Anda, ve a ese mayordomo de palacio, | a Sobná:
16 “¿Qué tienes aquí, a quién tienes aquí, | que te labras aquí un sepulcro? | Te estás labrando un sepulcro en lo alto, | excavando en la roca un lugar de reposo.
17 Mira: el Señor te arrojará con fuerza,
18 te hará dar vueltas y vueltas como un aro, | hacia un extenso país. | Allí morirás, allí terminarán tus carrozas de gala, | baldón de la corte de tu señor.
19 Te echaré de tu puesto, | te destituirán de tu cargo.
20 Aquel día llamaré a mi siervo, | a Eliaquín, hijo de Esquías,
21 le vestiré tu túnica, | le ceñiré tu banda, | le daré tus poderes; | será padre para los habitantes de Jerusalén | y para el pueblo de Judá.
22 Pongo sobre sus hombros | la llave del palacio de David: | abrirá y nadie cerrará; | cerrará y nadie abrirá.
23 Lo clavaré como una estaca en un lugar seguro, | será un trono de gloria para la estirpe de su padre.
24 Pero cuando de él dependa toda la riqueza de la casa de su padre, de sus descendientes y de sus familiares, hasta los objetos más pequeños, las copas y las jarras,
25 ese día —oráculo del Señor del universo— se debilitará la estaca clavada en lugar seguro, se partirá y la carga que soportaba caerá y se destruirá”». Porque el Señor lo ha dicho.

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Introducción a Isaías

ISAÍAS

El libro de Isaías es uno de los más citados en el Nuevo Testamento, y, exceptuados los Salmos, es el texto del Antiguo Testamento más usado en la liturgia católica. La presencia de más de una copia entre los manuscritos encontrados en el lugar de Qumrán demuestra igualmente que ocupaba un lugar de primer orden en el judaísmo de tiempos de Jesús. Se presenta dividido en tres grandes secciones, designadas frecuentemente como libros del Primer Isaías (caps. Isa 1:1-31; Isa 2:1-22; Isa 3:1-26; Isa 4:1-6; Isa 5:1-30; Isa 6:1-13; Isa 7:1-25; Isa 8:1-22; Isa 9:1-21; Isa 10:1-34; Isa 11:1-16; Isa 12:1-6; Isa 13:1-22; Isa 14:1-32; Isa 15:1-9; Isa 16:1-14; Isa 17:1-14; Isa 18:1-7; Isa 19:1-25; Isa 20:1-6; Isa 21:1-17; Isa 22:1-25; Isa 23:1-18; Isa 24:1-23; Isa 25:1-12; Isa 26:1-21; Isa 27:1-13; Isa 28:1-29; Isa 29:1-24; Isa 30:1-33; Isa 31:1-9; Isa 32:1-20; Isa 33:1-24; Isa 34:1-17; Isa 35:1-10; Isa 36:1-22; Isa 37:1-38; Isa 38:1-22; Isa 39:1-8), del Segundo Isaías (caps. Isa 40:1-31; Isa 41:1-29; Isa 42:1-25; Isa 43:1-28; Isa 44:1-28; Isa 45:1-25; Isa 46:1-13; Isa 47:1-15; Isa 48:1-22; Isa 49:1-26; Isa 50:1-11; Isa 51:1-23; Isa 52:1-15; Isa 53:1-12; Isa 54:1-17; Isa 55:1-13) y del Tercer Isaías (caps. Isa 56:1-12; Isa 57:1-21; Isa 58:1-14; Isa 59:1-21; Isa 60:1-22; Isa 61:1-11; Isa 62:1-12; Isa 63:1-19; Isa 64:1-12; Isa 65:1-25; Isa 66:1-24). Cada una de estas partes, en particular la primera, no son en sí mismas homogéneas y no se puede afirmar que provengan todas ellas de la misma mano. En todo caso, la parte correspondiente al Primer Isaías (también llamado Protoisaías) contiene los textos atribuidos al gran profeta Isaías que desarrolló su actividad en el siglo viii a.C. en Jerusalén; aunque hay excepciones, como el llamado «Apocalipsis de Isaías» (caps. Isa 24:1-23; Isa 25:1-12; Isa 26:1-21; Isa 27:1-13), que es posexílico. Los capítulos atribuidos al Segundo Isaías (o Deuteroisaías) ofrecen, en cambio, un texto fuertemente homogéneo, compuesto tal vez en un breve período de tiempo por un mismo autor durante el exilio. Finalmente Los textos que se subsumen bajo el nombre de Tercer Isaías (o Tritoisaías) tienen rasgos que permiten situarlos en circunstancias diversas o atribuirlos a diferentes autores.

Fuente: Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011)

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Notas

Isaías 22,1-14*22:1-14 El texto refleja la crisis del año 701, cuando Senaquerib, rey de Asiria, renunció a apoderarse de Jerusalén, pero redujo el reino de Judá a la capital, ocupando el resto del país.