Isaías 22 Septuaginta en Español (Jünemann, 1992) | 25 versitos |
1
La palabra del valle de Sión
¿Qué te ha acontecido que habéis ahora, ascendido todos a terrados vanos? (a) .
2 Has llenado la ciudad de clamantes; los heridos tuyos, no heridos en cuchillas; ni tus muertos, muertos de guerra (b) ;
3 todos tus príncipes han huido; y los cautivos duramente atados están; y los fuertes en ti, lejos han huido.
4 Por esto dije: «Dejadme, amargamente lloraré; no os empeñéis en consolarme del quebrantamiento de la hija del linaje mío»;
5 porque día de turbulencia y perdición, y holladura y errabundez, de parte del Señor de los ejércitos; en valle de Sión yerran; de pequeño a grande yerran por los montes.
6 Y los elamitas cogieron aljabas, montadores hombres sobre bridones; y congregación de enfilamiento.
7 Y serán tus electos valles: se llenarán de carros; y los cabalgadores obstruirán tus puertas;
8 y descubrirán las puertas de Judá;
9 y mirarán aquel día, a las electas casas de la ciudad, y descubrirán lo oculto de las casas del alcázar de David. Y vieron que muchos son; y que apartó el agua de la antigua piscina a la ciudad,
10 y que arrasaron las casas de Jerusalén para fortificaciones de muro para la ciudad.
11 Y os habéis hecho agua en medio de los dos muros dentro de la piscina, la antigua; y no habéis mirado al que desde el principio la hizo; y al que la creó no habéis visto.
12 Y llamó el Señor, Señor de ejércitos en aquel día, llanto y plañido, y rasura y ceñidura de sacos;
13 ellos, empero, hicieron alegría y alborozo, degollando becerros y sacrificando ovejas, para comer carnes y beber vino, diciendo: «Comamos y bebamos, que mañana morimos».
14 Y descubierto esto está en las orejas del Señor de ejércitos; pues no os perdonará este pecado, hasta que muráis.
15 Esto dice el Señor de los ejércitos: «Ve al pastoforio, y di a Somnás, el tesorero:
16 «¿Qué, tú aquí? y ¿qué para ti hay aquí; que te cortaste aquí monumento, y te hiciste, en alto, monumento, y te picaste, en piedra, tabernáculo?»
17 He aquí ahora el Señor de los ejércitos lanza y quebranta varón; y quitará tu estola y tu corona, la gloriosa;
18 y te arrojará a región grande y desmesurada, y allí morirás; y pondrá tu carro, el hermoso, en deshonra, y la casa de tu príncipe en holladura;
19 y quitado serás de la administración tuya y del grado tuyo.
20 Y será en aquel día, y llamaré a mi niño, a Eliacim, el de Helcías,
21 y le vestiré tu estola; y tu corona le daré según poder; y tu administración daré en mano de él; y será, como padre, para los habitantes de Jerusalén y para los habitantes de Judá.
22 Y le daré la gloria de David, y principará y no habrá quien contradiga, y daré la llave de casa de David sobre su hombro; y abrirá y no habrá quien cierre; y cerrará y no habrá quien abra.
23 Y lo pondré príncipe en lugar fiel (c) , y será para trono de gloria de la casa de su padre;
24 y estará confiado en él todo glorioso en casa de su padre, de pequeño a grande, y estarán pendientes de él,
25 aquel día. Esto dice el Señor de los ejércitos: «Movido será el hombre, el afianzado en lugar fiel; y quitado será, y caerá, y exterminada la gloria, la sobre él; pues el Señor ha hablado».


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Introducción a Isaías

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Fuente: Jünemann (1992)

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Notas

Isaías 22,1
1 a. En vano.



Isaías 22,2
2 b. Sino de hambre y peste.



Isaías 22,23
23 c. Seguro, la casa de David.