1 Canto de victoria [a] Aquel día se cantará este canto en la tierra de Judá: ?Tenemos una ciudad fuerte. Para salvarnos levantó el Señor murallas y fortificaciones. |
2 Abrid las puertas [b] para que pase una nación justa que se mantiene fiel. |
3 Señor, tú conservas en paz a los de carácter firme, porque confían en ti. |
4 Confiad siempre en el Señor, porque él es refugio eterno. |
5 Él hace caer a los orgullosos y humilla a la ciudad soberbia derribándola hasta el suelo, |
6 para que los humildes y los pobres la pisoteen con sus pies.? |
7 El camino de los justos es recto; tú, Señor, allanas su camino. [c] |
8 Nosotros también nos sentimos seguros en el camino señalado por tus leyes, Señor. Lo que nuestro corazón desea es pensar en ti. |
9 De todo corazón suspiro por ti en la noche; desde lo profundo de mi ser te busco. Cuando tú juzgues la tierra, los hombres aprenderán lo que es justicia. |
10 Aunque tengas compasión de los malos, ellos no aprenderán a ser rectos; son perversos en tierra de gente honrada y no tienen en cuenta la grandeza del Señor. |
11 Señor, tienes el castigo preparado, pero no quieren darse cuenta; cuando vean tu ardiente amor por tu pueblo, quedarán en ridículo. ¡Ojalá que el fuego de tu ira los devore! [d] |
12 Señor, tú nos concedes bienestar; eres tú, en verdad, quien realizas todas nuestras obras. [e] |
13 Señor y Dios nuestro, otros señores han sido nuestros amos, pero tan solo a ti reconocemos por Señor. |
14 Ellos están muertos y no volverán a vivir; no son sino sombras que no volverán a levantarse; pues los has castigado, los has destruido, has acabado con todo recuerdo de ellos. [f] |
15 Tú hiciste crecer la nación, Señor; la hiciste crecer para gloria tuya, extendiste todas las fronteras del país. |
16 En la aflicción te buscamos, Señor, cuando nos corriges con un simple murmullo. [g] |
17 Delante de ti estábamos, Señor, como cuando a una mujer encinta se le acerca el momento del parto y se retuerce y grita de dolor. |
18 Concebimos, sentimos los dolores del parto y dimos a luz, pero no era más que viento. No hemos traído la salvación al país ni va a nacer más gente que pueble el mundo. [h] |
19 Pero tus muertos sí volverán a vivir; sus cadáveres resucitarán. Los que duermen en la tierra se despertarán y darán gritos de alegría. Porque tú envías tu luz como rocío, y los muertos volverán a nacer de la tierra. [i] |
20 Ve, pueblo mío, entra en tu casa y cierra las puertas detrás de ti. Escóndete un poco, hasta que pase la ira del Señor. |
21 Porque el Señor va a salir de su palacio para castigar por sus pecados a los habitantes de la tierra; y la tierra no ocultará más a sus víctimas, sino que dejará ver los crímenes cometidos en ella. [j]
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