1 Culpa y castigo de Israel La fuerza del Señor no ha disminuido como para no poder salvar, [a] ni se ha vuelto el Señor tan sordo [b] como para no poder oir. |
2 Pero las maldades que habéis cometido han levantado una barrera entre vosotros y Dios; vuestros pecados han hecho que él se cubra la cara y que no quiera oiros. |
3 Tenéis las manos manchadas de sangre [c] y los dedos manchados de crímenes; vuestros labios dicen mentiras; vuestra lengua emite maldad. |
4 Nadie hace denuncias justas, ni va a juicio con honradez. Confían más bien en la mentira [d] y en palabras falsas; están preñados de maldad y dan a luz el crimen. |
5 Incuban huevos de víbora y tejen telarañas; [e] el que come esos huevos, muere, y si alguien los aplasta, salen serpientes venenosas. |
6 Con esas telarañas no se hacen vestidos; nadie puede vestirse con lo que ellos tejen. Sus acciones son todas criminales: sus manos trabajan para hacer violencia, |
7 sus pies les sirven para correr al mal, para darse prisa a derramar sangre inocente. Sus pensamientos se dirigen al crimen, y a su paso dejan solo destrucción y ruina. [f] |
8 No conocen el camino de la paz, no hay rectitud en sus acciones. Los caminos que siguen son torcidos; los que andan por ellos no encuentran la paz. [g] |
9 Por eso la salvación se ha alejado de nosotros y nuestra liberación no se acerca; esperábamos la luz, y no hay más que oscuridad; esperábamos la claridad, y andamos en tinieblas. [h] |
10 Andamos a tientas, como ciegos junto a una pared, como si no tuviéramos ojos. En pleno mediodía tropezamos como si fuera de noche; teniendo salud, estamos como muertos. |
11 Todos nosotros gruñimos como osos, gemimos como palomas; [i] esperamos la salvación, pero no llega; esperamos la liberación, pero está lejos. |
12 Te hemos ofendido mucho, y nuestros propios pecados nos acusan; tenemos presentes nuestras culpas y conocemos nuestras maldades. |
13 Hemos sido rebeldes e infieles al Señor, no hemos querido seguir a nuestro Dios, hemos hablado de violencia y traición, hemos hecho planes para engañar a los demás. |
14 La justicia ha sido despreciada, la rectitud se mantiene a distancia, la sinceridad tropieza en la plaza pública y la honradez no puede presentarse. |
15 La sinceridad ha desaparecido, y al que se aparta del mal le roban lo que tiene. El Señor se ha disgustado al ver que no hay justicia. |
16 El Señor quedó asombrado al ver que nadie ponía remedio a esto; entonces actuó con su propio poder, y él mismo obtuvo la victoria. [j] |
17 Se cubrió de triunfo como con una coraza, se puso la salvación como un casco en la cabeza, [k] se vistió de venganza como con una túnica y se envolvió en la ira como con un manto. |
18 El Señor dará a cada cual su merecido; castigará a sus enemigos. A quienes le odian, les dará lo que se merecen; aun a los que viven en los países del mar. |
19 Todo el mundo, desde oriente hasta occidente, respetará al Señor al ver su majestad. Porque él vendrá como un río crecido, movido por un viento poderoso; |
20 vendrá como redentor de Sión y de todos los descendientes de Jacob que se arrepientan de sus culpas. [l] El Señor lo afirma. |
21 El Señor dice: ?Yo hago un pacto con vosotros, y os prometo que mi poder y las enseñanzas que os he dado no se apartarán de vosotros ni de vuestros descendientes por toda la eternidad.? [m]
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