Jeremías  19 Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011) | 15 versitos |
1 ° El Señor me dijo: «Ve a comprar una jarra de loza, y que te acompañen algunos concejales y sacerdotes.
2 Sal hacia el valle de Ben Hinnón, por la Puerta de los Cascotes, y proclama allí lo que voy a decirte.
3 Dirás: “Escuchad la palabra del Señor, reyes de Judá y vecinos de Jerusalén: Esto dice el Señor del universo, Dios de Israel: Voy a traer sobre este lugar una catástrofe que, a quien la oiga, le zumbarán los oídos.
4 Porque me han abandonado, han hecho extraño este lugar sacrificando en él a dioses extranjeros, que ni ellos ni sus padres conocían, y los reyes de Judá lo han llenado de sangre inocente.
5 Han construido recintos sagrados a Baal para quemar en ellos a sus hijos como holocaustos en honor de Baal, cosa que no les mandé, ni les sugerí, ni se me pasó por la cabeza.
6 Por eso llegan días —oráculo del Señor— en que ya no llamarán a este lugar ‘Tófet’ ni ‘valle de Ben Hinnón’, sino ‘valle de la Matanza’.
7 Haré que fracasen en él los planes de Judá y Jerusalén, los haré caer a espada ante sus enemigos, por mano de los que quieren matarlos, y daré sus cadáveres como pasto a las aves y a las bestias.
8 Convertiré esta ciudad en objeto de espanto y de burla: los que pasen junto a ella se espantarán y silbarán a la vista de tantas heridas.
9 Haré que se coman a sus hijos e hijas, que se coman unos a otros, cuando les aprieten y estrechen el cerco sus enemigos mortales”.
10 Después romperás la jarra en presencia de tus acompañantes
11 y les dirás: “Esto dice el Señor del universo: Así romperé yo a este pueblo y a esta ciudad, como se rompe un cacharro de barro sin que se pueda recomponer. Y enterrarán en Tófet por falta de sitio.
12 Así trataré a este lugar y a sus habitantes. Haré de esta ciudad un Tófet —oráculo del Señor—;
13 las casas de Jerusalén y los palacios reales de Judá serán inmundos como el lugar de Tófet, esas casas en cuyas azoteas quemaban ofrendas con incienso a los astros del cielo y derramaban libaciones a dioses extranjeros”».
14 Jeremías volvió de Tófet, adonde lo había mandado el Señor a profetizar, se plantó en el atrio del templo y dijo a toda la gente:
15 «Esto dice el Señor del universo, Dios de Israel: “Voy a traer sobre esta ciudad y su comarca todos los males con que la he amenazado, porque endurecieron su cerviz y no escucharon mis palabras”».

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Introducción a Jeremías 

JEREMÍAS

En el conjunto de los libros proféticos, el de Jeremías se caracteriza, entre otras cosas, por incorporar gran cantidad de material narrativo. Llama también la atención el aparente desorden del material que compone el libro, pues no sigue una línea cronológica clara, aunque existe una cierta continuidad por los relatos biográficos que se ocupan de la vida del profeta a partir del año 608 a.C. En este contexto, todo el libro se mueve pendularmente (y paradójicamente) entre dos extremos: la irremediable destrucción, ya decretada, y la posibilidad de recuperación a partir de la conversión; los oráculos de aniquilamiento sin posibilidad de recurso, y las profecías de restauración. Anunciará con firmeza el establecimiento de una nueva alianza (Jer 31:31 ss) entre Dios y su pueblo, que se hará realidad siglos más tarde en la persona de Jesús, el Hijo de Dios.

Fuente: Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011)

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Notas

Jeremías  19,1-15*2:1-25:14 Toda esta amplia y heterogénea sección se caracteriza, en líneas generales, por la temática del juicio. En ocasiones, la división de algunas de las secciones no es del todo segura.


Jeremías  19,1-13*19:1-13 Nueva acción simbólica que contiene temática y expresiones ya familiares. En el v. Jer 19:9 encontramos truculentas escenas, típicas en asedios prolongados.