1 Castigo de Israel, Amón y Babel Y fue hecha palabra del Señor a mí, diciendo: |
2 «Por esto profetiza, hijo de hombre, afianza tu rostro sobre Jerusalén y mira hacia los santuarios de ellos, y profetizarás sobre la tierra de Israel. |
3 Y dirás a la tierra de Israel: «He aquí yo a ti, y sacaré mi daga de su vaina, y exterminaré de ti, a injusto e inicuo. |
4 Por cuanto exterminaré, de ti, a injusto e inicuo, así saldrá la daga mía de su vaina sobre toda carne, de mediodía a septentrión; |
5 y conocerá toda carne esto: que yo, el Señor, he sacado mi daga de su vaina; no retornará más. |
6 Y tú, hijo de hombre, gime mucho en quebranto de tu lomo; y en dolores gime ante los ojos de ellos. |
7 Y será: si dijeren a ti: ¿Por qué tú gimes? dirás: «Por el mensaje, por esto: porque viene (a) , y herido será todo corazón; y todas las manos desmayarán; y desfallecerá toda carne y todo espíritu; y todos los muslos se inquinarán de humedad», he aquí viene, dice el Señor Señor». |
8 Y fue hecha palabra del Señor a mí, diciendo: |
9 «Hijo de hombre, profetiza, y dirás: «Esto dice el Señor: Di: «Espada, espada, afílate y enfurécete, |
10 para que degüelles; afílate para que te conviertas en fulgor, preparada a disipación (b) : degüella, desdeña, desecha todo leño.» |
11 Y la dio apta para que la asiera su mano; afilada ha sido la espada; está apta para darla en mano de matador. |
12 Vocifera y ulula, hijo de hombre; pues ella ha sido hecha en (c) mi pueblo; ella, en todos los caudillos de Israel; peregrinarán; por espada ha sido (d) en mi pueblo; por esto bate sobre tu mano. |
13 Porque juzgado está; ¿también la tribu ha sido desechada? (e) . No será, dice el Señor Señor. |
14 Y tú, hijo de hombre, profetiza, y bate mano con mano; y duplica espada: la tercera espada de heridos es; espada de heridos, la grande. |
15 Y los pasmarás; para que no se quiebre el corazón, y se multipliquen los enfermos sobre toda puerta; entregados han sido a degüello; bien ha sido hecha (f) en fulgor. |
16 Y pasa, afílate a diestra y siniestra, a donde tu rostro se levantare. |
17 Y yo batiré mi mano con mi mano y lanzaré adentro mi furor; yo, el Señor, he hablado.» |
18 Y fue hecha palabra del Señor a mí, diciendo: «Y tú, hijo de hombre, disponte (g) dos caminos, |
19 para que entre la espada de rey de Babel: de región una saldrán los dos; y mano al principio de camino de ciudad; sobre principio de camino constituirás, |
20 que entre espada sobre Rabbath, de hijos de Amón, y sobre la Judea y sobre Jerusalén en medio de ella. |
21 Por esto: porque se pondrá el rey de Babel sobre el antiguo camino sobre el principio de los dos caminos para adivinar adivinación, para hervir vara, y consultar en las esculturas, e inspeccionar hígados a su diestra (h) . |
22 Fue hecha la adivinación sobre Jerusalén; de echar vallado, de abrir boca en vociferación; de alzar voz con grita, de echar vallado sobre las puertas de ella, de echar valladar, de construir ballestas. |
23 Y él (i) como adivinándoles adivinación, a faz de ellos; y él rememorando iniquidades de él de rememorar. |
24 Por esto, esto dice el Señor: «Por cuanto habéis recordado vuestras injusticias, al ser reveladas vuestras impiedades, para que fuesen vistos los pecados vuestros, en todas vuestras impiedades y en vuestros cultos; por cuanto lo recordáis (j) , en ello cogidos seréis.» |
25 Y tú, inicuo contaminado príncipe de Israel, cuyo día llega en tiempo de iniquidad-término (k) ; |
26 esto dice el Señor: «Quitaste la tiara y te pusiste corona; esta no será así (l) ; humillaste lo alto y enalteciste lo bajo. |
27 ¡Injusticia, injusticia, injusticia! la pondré: ¡ay de ella! tal será hasta que viniere el a quien se debe (m) , y entregaré (n) a él.» |
28 Y tú, hijo de hombre, profetiza, y dirás: Esto dice el Señor a los hijos de Amón y al oprobio de ellos; y dirás: «Espada, espada, desenvainada para degüellos, y desenvainada para consumación, levántate, porque esplendas. |
29 En tu visión la vana, y en el adivinar tú mentirás para que te entregues a cuellos de heridos inicuos; llega el día de iniquidad-término. |
30 Vuélvete (o) ; no te quedes en este lugar que has nacido: en la tierra, la propia tuya te juzgaré. |
31 Y derramaré sobre ti mi ira; en el fuego de mi ira soplaré sobre ti, y te entregaré en manos de varones extraños, que fabrican perdiciones. |
32 En fuego serás pasto, tu sangre estará en medio de tu tierra; no habrá, no, memoria de ti, por esto: porque yo, el Señor, he hablado.»
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