Daniel  5 Biblia Peshitta en Español (Holman Bible Publishers, 2015) | 31 versitos |
1 El rey Beltesazar ofreció un gran banquete a mil de sus príncipes, y se puso a beber vino delante de los mil.
2 Beltesazar, bajo los efectos del vino, dio órdenes de que le trajeran los vasos de oro y de plata que su padre Nabucodonosor había sustraído del templo que estaba en Jerusalén, para que bebieran en ellos el rey y sus príncipes, sus esposas y sus concubinas.
3 Entonces fueron traídos los vasos de oro que Nabucodonosor sustrajo del templo de Dios que estaba en Jerusalén, y bebieron en ellos el rey y sus príncipes, sus esposas y sus concubinas;
4 se pusieron a beber vino y alabaron a los dioses de oro y de plata, de bronce y de hierro, de madera y de piedra.
5 Y en ese mismo momento aparecieron los dedos de una mano humana que escribían delante de un candelero sobre el encalado de una pared del palacio del rey; y el rey veía la palma de la mano que escribía,
6 por lo cual se demudó el semblante del rey y se turbó su mente, se le aflojaron las coyunturas de su espalda, y sus rodillas chocaban una contra la otra.
7 Y el rey gritó fuertemente que trajeran ante él a los encantadores, a los caldeos, a los magos y a los sabios. Luego el rey se dirigió a los sabios de Babilonia, diciéndoles: Cualquier hombre que lea esta inscripción y me dé a conocer su interpretación, será vestido de púrpura y se le pondrá un collar de oro en su cuello, y gobernará como tercero en el reino.
8 Entonces acudieron los sabios del rey, pero no fueron capaces de leer aquella inscripción ni de declarar al rey su interpretación;
9 por lo cual el rey Beltesazar se turbó muchísimo y se demudó su semblante, y sus nobles quedaron desconcertados.
10 Debido a la declaración del rey y de sus nobles, la reina se introdujo a la sala del banquete, y dirigiéndose al rey, dijo: ¡Vive para siempre, oh rey! No te turben tus pensamientos ni se demude tu semblante.
11 Hay un varón en tu reino en quien hay espíritu de los dioses santos; y en tiempos de tu padre se encontró en él iluminación, entendimiento y gran sabiduría, semejante a la sabiduría de los dioses. Y tu padre, el rey Nabucodonosor, lo designó jefe de los hechiceros, de los encantadores, de los magos y de los caldeos,
12 debido a que se encontró en él espíritu, conocimiento e inteligencia extraordinarios para la interpretación de sueños, la revelación de enigmas y la solución de problemas difíciles. Llamen a Daniel, aquel Daniel a quien el rey puso por nombre Beltesasar, y él dará a conocer la interpretación.
13 Entonces Daniel fue llevado a la presencia del rey, y el rey se dirigió a Daniel, diciendo: ¿Eres tú aquel Daniel, uno de los cautivos de Judá, que el rey mi padre trajo de Judá?
14 He sido informado respecto a ti de que hay en ti espíritu de los dioses santos, y que se ha hallado en ti extraordinaria iluminación, inteligencia y sabiduría.
15 Han sido traídos a mi presencia hechiceros y encantadores para que leyeran esta inscripción y me dieran a conocer su interpretación, sin embargo, no fueron capaces de darme a conocer la interpretación de lo escrito;
16 pero he sido informado respecto a ti de que eres capaz de dar interpretaciones y dar solución a problemas difíciles. Ahora, si eres capaz de leer esta inscripción y de darme a conocer su interpretación, serás vestido de púrpura y se te pondrá un collar de oro en tu cuello, y gobernarás como tercero en el reino.
17 Entonces Daniel respondió, y dijo al rey: Tus presentes sean para ti y da el honor de tu casa a otros. No obstante, yo leeré la inscripción al rey y le daré a conocer su interpretación.
18 A ti, oh rey: El Altísimo Dios otorgó a tu padre Nabucodonosor, reino, grandeza, esplendor y majestad;
19 y a causa de la grandeza que se le otorgó, todos los pueblos, naciones y lenguas temblaban y mostraban temor delante de él; daba muerte a quien le placía, y a quien le placía permitía vivir; a quien le placía engrandecía, y a quien le placía humillaba.
20 Pero cuando su corazón se enalteció y su espíritu se endureció por la exaltación, fue depuesto de su trono real y su esplendor le fue quitado.
21 Fue expulsado de entre los hombres; su corazón llegó a ser semejante al de las bestias y su morada estaba junto con los asnos monteses; comió hierba como un buey y su cuerpo se empapó con el rocío del cielo, de modo que su cabello creció como plumas de águila, y sus uñas como las de las aves, hasta que reconoció que es el Dios Altísimo el que ejerce el dominio sobre el reino de los hombres y que lo entrega a quien le place, y designa sobre él al más humilde de los hombres.
22 Sin embargo tú, Beltesazar su hijo, no humillaste tu corazón aunque estabas enterado de todo esto;
23 al contrario, te enalteciste en contra del Señor del Cielo, y has hecho traer a tu presencia los vasos de su templo y se han puesto a beber vino en ellos tú, tus príncipes, tus esposas y tus concubinas, y has alabado a los dioses de oro y de plata, de bronce y de hierro, de madera y de piedra, que no ven, ni oyen, ni entienden; pero al Dios en cuyas manos está tu aliento y todos tus senderos, a Él no lo alabaste ni lo honraste.
24 Entonces, de su presencia fue enviada la palma de la mano y grabó esta inscripción.
25 Y ésta es la inscripción que fue grabada: MENE, MENE, TEKAL UPARSIN.
26 Ésta es la interpretación de la inscripción: MENE: Dios ha contado tu reino y le ha puesto fin.
27 TEKAL: Fuiste pesado en una balanza y se te halló falto de peso.
28 PERAS: tu reino ha sido dividido y entregado a Media y a Persia.
29 Entonces el rey Beltesazar dio órdenes de que ataviaran a Daniel de púrpura y de que le pusieran un collar de oro en su cuello. Luego proclamaron que él tendría autoridad como tercero en el reino.
30 Y aquella misma noche asesinaron a Beltesazar, rey de los caldeos.
31 Y Darío el medo asumió el reinado cuando tenía como sesenta y dos años.

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Introducción a Daniel 

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