Joel  1 Septuaginta en Español (Jünemann, 1992) | 20 versitos |
1
Profetiza que la langosta arrasará a toda la Judea
Palabra del Señor que fue hecha a Joel, el de Batuel.
2 Oíd esto, los ancianos; y escuchad todos los habitantes de la tierra. ¿Si habrá acontecido cosa tal en vuestros días o en los días de vuestros padres?
3 De esto a vuestros hijos contad, y vuestros hijos a sus hijos, y sus hijos a la otra generación.
4 Los residuos de la oruga devoró la langosta; y los residuos de la langosta devoró el pulgón, y los residuos del pulgón devoró la roya.
5 Despertad los ebrios, del vino de ellos y llorad; trenad, todos los que bebéis vino hasta la ebriedad; pues ha sido quitada, de vuestra boca, la alegría y el gozo.
6 Pues gente ha subido a mi suelo, fuerte e innúmera; sus dientes, dientes de león, y sus muelas de cachorro;
7 ha puesto mi vid en desaparecimiento, y mis higueras en quebranto; escudriñando escudriñóla y derribó; blanquearon sus ramas.
8 Plañe por mí, sobre la esposa vestida de saco por su marido el virginal.
9 Quitada ha sido la hostia y libación de casa del Señor; llorad, sacerdotes, los ministros del altar.
10 Porque desolados están los campos; llore la tierra, porque desolado está el trigo; secóse el vino; mermó el aceite;
11 secáronse los labriegos; llorad, heredades, por el trigo y cebada; pues ha perecido la vendimia del campo;
12 la vid secádose; y las higueras mermado. Granado, y palma, y manzano, y todos los leños del campo han secádose; pues avergonzaron el gozo los hijos de los hombres.
13 Ceñíos y plañid los sacerdotes; trenad, los ministros del altar; entrad, dormid en sacos, ministros de Dios; pues se ha retirado de la casa de nuestro Dios, la hostia y la libación.
14 Santificad el ayuno; pregonad reunión; congregad ancianos, a todos los habitadores de la tierra en casa de vuestro Dios; y clamad al Señor continuamente.
15 ¡Ay de mí! ¡ay de mí! ¡ay de mí en el día! pues cercano está el día del Señor; y como calamidad de calamidad vendrá.
16 Frente por frente de vuestros ojos, los víveres perecieron y de la casa de vuestro Dios, la alegría y el gozo.
17 Saltaron (a) becerras de sus pesebres; desvaneciéronse, los tesoros; socaváronse los lagares, que se secó el trigo.
18 ¿Qué nos guardaremos? Lloraron vacadas de vacas; que no había pasto para ellas; y los retoños de las ovejas desaparecieron.
19 A ti, Señor, clamaré; porque el fuego consumió los primores del desierto; y la llama quemó todos los leños del campo;
20 y las bestias del llano han mirado hacia ti; por haberse secado los manantiales de las aguas y fueron devorados los primores del desierto.


Patrocinio

 
 

Introducción a Joel 

No hay comentario

Fuente: Jünemann (1992)

Patrocinio

Notas

Joel  1,17
17 a. De hambre.