1 IV. LA LEY DE SANTIDAD [a] El santuario único [b] El Señor se dirigió a Moisés y le dijo: |
2 ?Dile a Aarón, y a sus hijos, y a todos los israelitas, que el Señor ha dado estas órdenes: |
3 ?Cualquier israelita que mate un toro, un cordero o una cabra, dentro o fuera del campamento, |
4 y que no lo traiga a la entrada de la tienda del encuentro para presentarlo como ofrenda al Señor ante su santuario, será culpable de derramamiento de sangre. Por lo tanto, será eliminado de entre su gente. |
5 Esto es para que los israelitas ofrezcan al Señor los animales que maten al aire libre, y los lleven al sacerdote a la entrada de la tienda del encuentro, para que él los ofrezca por ellos como sacrificio de reconciliación. |
6 El sacerdote rociará la sangre sobre el altar del Señor, a la entrada de la tienda del encuentro, y quemará la grasa como aroma agradable al Señor. |
7 Y nunca más volverán a presentar sus sacrificios a esos demonios [c] a los que han adorado y por los que se han corrompido. Esta será una ley permanente para vosotros, que pasará de padres a hijos. |
8 ?Diles también que cualquier israelita o extranjero que viva entre vosotros y presente un holocausto o cualquier otro sacrificio, |
9 y que no lo lleve a la entrada de la tienda del encuentro para ofrecérselo al Señor, será eliminado de entre su pueblo. Prohibición de comer sangre |
10 ?Yo estaré en contra de todo israelita o extranjero que viva entre vosotros y que coma sangre en la forma que sea. Lo eliminaré de entre su pueblo. [d] |
11 Porque todo ser vive por la sangre que está en él, y yo os la he dado en el altar para que por medio de ella podáis pagar el rescate por vuestra vida, pues la sangre es el pago del rescate por la vida. [e] |
12 ?Por lo tanto, digo a los israelitas: Ninguno de vosotros, ni de los extranjeros que viven entre vosotros, debe comer sangre. |
13 Cualquier israelita, o extranjero que viva entre vosotros, que cace un animal o un ave de los que se pueden comer, deberá derramar la sangre de su presa y cubrirla con tierra, |
14 porque la sangre es la vida de todo ser viviente. Por eso os he dicho que no comáis sangre, porque ella es la vida de todo ser viviente, y cualquiera que la coma será eliminado. |
15 ?Cualquier israelita o extranjero que coma carne de algún animal muerto o despedazado por una fiera, deberá lavar su ropa y lavarse a sí mismo con agua, y será considerado impuro hasta el anochecer. Después quedará purificado. |
16 Pero si no lava su ropa ni se lava a sí mismo, cargará con su maldad.?
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