Miqueas 7 Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011) | 20 versitos |
1 ° ¡Ay de mí! | Soy como los que espigan en verano, | como los que rebuscan en la vendimia; | no hay ni un racimo que comer, | ni una breva de esas que me gustan.
2 La gente fiel ha desaparecido del país, | los justos, de entre los hombres; | todos acechan para matar, | unos y otros andan a la caza.
3 Son hábiles para hacer el mal: | el jefe y el juez piden regalos, | el poderoso se agita y suda de ambición.
4 El mejor es como zarza, | el más honrado, como espino. | El día anunciado por tus vigilantes, | el día de la cuenta, ha llegado; | ahí tenéis vuestra humillación.
5 No creáis en el compañero, | no confiéis en el amigo; | ojo con lo que dices | a tu compañera en la cama.
6 Pues el hijo desprecia al padre, | la hija se rebela contra la madre, | la nuera contra la suegra. | Los enemigos del hombre | son los de su propia casa.
7 Yo, en cambio, aguardaré al Señor, | esperaré en el Dios que me salva. | Mi Dios me escuchará.
8 ° No te alegres por mi causa, enemiga mía, | pues si caí me levantaré; | si vivo en tinieblas, | el Señor es mi luz.
9 Cargaré con la cólera del Señor, | pues pequé contra él, | hasta que se vea mi causa | y se proclame mi sentencia; | me hará salir a la luz | y veré su justicia.
10 Cuando lo vea mi enemiga | se cubrirá de vergüenza, | esa que me decía: | «¿Dónde está el Señor, tu Dios?». | Mis ojos llegarán a verla | convertida en lugar pisoteado, | como barro de la calle.
11 Llega el día de reconstruir tus muros, | el día de ensanchar las fronteras;
12 día en que lleguen a ti | desde Asiria hasta Egipto, | desde Egipto hasta el Éufrates, | de mar a mar, de montaña a montaña.
13 Todo el país y sus habitantes | se convertirán en una desolación, | por el fruto de sus acciones.
14 Pastorea a tu pueblo con tu cayado, | al rebaño de tu heredad, | que anda solo en la espesura, | en medio del bosque; | que se apaciente como antes | en Basán y Galaad.
15 Como cuando saliste de Egipto, | les haré ver prodigios.
16 Los pueblos lo verán y se avergonzarán, | a pesar de todo su poder; | se quedarán mudos y sordos;
17 morderán el polvo como la serpiente | que se arrastra por la tierra; | saldrán temblando de sus fortalezas | hacia el Señor, nuestro Dios; | se asustarán y te temerán.
18 ¿Qué Dios hay como tú, | capaz de perdonar el pecado, | de pasar por alto la falta | del resto de tu heredad? | No conserva para siempre su cólera, | pues le gusta la misericordia.
19 Volverá a compadecerse de nosotros, | destrozará nuestras culpas, | arrojará nuestros pecados | a lo hondo del mar.
20 Concederás a Jacob tu fidelidad | y a Abrahán tu bondad, | como antaño prometiste a nuestros padres.

Patrocinio

 
 

Introducción a Miqueas

MIQUEAS

Miqueas ejerce su ministerio durante el reinado de Ezequías de Judá (727-698). Es un profeta muy interesado por la justicia social, en la que están implicados todos los que juegan algún papel en la sociedad: jueces, militares, profetas, sacerdotes, terratenientes. Se presupone el trasfondo teológico a partir del cual el profeta, en nombre del Señor, juzga y anuncia castigos. El libro se abre también a la esperanza en la liberación y en la venida de un rey capaz de gobernar rectamente a su pueblo.

Fuente: Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011)

Patrocinio

Notas

Miqueas 7,1-7*7:1-7 Lamento del profeta por la situación catastrófica de su pueblo. Una vez más sobresalen la injusticia, la corrupción y el crimen. El hombre no es más que una vulgar presa para el hombre. El panorama es agobiante. El Señor es la única esperanza.


Miqueas 7,8-20*7:8-20 El tono cambia aquí radicalmente; se pueden distinguir varias unidades: Miq 7:8-17 y Miq 7:18-20; en ellas se habla de la restauración de la dignidad y del país, con evidentes tintes vengativos en las dos primeras unidades. En la tercera encontramos una súplica por la restauración y en la cuarta, motivos para esa súplica.