Numeros  10 Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011) | 36 versitos |
1 El Señor dijo a Moisés:
2 «Hazte dos trompetas de plata maciza. Te servirán para convocar a la comunidad y dar la señal de mover el campamento.
3 Al toque de las dos, se reunirá contigo toda la comunidad, a la entrada de la Tienda del Encuentro.
4 Al toque de una sola, se reunirán contigo los jefes, los cabezas de clanes de Israel.
5 Al primer toque con estruendo, se pondrán en marcha los que acampan al Este.
6 Al segundo toque con estruendo, los campamentos que acampan al Sur. Para ponerse en marcha, se tocará un toque con estruendo;
7 en cambio, para congregar la asamblea, el toque será sin estruendo.
8 Los sacerdotes, hijos de Aarón, serán los que toquen las trompetas. Es una ley perpetua para vosotros y para vuestra descendencia.
9 Cuando, ya en vuestra tierra, vayáis a luchar contra un enemigo que os oprime, tocaréis con las trompetas un toque con estruendo. Así el Señor, vuestro Dios, se acordará de vosotros, y seréis librados de vuestros enemigos.
10 En vuestros días de fiesta, solemnidades y primeros de mes, tocaréis las trompetas anunciando vuestros holocaustos y sacrificios de comunión. Así vuestro Dios se acordará de vosotros. Yo soy el Señor, vuestro Dios».
11 El año segundo, el mes segundo, el día veinte del mes, se levantó la Nube de encima de la Morada del Testimonio
12 y los hijos de Israel partieron, en orden de marcha, del desierto del Sinaí. La Nube se detuvo en el desierto de Farán.
13 Partieron en vanguardia, según la orden que el Señor había dado a Moisés:
14 en primer lugar, el banderín del campamento de los hijos de Judá, por escuadrones; al frente de su tropa iba Najsón, hijo de Aminadab;
15 al frente de la tropa de la tribu de los hijos de Isacar, Natanel, hijo de Suar;
16 al frente de la tropa de la tribu de los hijos de Zabulón, Eliab, hijo de Jalón.
17 Entonces fue desmontada la Morada, y los guersonitas y los meraritas se pusieron en marcha llevando la Morada.
18 Partió luego el banderín del campamento de Rubén, por escuadrones: al frente de su tropa iba Elisur, hijo de Sedeur;
19 al frente de la tropa de la tribu de los hijos de Simeón, Salumiel, hijo de Surisaday;
20 al frente de la tropa de la tribu de los hijos de Gad, Elyasaf, hijo de Regüel.
21 Entonces partieron los queatitas, que llevaban el santuario. (La Morada se montaba antes de que llegaran ellos).
22 Partió luego el banderín del campamento de los hijos de Efraín, por escuadrones; al frente de su tropa iba Elisamá, hijo de Amihud;
23 al frente de la tropa de la tribu de los hijos de Manasés, Gamaliel, hijo de Fedasur;
24 al frente de la tropa de la tribu de los hijos de Benjamín, Abidán, hijo de Guideoní.
25 Luego, cerrando la marcha de todos los campamentos, partió el banderín del campamento de los hijos de Dan, por escuadrones: al frente de su tropa iba Ajiécer, hijo de Amisaday;
26 al frente de la tropa de la tribu de los hijos de Aser, Paguiel, hijo de Ocrán;
27 al frente de la tropa de la tribu de los hijos de Neftalí, Ajirá, hijo de Enán.
28 Este fue el orden de marcha de los hijos de Israel, repartidos en escuadrones. Así se pusieron en marcha.
29 Dijo Moisés a su suegro, Jobab, hijo de Regüel el madianita: «Nosotros nos marchamos para el lugar que el Señor ha prometido darnos. Ven con nosotros, que te trataremos bien, porque el Señor ha prometido bienestar a Israel».
30 Él respondió: «No voy; me vuelvo a mi tierra y a mi parentela».
31 Moisés insistió: «Por favor, no nos dejes; tú conoces los sitios donde acampar en el desierto; tú serás nuestros ojos.
32 Si vienes con nosotros, te haremos compartir con nosotros los bienes que el Señor nos va a conceder».
33 Partieron del monte del Señor e hicieron tres jornadas. Los tres días de camino iba el Arca de la Alianza del Señor delante de ellos buscándoles dónde hacer alto.
34 Desde que se pusieron en marcha, la Nube del Señor iba de día sobre ellos.
35 Cuando el Arca se ponía en marcha, decía Moisés: «Levántate, Señor, | que se dispersen tus enemigos, | que huyan delante de ti los que te odian».
36 Y cuando se detenía, decía: «Descansa, Señor, | entre los millares de millares de Israel».

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Introducción a Numeros 

NÚMEROS

Éxodo y Levítico habían dejado a los israelitas al pie de la montaña sagrada. Allí el Señor había entregado la Alianza y la Ley al pueblo, había sido construido el Santuario, había sido consagrado sacerdote Aarón y se había inaugurado el culto. Con esos elementos y el liderazgo de Moisés, el Israel de las doce tribus podía ya ponerse en marcha rumbo a la tierra prometida. Ahí es donde retoma Números el hilo de la historia; lo dejará cuando, al cabo de cuarenta años por el desierto, Israel se encuentre a las puertas de la tierra prometida.

Números contiene temas de honda significación para el pueblo de Dios:

1) Israel es el pueblo elegido y bendito;

2) este pueblo es también la morada del Señor;

3) Dios es, por el ministerio de Moisés, el único rey de su pueblo;

4) Aarón se presenta, sin tener la importancia de Moisés, como figura relevante, epónimo de la clase sacerdotal jerosolimitana;

5) se alude a la sucesión de los líderes que guiarán al pueblo;

6) Israel se presenta también como pueblo infiel; y

7) se ve cómo el castigo no es la última palabra de Dios, pues del desierto se espera que saldrá el verdadero pueblo de Israel.

Fuente: Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011)

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Notas