Mateo 15,26

El, respondiendo, dijo: No es justo tomar el pan de los hijos y echarlo a los perrillos.*

Sagrada Biblia (Bover-Cantera, 1957)



Jesús, que leía en el corazón de aquella buena mujer, quiso con estas palabras mortificantes provocar las manifestaciones de su fe y humildad, que hablan de ser una lección para sus discípulos y para todos.

Mateo 15, 26

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