Mateo 2 Nuevo Testamento (Bover-Cantera, 1957) 4ta Edición | 23 versitos |
1 Nacido Jesús en Belén de la Judea en los días de Herodes el rey, he aquí que unos magos venidos de las regiones orientales llegaron a Jerusalén,*
2 diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos que nació? Pues vimos su estrella en el oriente y venimos a adorarle. *
3 Oído esto, el rey Herodes se turbó y toda Jerusalén con él. *
4 Y convocados todos los jefes de los sacerdotes y los escribas del pueblo, se informó de ellos sobre dónde había de nacer el Mesías.
5 Y ellos le dijeron: En Belén de Judea, pues así está escrito por el profeta (Miq 5:2): *
6 Y tú, Belén, tierra de Judá, de ningún modo eres la menor entre los príncipes de Judá; porque de ti saldrá un jefe, que pastoreará a mi pueblo Israel. *
7 Entonces Herodes, habiendo llamado secretamente a los magos, se informó exactamente de ellos acerca del tiempo en que había aparecido la estrella; *
8 y enviándolos a Belén, dijo: Id y tomad exacta información acerca del niño; y cuando le hubiereis hallado, dadme aviso, para que yo también vaya y le adore.
9 Ellos, oído lo que les dijo el rey, se pusieron en camino; y de pronto la estrella que vieron en el oriente, iba delante de ellos, hasta que, llegando a donde estaba el niño, se paró encima. *
10 En viendo la estrella, ellos se alegraron con gozo sobremanera grande.
11 Y entrando en la casa, vieron al niño con María, su madre; y postrándose en tierra le adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes, oro, incienso y mirra. *
12 Y avisados por Dios en sueños que no volviesen a Herodes, por otro camino se tornaron a su tierra. *
13 Así que se partieron, he aquí que un ángel del Señor se aparece en sueños a José, diciéndole: Levántate, toma contigo al niño y a su madre y huye a Egipto, y estate allí hasta que yo te diga, porque Herodes va a buscar al niño para acabar con él. *
14 El, levantándose, tomó consigo al niño y a su madre, de noche, y se refugió en Egipto;
15 y estuvo allí hasta la muerte de Herodes, para que se cumpliese lo dicho por el Señor por boca del profeta (Os 11:1): De Egipto llamé a mi hijo. *
16 Entonces Herodes, viéndose burlado por los magos, se enfureció en extremo y mandó matar a todos los niños que había en Belén y en todos sus contornos de dos años para abajo, según el tiempo exacto que había averiguado de los magos. *
17 Entonces se cumplió lo dicho por boca del profeta Jeremías (31:15):*
18 Una voz se oyó en Rama, llanto y gran lamentación: era Raquel que lloraba sus hijos, y no quería ser consolada, pues ya no existen.
19 En habiendo muerto Herodes, he aquí que un ángel del Señor se aparece en sueños a José en Egipto *
20 le dice: Levántate, toma al niño y a su madre y marcha a tierra de Israel, porque han muerto ya los que atentaban a la vida del niño. *
21 El, levantándose, tomó al niño y a su madre y entró en tierra de Israel.
22 Mas, habiendo oído que reinaba Arquelao en Judea en lugar de Herodes, su padre, temió ir allá; pero, avisado por Dios en sueños, se retiró a la región de Galilea; *
23 y llegado allá, se estableció en una ciudad llamada Nazaret, para que se cumpliese lo dicho por los profetas, que se llamaría Nazareo. *

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Introducción a Mateo




DE LOS EVANGELIOS
EN GENERAL

NOMBRE. — Evangelio primitivamente significó albricias; luego pasó a significar la misma buena nueva. En sentido cristiano significó la Buena Nueva por antonomasia, «el mensaje de la salud» humana ( Efe_1:13 ). TRIPLE FASE DEL EVANGELIO. — La Buena Nueva de Cristo presentó tres fases sucesivas: 1) su realización histórica; 2) su anuncio o divulgación; 3) su redacción escrita; es decir: 1) el Evangelio realizado; 2) el Evangelio predicado; 3) el Evangelio escrito. EL EVANGELIO ORAL. — La predicación apostólica hubo de ser, ante todo, apologética: había de probar que Jesús de Nazaret era el Mesías e Hijo de Dios. Los que creían en Jesu-Cristo, naturalmente concebían vivos deseos de conocer sus milagros y sus discursos. Espontáneamente se harían eco de aquellas palabras del Maestro: «Dichosos vuestros ojos, que vieron, y vuestros oídos, que oyeron» ( Mat_13:16 ). Tal fue el objeto de la catequesis evangélica: suplir la visión y audición personal. Para la realización de este ideal, el hombre apropiado era Pedro. Aunque desprovisto de cultura refinada, era hombre inteligente y despierto, que había observado atentamente cuanto Jesús había dicho y hecho y lo conservaba grabado en su memoria. Dos cosas hubo de hacer Pedro: seleccionar la materia y ordenarla. En cuanto a la selección, Pedro vio que lo que Jesús había enseñado y obrado por su propia iniciativa y conforme a un plan premeditado, se contenía principalmente en su predicación galilaica; lo demás, hasta el último viaje a Jerusalén, había sido más bien ocasional. Al ministerio galilaico se atuvo, por tanto. El orden fue el que debía ser. La predicación de Galilea había sido una serie de viajes y excursiones. Con sólo seguir este orden itinerario se tenía el orden deseado, que era indirectamente orden cronológico. Esta predicación oral, iniciada en Jerusalén y dirigida a los judíos, al ser trasladada más tarde a Antioquia y a Roma, hubo de adaptarse a la mentalidad de los nuevos oyentes, griegos o latinos. De ahí las tres formas o variedades del Evangelio oral: la jerosolimitana, la antioquena, la romana. De ellas procedieron los Evangelios escritos. LOS EVANGELIO ESCRITOS. — Fueron cuatro los admitidos por la Iglesia: Mateo, Marcos, Lucas y Juan. La diferente personalidad de los autores y su relación respecto del Evangelio oral determina el carácter o rasgos diferenciales de los cuatro Evangelios escritos. Para San Mateo, que era apóstol y conocía personalmente cuanto Jesús había dicho y hecho, el Evangelio oral fue simplemente una norma directiva, conforme a la cual él ordenó su propio Evangelio. Para San Marcos, simple auxiliar de Pedro, la labor redaccional se redujo a poner por escrito el Evangelio oral de Pedro. Para San Lucas es su fuente de información, la principal, sin duda, a base de la cual él ordena las múltiples y variadas informaciones que va recogiendo. Para San Juan es algo puramente extrínseco; algo que él no quiere tocar, si ya no es, raras veces, para completarlo, precisarlo o explicarlo. EL PROBLEMA SINÓPTICO. — El hecho de utilizar como fuente común el Evangelio oral establece entre los tres primeros evangelistas notables afinidades, en virtud de las cuales han sido denominados Sinópticos. Pero la distinta manera de utilizarlos da origen a diferencias no menos notables. El conjunto de estas afinidades y diferencias revela una concordia discordante o una discordia concordante, que constituye el problema sinóptico. Las soluciones dadas a este problema se reducen a tres tipos principales: la que busca la solución en la misma predicación oral, la que apela a documentos escritos interpuestos y la que combina ambos elementos de solución. La solución de un problema tan complejo parece no puede ser sencilla, y por ende se busca generalmente en la combinación de múltiples elementos. AUTENTICIDAD, INTEGRIDAD, HISTORICIDAD. — La autenticidad de los Evangelios está garantizada por una prueba documental, cual no puede presentarla a su favor, ni remotamente, ningún otro escrito de la antigüedad. La integridad substancial, exenta de notables alteraciones y especialmente de interpolaciones, la han puesto en evidencia las numerosísimas y esmeradísimas ediciones que hace más de cuatro siglos vienen haciéndose de los Evangelios: ediciones hechas con los criterios más opuestos y rígidos, todas, sin embargo, substancialmente concordes. No es menos patente su historicidad. Es tan manifiesto el tono de lealtad y sinceridad con que hablan los evangelistas, y se muestran tan bien informados en aquello que narran, que es imposible no darles entera fe. Además, la conformidad de unos con otros y la exactitud reconocida de todo cuanto ha podido comprobarse por otras fuentes, corroboran su testimonio. Y esto que todos generalmente admiten cuando se trata de hechos puramente naturales, vale igualmente cuando se trata de los milagros. LENGUA Y CRONOLOGÍA. — A excepción de San Mateo, que escribió en arameo, los demás evangelistas escribieron en griego. En cuanto al tiempo de su composición, es enteramente cierto que los tres primeros Evangelios se escribieron antes del año 63, y el cuarto, a fines del siglo I. Mayores precisiones no pasan de ser probables. Es posible que San Mateo escribiese su Evangelio hacia el año 50, San Marcos hacia el año 55, San Lucas hacia el 60, San Juan hacia los años 95-100. La versión griega de San Mateo, única que se conserva, debió de hacerse entre los años 60 y 70. COMPARACIÓN DE LOS CUATRO EVANGELISTAS. — Es interesante comparar los rasgos comunes y los diferenciales de cada evangelista. Ninguno de ellos hace literatura o escribe como literato; pero todos, si no es Marcos, hacen obra literaria, tanto más apreciable cuanto menos resabiada de retórica académica. La obra de Marcos pertenece a la literatura oral o hablada; la de los demás, a la literatura escrita. La de Marcos podría calificarse de infraliteraria; la de los otros tres, de literaria, si no se prefiere calificarla, a lo menos la de Juan, de supraliteraria. Desde el punto de vista histórico, la obra de Marcos pertenece a la historia popular; la de Mateo, a la historia erudita semítica; la de Lucas, a la historia erudita helénica; la de Juan, a la historia filosófica o trascendental. El rasgo distintivo de Marcos es la viveza fresca y espontánea; el de Mateo, la coherencia y precisión algo esquemática; el de Lucas, la delicadeza y suavidad penetrante; el de Juan, la elevación y luminosidad. Sobrepuestas las cuatro narraciones, Mateo da la línea, Marcos el colorido, Lucas los matices, Juan la luz. Marcos suministra el elemento humano, Mateo el elemento judaico, Lucas el elemento helénico, Juan el elemento divino. De ahí resulta la imagen única en la historia: la del judío, que supera el judaísmo; la del hombre, que supera la humanidad; la del Hombre-Dios, Jesús de Nazaret, el héroe y protagonista de la cuádruple narración que forma los cuatro libros del único Evangelio, el libro más hermoso que jamás se ha escrito.

EVANGELIO DE
SAN MATEO

EL AUTOR Y SU OBRA. — Además de su doble nombre de Mateo y Leví, dos datos interesan especialmente: su apostolado y su anterior oficio de publicano. De ahí el doble sello personal que imprimió a su obra. Como apóstol podía conocer el material evangélico tan bien como Pedro o poco menos. Consiguientemente, primero en su Evangelio oral y luego en su Evangelio escrito, pudo proceder con una libertad y seguridad que no tenían ni Marcos ni Lucas. Si Mateo mantuvo en sus líneas generales el plan prefijado por San Pedro, en la ejecución pudo añadirle lo que en cada caso juzgase conveniente, sacado del tesoro riquísimo de su experiencia y de su memoria. Pero además, por sus hábitos anteriores, era entre los apóstoles el hombre indicado para redactar por escrito el Evangelio oral. Mientras que los principales apóstoles, Pedro, Juan, Santiago, Andrés, habían sido hombres de redes y de anzuelos, San Mateo había sido hombre de pluma. DESTINATARIOS Y OBJETO. — Los destinatarios del primer Evangelio fueron los judíos de Palestina. En su Evangelio escrito, lo mismo que en su Evangelio oral, San Mateo se dirige a los judíos creyentes, esto es, a los que, previamente convencidos de la mesianidad de Jesús por el hecho de la resurrección, habían abrazado la fe cristiana; mas no por esto pierde de vista a los judíos incrédulos, con el fin de prevenir contra ellos y sus falacias a los creyentes. La tesis fundamental del primer Evangelio, la mesianidad y divinidad de Jesús de Nazaret, es substancialmente la misma que la de los otros evangelistas. Tres rasgos, empero, caracterizan peculiarmente a San Mateo: las frecuentes citas del A. T., la extensión y preponderancia dada a los discursos de Jesús y la mención explícita de la Iglesia y del primado de Pedro. ORDEN DEL PRIMER EVANGELIO. — San Mateo no siempre mantiene el orden cronológico. Dónde se hallan estas inversiones aparece fácilmente comparándole con San Marcos y San Lucas. Mientras en los capítulos 14-18 coincide con los paralelos de los otros dos sinópticos, en cambio en los precedentes capítulos 5-13 discrepa de ellos. En estos nueve capítulos, por tanto, hay que buscar las inversiones cronológicas. Para hacerse cargo de lo que representan estas inversiones, conviene analizar el contenido de esta parte sistemática de San Mateo. Comprende estas siete secciones:
A (5-7) Sermón del monte. B (8-9) Serie de milagros. C (10) Instrucciones misionales. D (11) Actitud reprobable de los judíos. E (12:1-21) Choque con los fariseos. F (12:22-50) Calumnias farisaicas. G (13) Parábolas del reino de los cielos. Las secciones A D F G proceden rectilíneamente; las transposiciones sólo se hallan en las secciones B C E. La más llamativa es la sección B, recopilación de hechos en gran parte ocasionales. La sección C, que debía seguir a G, es una anticipación. La sección E, que debía preceder a A, es un retraso motivado por la afinidad con F. A esto se reducen las inversiones de San Mateo: a una recopilación de hechos dispersos (B), una anticipación (C) y un ligero retraso (E). PLAN. — El primer Evangelio se divide en-tres partes desiguales: 1) la infancia; 2) la vida pública; 3) la consumación.

Dentro de la vida pública pueden distinguirse estos cinco períodos: 1) Periodo de preparación: investidura del Mesías (3-4). 2) En Galilea: el Mesías mal acogido (5-13). 3) Al N. y al E. de Galilea: la Iglesia en perspectiva (14-18). 4) Camino de Jerusalén (19-20). 5) En Jerusalén: entrada triunfal del Mesías (21-25).



Fuente: Sagrada Biblia (Bover-Cantera, 1957)

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Notas

Mateo 2,1

HERODES: Herodes I, llamado el Grande, padre de Herodes Antipas, que luego se menciona en la vida pública de Jesús.

|| MAGO: en el antiguo Irán, país originario de los magos, la palabra «mago» significaba «partícipe del don». Este «don» era la doctrina religiosa recibida de su maestro Zoroastro. En esta doctrina resaltaba el anuncio de tres «auxiliadores», el último de los cuales ofrecía notables puntos de semejanza con el Mesías de los judíos. Al entrar en contacto con los judíos en tiempo de Ciro, pudieron los magos recibir de ellos algún influjo que modificara sus primitivas doctrinas. Con esto estaban preparados para entender, con la luz de la divina ilustración, la significación religiosa del Rey de los judíos, cuyo nacimiento iba a anunciar una estrella. Sobre LAS REGIONES ORIENTALES de donde vinieron los magos, dos son las opiniones más acreditadas. Según unos, los magos vienen de la Arabia; según otros, de Persia. La autoridad de los Padres más antiguos y la tradición iconográfica, además de otras razones, dan mayor probabilidad a la segunda opinión. A los datos históricos se fueron acumulando con el tiempo otros legendarios. A partir del siglo VI se creyó que los magos eran reyes, llamados Melchor, Gaspar y Baltasar. El dato no evangélico más verosímil es que los magos fueron tres.


Mateo 2,2

EL REY DE LOS JUDÍOS era para los magos no un rey vulgar, sino el Mesías, entonces universalmente esperado.


Mateo 2,3

SE TURBÓ: no es de maravillar que el intruso se turbara a la noticia de haber nacido un peligroso competidor de su dinastía, no muy segura en el trono de Israel.


Mateo 2,5

EN BELÉN: reconocen los mismos judíos el carácter mesiánico de la profecía de Miqueas.


Mateo 2,6

Entre el texto evangélico DE NINGÚN MODO ERES LA MENOR y el texto hebreo, que llama a Belén PEQUEÑA, se ha operado un cambio, debido probablemente a los mismos escribas o a sus maestros. Sin intención de corregir al profeta o de enmendar el texto, se quiso poner de relieve la grandeza moral de Belén (implícita en el texto original) por ser la cuna del Mesías.


Mateo 2,7

SE INFORMÓ EXACTAMENTE DE ELLOS: dato interesante para establecer la cronología del nacimiento de Jesús, que fue entre los años 747 y 749 de Roma, probablemente el 748, unos seis años antes de la era vulgar.


Mateo 2,9

LA ESTRELLA…IBA DELANTE…SE PARÓ: semejantes expresiones se explican en la hipótesis de que la estrella era un meteoro luminoso que se moviera a poca distancia de la tierra, en las capas interiores de la atmósfera.


Mateo 2,11

EN LA CASA: es verosímil que, una vez pasada la afluencia de gente, motivada por el censo, buscase y hallase José una casa de Belén.

|| ORO, INCIENSO Y MIRRA: es común atribuir a estos dones significación simbólica: el oro simboliza la realeza de Jesús; el incienso, su divinidad; la mirra, su mortalidad.


Mateo 2,12

EN SUEÑOS: durante el sueño, Dios les habló de manera que ellos entendieron ser Dios quien les hablaba,

|| POR OTRO CAMINO: entrando en el desierto que se extiende al E. de Belén, en pocas horas pudieron llegar al mar Muerto y al Jordán; y desde allí SE TORNARON A SU TIERRA.


Mateo 2,13

EGIPTO era el ordinario refugio de todos los desterrados de Israel. La numerosa colonia de judíos allí residentes podía prometer buena acogida.


Mateo 2,15

LA MUERTE DE HERODES ocurrió por marzo o abril del año 750 de Roma, cuatro antes de la era cristiana. Como, por otros indicios, la muerte del tirano siguió de cerca a la matanza de los Inocentes, no hubo de ser muy larga la permanencia de la Sagrada Familia en Egipto.


Mateo 2,16

TODOS LOS NIÑOS…: difícilmente pasarían de medio centenar los niños menores de dos años que había entonces EN BELÉN Y EN TODOS SUS CONTORNOS.


Mateo 2,17-18

En RAMA, a ocho kilómetros al N. de Jerusalén, se reunieron los judíos (de las dos tribus de Judá y de Benjamín) que debían ser deportados a Babilonia. A la vista de tan triste espectáculo, Jeremías introduce a Raquel, la madre de Benjamín, cuyos lamentos se oyen en Rama. Además, el sepulcro de Raquel, según una antiquísima tradición, está cerca de Belén. Con esto se hace poéticamente verosímil la nueva intervención de Raquel, que, conmovida en su sepulcro, se hace eco del llanto de otras madres que lloran la muerte de sus hijos, PUES YA NO EXISTEN.


Mateo 2,19

EN HABIENDO MUERTO HERODES, HE AQUÍ QUE…: el sentido natural de la frase indica que la orden de repatriación siguió inmediatamente a la muerte del tirano.


Mateo 2,20

HAN MUERTO: hablando de sólo Herodes, emplea el ángel el plural llamado de categoría .


Mateo 2,22

REINABA ARQUELAO: durante los primeros meses de su gobierno, Arquelao tomó el título de rey, que poco después Augusto le obligó a trocar por el de etnarca.


Mateo 2,23

NAZAREO: expresión algo enigmática, cuya interpretación más fundada parece debe buscarse en el doble hecho del descrédito de Nazaret y de la denominación de Nazareo o Nazareno , con que era apellidado Jesús. Otros quieren relacionar esta profecía con Isa_11:1 y la etimología de Nazaret (de nezer ) como ciudad florida.