Mateo 21 Libro del Pueblo de Dios (Levoratti y Trusso, 1990) | 46 versitos |
1 Cuando se acercaron a Jerusalén y llegaron a Betfagé, al monte de los Olivos, Jesús envió a dos discípulos,
2 diciéndoles: "Vayan al pueblo que está enfrente, e inmediatamente encontrarán un asna atada, junto con su cría. Desátenla y tráiganmelos.
3 Y si alguien les dice algo, respondan: "El Señor los necesita y los va a devolver en seguida".
4 Esto sucedió para que se cumpliera lo anunciado por el Profeta:
5 "Digan a la hija de Sión: Mira que tu rey viene hacia ti, humilde y montado sobre un asna, sobre la cría de un animal de carga".
6 Los discípulos fueron e hicieron lo que Jesús les había mandado;
7 trajeron el asna y su cría, pusieron sus mantos sobre ellos y Jesús se montó.
8 Entonces la mayor parte de la gente comenzó a extender sus mantos sobre el camino, y otros cortaban ramas de los árboles y lo cubrían con ellas.
9 La multitud que iba delante de Jesús y la que lo seguía gritaba: "¡Hosana al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor! ¡Hosana en las alturas!
10 Cuando entró en Jerusalén, toda la ciudad se conmovió, y preguntaban: "¿Quién es este?".
11 Y la gente respondía: "Es Jesús, el profeta de Nazaret en Galilea".
12 Después Jesús entró en el Templo y echó a todos los que vendían y compraban allí, derribando las mesas de los cambistas y los asientos de los vendedores de palomas.
13 Y les decía: "Está escrito: Mi casa será llamada casa de oración, pero ustedes la han convertido en una cueva de ladrones".
14 En el Templo se le acercaron varios cielos paralíticos, y él los curó.
15 Al ver los prodigios que acababa de hacer y a los niños que gritaban en el Templo: "¡Hosana al Hijo de David!", los sumos sacerdotes y los escribas se indignaron
16 y le dijeron: "¿Oyes lo que dicen estos?". "Sí, respondió Jesús, ¿Pero nunca han leído este pasaje: "De la boca de las criaturas y de los niños de pecho, has hecho brotar una alabanza"?".
17 En seguida los dejó y salió de la ciudad para ir a Betania, donde pasó la noche.
18 A la mañana temprano, mientras regresaba a la ciudad, tuvo hambre.
19 Al ver una higuera cerca del camino, se acercó a ella, pero no encontró más que hojas. Entonces le dijo: "Nunca volverás a dar fruto". Y la higuera se secó de inmediato.
20 Cuando vieron esto, los discípulos dijeron llenos de asombro: "¿Cómo se ha secado la higuera tan repentinamente?".
21 Jesús les respondió: "Les aseguro que si tienen fe y no dudan, no sólo harán lo que yo acabo de hacer con la higuera, sino que podrán decir a esta montaña: "Retírate de ahí y arrójate al mar", y así lo hará.
22 Todo lo que pidan en la oración con fe, lo alcanzarán".
23 Jesús entró en el Templo y, mientras enseñaba, se le acercaron los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo, para decirle: "¿Con qué autoridad haces estas cosas? ¿Y quién te ha dado esa autoridad?".
24 Jesús les respondió: "Yo también quiero hacerles una sola pregunta. Si me responden, les diré con qué autoridad hago estas cosas.
25 ¿De dónde venía el bautismo de Juan? ¿Del cielo o de los hombres?". Ellos se hacían este razonamiento: "Si respondemos: "Del cielo", él nos dirá: "Entonces, ¿por qué no creyeron en él?".
26 Y si decimos: "De los hombres", debemos temer a la multitud, porque todos consideran a Juan un profeta".
27 Por eso respondieron a Jesús: "No sabemos". El, por su parte, les respondió: "Entonces yo tampoco les diré con qué autoridad hago esto".
28 "¿Qué les parece? Un hombre tenía dos hijos y, dirigiéndose al primero, le dijo: "Hijo, quiero que hoy vayas a trabajar a mi viña".
29 El respondió: "No quiero". Pero después se arrepintió y fue.
30 Dirigiéndose al segundo, le dijo lo mismo y este le respondió: "Voy, Señor", pero no fue.
31 ¿Cuál de los dos cumplió la voluntad de su padre?". "El primero", le respondieron. Jesús les dijo: "Les aseguro que los publicanos y las prostitutas llegan antes que ustedes al Reino de Dios.
32 En efecto, Juan vino a ustedes por el camino de la justicia y no creyeron en él; en cambio, los publicanos y las prostitutas creyeron en él. Pero ustedes, ni siquiera al ver este ejemplo, se han arrepentido ni han creído en él.
33 Escuchen otra parábola: Un hombre poseía una tierra y allí plantó una viña, la cercó, cavó un lagar y construyó una torre de vigilancia. Después la arrendó a unos viñadores y se fue al extranjero.
34 Cuando llegó el tiempo de la vendimia, envió a sus servidores para percibir los frutos.
35 Pero los viñadores se apoderaron de ellos, y a uno lo golpearon, a otro lo mataron y al tercero lo apedrearon.
36 El propietario volvió a enviar a otros servidores, en mayor número que los primeros, pero los trataron de la misma manera.
37 Finalmente, les envió a su propio hijo, pensando: "Respetarán a mi hijo".
38 Pero, al verlo, los viñadores se dijeron: "Este es el heredero: vamos a matarlo para quedarnos con su herencia".
39 Y apoderándose de él, lo arrojaron fuera de la viña y lo mataron.
40 Cuando vuelve el dueño, ¿qué les parece que hará con aquellos viñadores?".
41 Le respondieron: "Acabará con esos miserables y arrendará la viña a otros, que le entregarán el fruto a su debido tiempo".
42 Jesús agregó: "¿No han leído nunca en las Escrituras: "La piedra que los constructores rechazaron ha llegado a ser la piedra angular: esta es la obra del Señor, admirable a nuestros ojos"?
43 Por eso les digo que el Reino de Dios les será quitado a ustedes, para ser entregado a un pueblo que le hará producir sus frutos".
44 [El que caiga sobre esta piedra quedará destrozado, y aquel sobre quien caiga será aplastado].
45 Los sumos sacerdotes y los fariseos, al oír estas parábolas, comprendieron que se refería a ellos.
46 Entonces buscaron el modo de detenerlo, pero temían a la multitud, que lo consideraba un profeta.

Patrocinio

 
 

Introducción a Mateo


EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO

El Evangelio que lleva el nombre de MATEO -un recaudador de impuestos que abandonó su trabajo para seguir a Jesús (9. 9)- fue escrito hacia el 80d.C. y está dirigido principalmente a los cristianos de origen judío.
Dado el carácter de los destinatarios, Mateo cita con frecuencia textos del Antiguo Testamento y se apoya en ellos para mostrar que el designio de Dios anunciado por los Profetas alcanza su pleno cumplimiento en la persona y la obra de Jesús. Él es el "Hijo de David", el "Enviado" para salvar a su Pueblo, el "Hijo del hombre" que habrá de manifestarse como Juez universal, el "Rey de Israel" y el "Hijo de Dios" por excelencia. Mateo también aplica a Jesús en forma explícita los oráculos de Isaías sobre el "Servidor sufriente", que carga sobre sí nuestras debilidades y dolencias. Y al darle el título de "Señor", reservado sólo a Dios en el Antiguo Testamento, afirma implícitamente su condición divina.
Este evangelista atribuye una especial importancia a las enseñanzas de Jesús y las agrupa en cinco discursos, que forman como la trama de su Evangelio y están encuadrados por otras tantas secciones narrativas. El tema central de estos discursos es el Reino de Dios. En ellos, Cristo aparece como "el nuevo Moisés", que lleva a su plenitud la Ley de la Antigua Alianza. También es el "Maestro", que enseña "como quien tiene autoridad" (7. 29) la "justicia" de ese Reino inaugurado y proclamado por él.
El Evangelio de Mateo ha sido llamado con razón "el Evangelio de la Iglesia", por el papel preponderante que ocupa en él la vida y la organización de la comunidad congregada en nombre de Jesús. Esta comunidad es el nuevo Pueblo de Dios, el lugar donde el Señor resucitado manifiesta su presencia y la irradia a todos los hombres. Por eso ella está llamada a vivir en el amor fraterno y el servicio mutuo, como condiciones indispensables para hacer visible el verdadero rostro de Jesucristo.

Fuente: Libro del Pueblo de Dios (San Pablo, 1990)

Patrocinio

Notas

Mateo 21,1-46

5. Isa_62:11; Zac_9:9. "La hija de Sión" es Jerusalén.

9. Sal_118:25-26. "Hosana" es una palabra hebrea que significa: "¡Sálvanos!", pero tenía un valor y un uso análogos a nuestro "¡Viva!" de las aclamaciones.

12. Los "cambistas" y los animales eran necesarios para el funcionamiento del culto judío. Lo que provocó la reacción de Jesús fue el espíritu mercantil que se había infiltrado en el Templo.

13. Isa_56:7; Jer_7:11.

16. Sal_8:3.

19. En realidad "no era la época de los higos" ( Mar_11:13). Pero Jesús realiza una acción simbólica: Israel es la higuera que, al rechazar a Jesús, no produjo los frutos esperados, y por eso recibió su castigo. En Marcos la higuera representa directamente al Templo de Jerusalén, centro religioso de Israel.

33. Isa_5:2.

42. Sal_118:22-23. La "piedra angular" es la piedra que une entre sí dos paredes, afirmando y sosteniendo el edificio ( Isa_28:16). Cristo se aplica a sí mismo esta imagen, porque él es el fundamento sobre el que se afianza y sostiene el nuevo Pueblo de Dios. Ver Hec_4:11; Efe_2:20; 1Pe_2:7.

44. "El que caiga sobre esta piedra quedará destrozado, y aquel sobre quien ella caiga será aplastado". Este texto, que falta en algunos manuscritos, está tomado de Luc_20:18.