Marcos 1 Nuevo Testamento (Bover-Cantera, 1957) 4ta Edición | 45 versitos |
1 Comienzo del Evangelio de Jesucristo, hijo de Dios. *
2 Como está escrito en el profeta Isaías: «Mira, envío mi mensajero delante de tu faz, el cual aparejará tu camino (Mal 3:1).
3 Voz de uno que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor, rectificad sus sendas» (Is 40:3),
4 se presentó Juan el Bautista en el desierto predicando bautismo de penitencia para remisión de los pecados.
5 Y salía a él toda la región de la Judea y los jerosolimitanos todos, y eran bautizados por él en el río Jordán, confesando sus pecados.
6 Y andaba Juan vestido de pelos de camello con una faja de cuero en torno de sus lomos, y comía langostas y miel silvestre,
7 Y predicaba diciendo: «Viene detrás de mí el que es más fuerte que yo, ante quien no soy digno de desatar agachado la correa de sus zapatos.
8 Yo os bauticé con agua, mas él os bautizará en Espíritu Santo».
9 Y aconteció por aquellos días que vino Jesús desde Nazaret de Galilea y fue bautizado en el Jordán por Juan.
10 Y al punto subiendo del agua, vio rasgarse los cielos y descender hacia él el Espíritu como paloma; *
11 y una voz vino de los cielos: «Tú eres mi Hijo amado, en ti me agradé».
12 Y al punto el Espíritu le impele al desierto.
13 Y estuvo en el desierto cuarenta días, siendo tentado por Satanás; y vivía entre las fieras, y los ángeles le servían.
14 Y después que Juan hubo sido entregado, vino Jesús a Galilea, y allí predicaba el Evangelio de Dios,
15 y decía: «Se ha cumplido el tiempo y está cerca el reino de Dios; arrepentíos y creed en el Evangelio».
16 Y pasando por la ribera del mar de Galilea, vio a Simón y a Andrés, el hermano de Simón, echando la red en el mar, pues eran pescadores.
17 Y dijoles Jesús: Venid en pos de mí, y os haré ser pescadores de hombres.
18 Y al punto, dejadas las redes, le siguieron.
19 Y siguiendo un poco adelante, vio a Santiago el del Zebedeo y a Juan, su hermano, ellos también en la nave recomponiendo sus redes.
20 Y al punto los llamó; y dejando a su padre Zebedeo en la nave con los jornaleros, se fueron tras él.
21 Y entran en Cafarnaúm; y luego que fue sábado enseñaba en la sinagoga.
22 Y se asombraban de su enseñanza, porque les estaba enseñando como quien tiene autoridad, y no como los escribas.
23 Y, de pronto, había en su sinagoga un hombre poseído de un espíritu inmundo, y se puso a gritar,
24 diciendo: ¿Qué tenemos nosotros que ver contigo, Jesús Nazareno? Viniste a perdernos. Te conozco quién eres, el Santo de Dios. *
25 Y le ordenó Jesús resueltamente: Enmudece y sal de él.
26 Y sacudiéndole violentamente y dando alaridos, salió de él el espíritu inmundo.
27 Y quedaron todos pasmados, de suerte que se preguntaban unos a otros, diciendo: ¿Qué es esto? Nuevo modo de enseñar... con autoridad... Y a los espíritus inmundos los manda... y le obedecen.
28 Y se extendió rápidamente su renombre por todas partes a toda la comarca de Galilea.
29 Y luego, en saliendo de la sinagoga, vinieron a la casa de Simón y de Andrés juntamente con Santiago y Juan.
30 La suegra de Simón yacía en cama con calentura, y al momento le dicen de ella.
31 Y llegándose la levantó, tomándola de la mano; y la dejó la fiebre, y ella les servía.
32 Ya tarde, cuando se puso el sol, llevaban a él todos los que se hallaban mal y los endemoniados. *
33 Y estaba toda la ciudad agolpada a la puerta.
34 Y curó a muchos aquejados de diversas enfermedades, y lanzó muchos demonios, y no permitía que dijesen los demonios que sabían quién era.
35 Y al amanecer, muy oscuro todavía, levantándose, salió y se fue a un lugar solitario, y allí hacía oración.
36 Y fue en su busca Simón y los que con él estaban,
37 y le hallaron, y le dicen: Todos andan buscándote.
38 Y díceles: Vamos a otra parte, a las poblaciones inmediatas, para que también allí pueda yo predicar; que para esto salí.
39 Y marchó, y anduvo predicando en sus sinagogas por toda la Galilea y lanzando los demonios.
40 Y viene a él un leproso que, rogándole y doblando las rodillas, le decía: Si quisieres, puedes limpiarme.
41 Y profundamente compadecido, extendiendo su mano, le tocó y le dice: Quiero, sé limpio.
42 Y al instante desapareció de él la lepra, y quedó limpio.
43 Y tomando con él un tono de severidad, le despidió luego de sí,
44 y dícele: Mira, no digas nada a nadie, sino anda, muéstrate al sacerdote, y ofrece por tu purificación lo que prescribió Moisés, para que les sirva de testimonio.
45 Mas él en saliendo comenzó a proclamar bien alto y divulgar la cosa, hasta el punto de no poder Jesús entrar manifiestamente en ciudad alguna, sino que se quedaba fuera, en parajes solitarios; y venían a él de todas partes.

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Introducción a Marcos




EVANGELIO DE
SAN MARCOS

EL AUTOR. — Juan, apellidado Marcos ( Hch_12:12 ; Hch_12:25 ; Hch_15:37 ), o simplemente Juan ( Hch_13:5 ; Hch_13:13 ), era más generalmente designado por el apellido romano de Marcos ( Hch_15:39 ; Col_4:10 ; 2Ti_4:11 ; Flm_1:24 ; 1Pe_5:13 ). Era primo de Bernabé ( Col_4:10 ). Su madre se llamaba María, a cuya casa se dirigió San Pedro al ser liberado de la cárcel ( Hch_12:12 ). Esta casa, según todas las probabilidades, era el cenáculo, donde se celebró la última cena ( Mar_14:15 ; Luc_22:12 ) y adonde se recogieron los discípulos después de la ascensión del Señor ( Hch_1:13 ; Hch_2:2 ), y fue como la sede de la primitiva iglesia de Jerusalén ( Hch_4:23 ; Hch_4:31 ; Hch_5:42 ; Hch_12:12 ).

Se cree, a lo que parece con razón, que el joven «envuelto en una sábana» ( Mar_14:51-52 ) que en Getsemaní fue asido por los satélites y «desnudo se escapó de ellos», no era otro que el mismo Marcos, único que refiere este episodio. Acompañó con' Bernabé a Pablo en su primera misión ( Hch_13:5 ); mas pronto se retiró ( Hch_13:13 ). En la segunda misión, Bernabé quería llevarle otra vez consigo; pero Pablo no lo consintió. Entonces Bernabé, «tomando a Marcos» y separándose de Pablo, «se embarcó para Chipre» ( Hch_15:37-39 ). Más tarde se le halla con Pablo durante su primera prisión romana ( Col_4:10-11 ; Flm_1:24 ), y poco después con Pedro, que le llama cariñosamente «su hijo» ( 1Pe_5:13 ). Sobre él escribía Pablo durante su segunda prisión romana a Timoteo: «A Marcos tómale y tráele contigo, pues me va a ser útil para el ministerio» ( 2Ti_4:11 ). Según la tradición, Marcos fue quien, enviado por Pedro, fundó la iglesia de Alejandría. La misma tradición le llama «intérprete de Pedro».

Su OBRA. — La labor literaria de San Marcos en la composición de su Evangelio fue mínima. Sería, sin duda, exagerado decir que el segundo Evangelio es el disco fonográfico de la catequesis evangélica de San Pedro; pero tampoco puede negarse que las actividades que principalmente puso en juego el intérprete de Pedro fueron su memoria y su pluma. Con todo, la labor de San Marcos no fue puramente mecánica ni ininteligente. El, que, además de Pedro, había oído frecuentemente a Bernabé y a Pablo y se había ejercitado también en la predicación evangélica, se allanó modesta y abnegadamente a reproducir la predicación de Pedro en su forma romana. Esta humilde fidelidad, empero, no impidió que la catequesis de Pedro se matizase aquí y allá de ciertas reminiscencias paulinas.

DESTINATARIOS Y OBJETO. — San Marcos escribió su Evangelio movido por las instancias de los fieles de Roma, en su mayoría gentiles, que vivamente se lo rogaron, deseosos de conservar por escrito la predicación oral de San Pedro. Los frecuentes latinismos, además de otros indicios, confirman este origen romano del segundo Evangelio. Dirigido principalmente a gentiles, pone de relieve, más que la mesianidad la divina filiación de Jesús. De ahí la cabida que en él se da a la narración de los milagros, y singularmente a la expulsión de los demonios.

PLAN. — Ya los antiguos advirtieron la sencillez del plan seguido por San Marcos, ajeno enteramente a aquellas ordenaciones o composiciones sistemáticas que pusieron de su parte Mateo y Lucas. El plan de Marcos es puramente itinerario y, consiguientemente, cronológico. En esta fidelidad cronológica consiste en gran parte el valor que para nosotros tiene el segundo Evangelio. Marcos, combinado con Juan, ha de ser la base de la ordenación cronológica de los Evangelios.

INTEGRIDAD. — Algunos críticos han dudado de la autenticidad del llamado final de Marcos. La diferencia de estilo de los últimos versículos (16:9-20), que ha dado pie a estas dudas, se explica perfectamente. Hasta 16:8, Marcos reproduce la predicación de Pedro con su estilo popular, vivo y dramático; desde 16:9 escribe ya por su cuenta y con su estilo propio, que no es el de Pedro. Como la predicación oral no incluía el relato de la resurrección, San Marcos quiso añadirlo, para no dejar incompleto su Evangelio.

NOTA. — El comentario y notas al segundo Evangelio son más breves. Ulteriores explicaciones podrán hallarse en el lugar paralelo de San Mateo.




Fuente: Sagrada Biblia (Bover-Cantera, 1957)

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Notas

Marcos 1,1

EVANGELIO: no significa aquí el libro escrito por San Marcos, sino la predicación de la Buena Nueva.


Marcos 1,10-11

Voz del Padre sobre el Hijo y venida del Espíritu Santo: manifestación sensible de la Trinidad, en cuyo nombre se había de administrar el bautismo cristiano.


Marcos 1,24

El choque de la santidad contra su propia impureza hacía presentir a los espíritus inmundos la presencia del «Santo Dios».


Marcos 1,32

CUANDO SE PUSO EL SOL: con lo cual terminaba el reposo del sábado.