Marcos 16 Nuevo Testamento (Bover-Cantera, 1957) 4ta Edición | 20 versitos |
1 Pasado el sábado, María Magdalena y María la de Santiago y Salomé compraron perfumes con el fin de ir a ungirle. *
2 Y muy de madrugada, el primer día de la semana, vienen al monumento, salido ya el sol. *
3 Y se decían unas a otras: ¿Quién nos correrá la losa de la entrada del monumento?
4 Y mirando atentamente, observan que la losa había sido corrida a un lado; porque era enormemente grande.
5 Y entrando en el monumento, vieron un joven sentado a la derecha, vestido de un largo ropaje blanco, y quedaron espantadas.
6 El les dice: No os espantéis. A Jesús buscáis, el Nazareno, el crucificado; resucitó, no está aquí. Mirad el lugar donde le pusieron.
7 Pero id, decid a sus discípulos, y a Pedro, que va antes que vosotros a Galilea; allí le veréis, conforme os dijo. *
8 y saliendo, huyeron del monumento, pues se había apoderado de ellas temblor y estupor, y a nadie dijeron nada, porque tenían miedo. *
9 Habiendo resucitado al amanecer el primer día de la semana, se apareció primeramente a María Magdalena, de la cual había lanzado siete demonios. *
10 Ella fue a dar la nueva a los que habían andado con él, que estaban afligidos y lloraban.
11 Y ellos, oyendo decir que vivía y que había sido visto por ella, no lo creyeron.
12 Tras esto, a dos de ellos que iban de camino se apareció en diferente figura mientras iban al campo. *
13 También ellos se fueron a dar la nueva a los demás; y ni a ellos creyeron.
14 Posteriormente, estando ellos a la mesa, se apareció a los Once y les echó en cara su incredulidad y dureza de corazón, porque no habían creído a quienes le habían visto resucitado de entre los muertos. *
15 Y les dijo: Id al mundo entero y predicad el Evangelio a toda la creación. *
16 El que creyere y fuere bautizado, se salvará; mas el que no creyere, será condenado. *
17 Y a los que hubieren creído los acompañarán estas señales: en mi nombre lanzarán demonios, hablarán lenguas nuevas,*
18 en sus manos tomarán serpientes, y si bebieren ponzoña mortífera, no les dañará; pondrán sus manos sobre los enfermos y se hallarán bien.
19 Con esto el Señor Jesús, después de hablarles, fue elevado al cielo y se sentó a la diestra de Dios. *
20 Y ellos, partiéndose de allí, predicaron por todas partes, cooperando el Señor y confirmando la palabra con las señales que la acompañaban.

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Introducción a Marcos




EVANGELIO DE
SAN MARCOS

EL AUTOR. — Juan, apellidado Marcos ( Hch_12:12 ; Hch_12:25 ; Hch_15:37 ), o simplemente Juan ( Hch_13:5 ; Hch_13:13 ), era más generalmente designado por el apellido romano de Marcos ( Hch_15:39 ; Col_4:10 ; 2Ti_4:11 ; Flm_1:24 ; 1Pe_5:13 ). Era primo de Bernabé ( Col_4:10 ). Su madre se llamaba María, a cuya casa se dirigió San Pedro al ser liberado de la cárcel ( Hch_12:12 ). Esta casa, según todas las probabilidades, era el cenáculo, donde se celebró la última cena ( Mar_14:15 ; Luc_22:12 ) y adonde se recogieron los discípulos después de la ascensión del Señor ( Hch_1:13 ; Hch_2:2 ), y fue como la sede de la primitiva iglesia de Jerusalén ( Hch_4:23 ; Hch_4:31 ; Hch_5:42 ; Hch_12:12 ).

Se cree, a lo que parece con razón, que el joven «envuelto en una sábana» ( Mar_14:51-52 ) que en Getsemaní fue asido por los satélites y «desnudo se escapó de ellos», no era otro que el mismo Marcos, único que refiere este episodio. Acompañó con' Bernabé a Pablo en su primera misión ( Hch_13:5 ); mas pronto se retiró ( Hch_13:13 ). En la segunda misión, Bernabé quería llevarle otra vez consigo; pero Pablo no lo consintió. Entonces Bernabé, «tomando a Marcos» y separándose de Pablo, «se embarcó para Chipre» ( Hch_15:37-39 ). Más tarde se le halla con Pablo durante su primera prisión romana ( Col_4:10-11 ; Flm_1:24 ), y poco después con Pedro, que le llama cariñosamente «su hijo» ( 1Pe_5:13 ). Sobre él escribía Pablo durante su segunda prisión romana a Timoteo: «A Marcos tómale y tráele contigo, pues me va a ser útil para el ministerio» ( 2Ti_4:11 ). Según la tradición, Marcos fue quien, enviado por Pedro, fundó la iglesia de Alejandría. La misma tradición le llama «intérprete de Pedro».

Su OBRA. — La labor literaria de San Marcos en la composición de su Evangelio fue mínima. Sería, sin duda, exagerado decir que el segundo Evangelio es el disco fonográfico de la catequesis evangélica de San Pedro; pero tampoco puede negarse que las actividades que principalmente puso en juego el intérprete de Pedro fueron su memoria y su pluma. Con todo, la labor de San Marcos no fue puramente mecánica ni ininteligente. El, que, además de Pedro, había oído frecuentemente a Bernabé y a Pablo y se había ejercitado también en la predicación evangélica, se allanó modesta y abnegadamente a reproducir la predicación de Pedro en su forma romana. Esta humilde fidelidad, empero, no impidió que la catequesis de Pedro se matizase aquí y allá de ciertas reminiscencias paulinas.

DESTINATARIOS Y OBJETO. — San Marcos escribió su Evangelio movido por las instancias de los fieles de Roma, en su mayoría gentiles, que vivamente se lo rogaron, deseosos de conservar por escrito la predicación oral de San Pedro. Los frecuentes latinismos, además de otros indicios, confirman este origen romano del segundo Evangelio. Dirigido principalmente a gentiles, pone de relieve, más que la mesianidad la divina filiación de Jesús. De ahí la cabida que en él se da a la narración de los milagros, y singularmente a la expulsión de los demonios.

PLAN. — Ya los antiguos advirtieron la sencillez del plan seguido por San Marcos, ajeno enteramente a aquellas ordenaciones o composiciones sistemáticas que pusieron de su parte Mateo y Lucas. El plan de Marcos es puramente itinerario y, consiguientemente, cronológico. En esta fidelidad cronológica consiste en gran parte el valor que para nosotros tiene el segundo Evangelio. Marcos, combinado con Juan, ha de ser la base de la ordenación cronológica de los Evangelios.

INTEGRIDAD. — Algunos críticos han dudado de la autenticidad del llamado final de Marcos. La diferencia de estilo de los últimos versículos (16:9-20), que ha dado pie a estas dudas, se explica perfectamente. Hasta 16:8, Marcos reproduce la predicación de Pedro con su estilo popular, vivo y dramático; desde 16:9 escribe ya por su cuenta y con su estilo propio, que no es el de Pedro. Como la predicación oral no incluía el relato de la resurrección, San Marcos quiso añadirlo, para no dejar incompleto su Evangelio.

NOTA. — El comentario y notas al segundo Evangelio son más breves. Ulteriores explicaciones podrán hallarse en el lugar paralelo de San Mateo.




Fuente: Sagrada Biblia (Bover-Cantera, 1957)

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Notas

Marcos 16,1

Al atardecer, al terminarse el reposo sabático, pudieron hacerse las compras para la mañana siguiente.


Marcos 16,2

Salen de casa MUY DE MADRUGADA y llegan al sepulcro SALIDO YA EL SOL.


Marcos 16,7

Y A PEDRO: el encargo general se dirige particularmente a Pedro, para certificarle de que el Señor, perdonadas sus negaciones, mantenía el propósito de confirmarle el primado que le había prometido. La orden de ir a GALILEA da a entender que las apariciones de Galilea eran las destinadas por el Maestro para completar sus instrucciones a los discípulos.


Marcos 16,8

HUYERON: esta fuga de las mujeres, llenas de TEMBLOR Y ESTUPOR, no era la disposición de ánimo más propicia para las alucinaciones y visiones que algunos críticos han imaginado.

|| A NADIE DIJERON NADA por entonces; más tarde, recobradas, cumplieron el encargo.


Marcos 16,9

AL AMANECER: parece indicar el momento de la resurrección, verificada poco antes de llegar las mujeres al sepulcro.

|| EL PRIMER DÍA DE LA SEMANA era el que después se llamó domingo o día del Señor por haber tenido lugar en él la resurrección de Jesús. La aparición a la Magdalena fue la primera de la serie de las apariciones a los testigos de la resurrección; fuera de esa serie está la visita a la Madre.


Marcos 16,9-20

Este final de San Marcos ofrece dos dificultades: no enlaza con lo que precede y está redactado en estilo diferente. La solución más sencilla y natural debe buscarse en la índole misma de la catequesis evangélica , que no comprendía las apariciones de Cristo resucitado, ya narradas por San Pedro en la previa catequesis apologética . En el Mar_16:8 terminaba, por tanto, la narración evangélica de Pedro, que Marcos reprodujo fielmente. En lo que sigue escribe ya Marcos por su cuenta con su propio estilo, muy diferente del de Pedro. Y el carácter sumario o esquemático de la narración explica su contraste con la minuciosa narración precedente. Es posible, además, que Marcos redactara más tarde este final.


Marcos 16,12

AL CAMPO: a Emaús.


Marcos 16,14

Esta aparición a los Once parece ser la del día mismo de la resurrección, más extensamente relatada por San Lucas (Luc_24:36-45) y por San Juan (Jua_20:10-23).


Marcos 16,15

ID AL MUNDO ENTERO: misión universal, misión autoritaria, encomendada por aquel a quien «ha sido dada toda potestad en el cielo y en la tierra» (Mat_28:18).


Marcos 16,15-18

Es te discurso de despedida es el mismo referido con algunos pormenores diferentes por San Mateo (Mat_28:16-20). La frase inicial Y LES DIJO sugiere o supone un intervalo entre los versículos 14 y 15.


Marcos 16,16

EL QUE CREYERE Y FUERE BAUTIZADO, SE SALVARÁ: a la fe y al bautismo está vinculada la salud eterna; mas de diferente manera. La fe es insustituible; el bautismo de agua, en cambio, puede ser suplido por el voto del bautismo, es decir, por el deseo del bautismo, nacido de la fe y acompañado de la contrición de los pecados. Por esto añade el Señor: EL QUE NO CREYERE, SERÁ CONDENADO. NO dice: «el que no creyere y no fuere bautizado».


Marcos 16,17

A LOS QUE HUBIEREN CREÍDO: plural colectivo. Promete el Señor la potestad de hacer milagros, cuando sea conveniente para acreditar o propagar la fe, a la colectividad de los fieles, no precisamente a cada individuo en particular. El hablar en LENGUAS NUEVAS es el carisma de la glosolalía , descrito por San Pablo (1Co_14:1-40).


Marcos 16,19

La ascensión es el glorioso coronamiento de la vida terrestre del Salvador, y su entronización inaugura su vida celeste, donde como SEÑOR y Rey está sentado A LA DIESTRA de Dios Padre y desde donde ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos.