Lucas 1 Nuevo Testamento (Bover-Cantera, 1957) 4ta Edición | 80 versitos |
1 Puesto que muchos han emprendido el trabajo de coordinar la narración de las cosas verificadas entre nosotros, *
2 según que nos las transmitieron los que desde el principio fueron testigos oculares y después ministros de la palabra,
3 he resuelto yo también, después de haberlas investigado todas escrupulosamente desde su origen, escribírtelas por su orden, excelentísimo Teófilo,
4 para que reconozcas la solidez de las enseñanzas que recibiste.
5 Hubo en los días de Herodes, rey de la Judea, un sacerdote por nombre Zacarías, del turno de Abías, casado con una de las hijas de Aarón, llamada Isabel. *
6 Eran ambos justos a los ojos de Dios, caminando irreprensibles en todos los mandamientos y ordenanzas del Señor.
7 Y no tenían hijos, por ser Isabel estéril y ambos avanzados en sus días.
8 Y aconteció que, ejerciendo él su ministerio sacerdotal por el orden de su turno delante de Dios, le cupo en suerte, *
9 conforme a la costumbre de los sacerdotes, entrar en el santuario del Señor para ofrecer el incienso;
10 y toda la muchedumbre del pueblo a la hora del incienso estaba fuera orando.
11 Y se le apareció un ángel del Señor puesto de pie a la derecha del altar del incienso. *
12 Y se turbó Zacarías en viéndole, y el temor le sobrecogió.
13 Mas el ángel le dijo: No temas, Zacarías, pues ha sido escuchada tu oración; y tu mujer Isabel te dará un hijo, a quien pondrás por nombre Juan; *
14 y será para ti de gozo y alegría, y muchos se gozarán en su nacimiento.
15 Porque será grande a los ojos del Señor, y no beberá vino ni sidra, y será lleno del Espíritu Santo ya desde el seno de su madre, *
16 y convertirá a muchos de los hijos de Israel al Señor Dios de ellos;
17 y él precederá delante de él con el espíritu y fortaleza de Elías, «para retornar los corazones de los padres hacia los hijos» (Mal 4:5-6) y los rebeldes a la prudencia de los justos, para preparar al Señor un pueblo debidamente dispuesto.*
18 Dijo Zacarías al ángel: ¿En qué conoceré eso? Porque yo soy viejo y mi mujer avanzada en sus días.
19 Y respondiendo, dijole el ángel: Yo soy Gabriel, que asisto en la presencia de Dios, y he sido enviado a hablarte y darte estas buenas nuevas;
20 y he aquí que estarás callado y sin poder hablar hasta el día en que se verifiquen estas cosas, por cuanto no diste fe a mis palabras, las cuales se cumplirán a su tiempo.
21 Y estaba el pueblo aguardando a Zacarías y se maravillaban de que se detuviese tanto tiempo en el santuario.
22 Y cuando salió no podía hablarles, y conocieron que había visto una visión en el santuario. Y él les hablaba por señas, y quedó mudo.
23 Y acaeció que, cuando se cumplieron los días de su sagrado ministerio, se marchó a su casa.
24 Días después concibió Isabel, su mujer, y se mantuvo escondida durante cinco meses, diciendo:
25 Así lo ha hecho el Señor conmigo en los días en que puso sus ojos sobre mí para quitar mi afrenta entre los hombres.
26 En el sexto mes fue enviado el ángel Gabriel de parte de Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret,
27 a una doncella desposada con un varón llamado José, de la familia de David, y el nombre de la doncella era María. *
28 Y habiendo entrado a ella, dijo: Dios te salve, llena de gracia, el Señor es contigo, bendita tú entre las mujeres. *
29 Ella, al oír estas palabras, se turbó, y discurría qué podría ser esta salutación. *
30 Y le dijo el ángel: No temas, María, pues hallaste gracia a los ojos de Dios. *
31 He aquí que concebirás en tu seno y darás a luz un Hijo, a quien darás por nombre Jesús. *
32 Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo, y le dará el Señor Dios el trono de David su padre, *
33 y reinará sobre la casa de Jacob eternamente, y su reinado no tendrá fin.
34 Dijo María al ángel: ¿Cómo será eso, pues no conozco varón? *
35 Y respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo descenderá sobre ti, y el poder del Altísimo te cobijará con su sombra; por lo cual también lo que nacerá será llamado santo, Hijo de Dios. *
36 Y he aquí que Isabel, tu parienta, también ella ha concebido un hijo en su vejez, y éste es el sexto mes para ella, la que llamaban estéril, *
37 porque no habrá para Dios cosa imposible.
38 Dijo María: He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra. Y se retiró de ella el ángel. *
39 Por aquellos días, levantándose María, se dirigió presurosa a la montaña, a una ciudad de Judá, *
40 y entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel.
41 Y aconteció que, al oír Isabel la salutación de María, dio saltos de gozo el niño en su seno, y fue llena Isabel del Espíritu Santo, *
42 y levantó la voz con gran clamor y dijo: Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre.
43 ¿Y de dónde a mí esto que venga la madre de mi Señor a mí?*
44 Porque he aquí que, como sonó la voz de tu salutación en mis oídos, dio saltos de alborozo el niño en mi seno.
45 Y dichosa la que creyó que tendrán cumplimiento las cosas que le han sido dichas de parte del Señor. *
46 Y dijo María: Engrandece mi alma al Señor, *
47 y se regocijó mi espíritu en Dios, mi Salvador,
48 porque puso sus ojos en la bajeza de su esclava. Pues he aquí que desde ahora me llamarán dichosa todas las generaciones,
49 porque hizo en mi favor grandes cosas el Poderoso, y cuyo nombre es «Santo»;
50 y su misericordia por generaciones y generaciones para con aquellos que le temen.
51 Hizo ostentación de poder con su brazo: desbarató a los soberbios en los proyectos de su corazón;
52 y derrocó de su trono a los potentados y enalteció a los humildes;
53 y llenó de bienes a los hambrientos y despidió vacíos a los ricos.
54 Tomó bajo su amparo a Israel, su siervo, para acordarse de la misericordia,
55 como lo había anunciado a nuestros padres, a favor de Abrahán y su linaje para siempre.
56 Permaneció María con ella como tres meses, y volvió a su casa.*
57 A Isabel se le cumplió el tiempo de su parto y dio a luz un hijo.
58 Y se enteraron sus vecinos y parientes de que el Señor había usado con ella de gran misericordia, y le daban el parabién.
59 Y acaeció que al octavo día vinieron a circuncidar al niño, y le llamaban con el nombre de su padre, Zacarías.
60 Intervino su madre, diciendo: No, sino que se llamará Juan. *
61 Dijéronle: Nadie hay de tu familia que se llame con ese nombre.
62 Hacían señas a su padre sobre cómo quería que se llamase.
63 El, pidiendo una tablilla, escribió en estos términos: «Juan es su nombre». Y se maravillaron todos.
64 Abrióse su boca de improviso, y su lengua quedó expedita, y hablaba bendiciendo a Dios. *
65 y se espantaron todos los que vivían en su vecindad, y en toda la montaña de la Judea se divulgaban todas estas cosas,
66 y todos los que las oían las guardaron en su corazón, diciendo: ¿Qué será, pues, este niño? Porque, a la verdad, la mano del Señor estaba con él.
67 Y Zacarías, su padre, fue lleno de Espíritu Santo, y profetizó diciendo:
68 Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque visitó y rescató a su pueblo, *
69 y suscitó una fuerza de salud para nosotros en la casa de David, su siervo,
70 según lo había anunciado desde antiguo por boca de sus santos profetas:
71 salud, que nos liberase de nuestros enemigos y de manos de todos los que nos odian;
72 para hacer misericordia con nuestros padres y acordarse de su alianza santa;
73 para cumplir su juramento, que juró a Abrahán, nuestro padre; de darnos
74 que sin temor, liberados de mano de nuestros enemigos, le sirvamos
75 en santidad y justicia, en su acatamiento, todos nuestros días.
76 Y tú, ¡oh niño!, profeta del Altísimo serás llamado, pues irás delante del Señor para preparar sus caminos:
77 para dar a su pueblo el conocimiento de la salud en la remisión de sus pecados,
78 por las entrañas de misericordia de nuestro Dios, por las cuales nos visitará un Sol Levante desde lo alto,
79 para iluminar a los sentados en tinieblas y sombra de muerte, para enderezar nuestros pies por el camino de la paz.
80 Y el niño crecía y se robustecía en el espíritu y vivía en los desiertos hasta el día de su manifestación a Israel. *

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Introducción a Lucas




EVANGELIO DE
SAN LUCAS

EL AUTOR. — Un antiquísimo prólogo a los Evangelios escribe: «Lucas, de nación siró, antioqueno, de profesión médico, discípulo de los apóstoles, después siguió a Pablo». En el libro de los Hechos, sin nombrarse, habla repetidas veces de sí usando el plural «nosotros». La primera mención de este «nosotros» ocurre ya, probablemente (según el llamado texto occidental), en Hch_11:27-28 , por estas palabras: «Por aquellos días bajaron de Jerusalén unos profetas a Antioquia, y había grande alegría. Estando nosotros reunidos, levantándose uno de ellos por nombre Agabo…». Esto acontecía hacia el año 40. Y si así es, San Lucas pertenecía a la primera generación de los fieles antioquenos, amaestrados, si no conquistados, por Bernabé. En otras tres ocasiones habla de sí el autor de los Hechos: en el viaje de Tróade a Filipos, durante la segunda misión de San Pablo ( Hch_16:10-17 ); en e' viaje de Filipos a Jerusalén, al fin de la tercera misión ( Hch_20:5-15 ; Hch_21:1-18 ), y en el viaje de Cesárea a Roma ( Hch_27:1-44 ; Hch_28:1-16 ). Durante su primera prisión romana dos veces menciona San Pablo a San Lucas, llamándole su colaborador y médico querido ( Col_4:14 ; Flm_1:24 ). Y en su última prisión, en vísperas de su martirio, recuerda el Apóstol, agradecido, que «sólo Lucas está con él» ( 2Ti_4:11 ).

Su OBRA. — El evangelista médico pudo haber hecho con Bernabé o con Pablo, cuya predicación oral se proponía consignar por escrito, lo que Marcos había hecho no mucho antes con San Pedro: reproducirla simplemente. Mas su cultura helénica le inspiró otros pensamientos, humanamente más altos.

Lucas no había visto al Señor: para conocer su obra y su doctrina hubo de apelar a informaciones ajenas. Y lo hizo en grande escala. Lo que uno ignoraba o no recordaba, lo sabía o recordaba otro. La base o punto de referencia de todos estos datos recogidos era la catequesis oral de Bernabé y de Pablo, que era para Lucas la fuente principal de sus informaciones. Tal es en Lucas la manera característica de enfocar el Evangelio oral: no como obra ya hecha y acabada, sino como documento informativo o fuente de una obra más vasta.

Ya en este acopio de datos y uso de las fuentes se muestra Lucas original. Adquiere nuevo relieve esta originalidad con la composición u ordenación sistemática del material recogido, con las notas cronológicas, que conectan la vida del Salvador con la historia universal; con la sobria elegancia de su lengua y estilo, unida a la más escrupulosa fidelidad en reproducir los documentos históricos.

Otras cualidades pudieran mencionarse que caracterizan la obra de San Lucas, entre las cuales no ocupa el último lugar aquel espíritu de suavidad y delicadeza que le ha merecido el título de
Scriba mansuetudinis Christi.

DESTINATARIOS Y OBJETO. — San Lucas dedica su Evangelio al «excelentísimo Teófilo» (1:3), hombre ilustre recién convertido al cristianismo; pero en realidad se dirige a las iglesias fundadas por San Pablo, principalmente a los fieles venidos de la gentilidad, pero sin olvidar a los judíos. El fin que se propone en la redacción de su Evangelio exprésalo él mismo en el prólogo: «para que reconozcas la firmeza de las enseñanzas que recibiste» (1:4). Más generalmente, la tesis del tercer Evangelio es la universalidad de la salud por Cristo; es el tema de la Epístola de San Pablo a los Romanos: El Evangelio «es una fuerza de Dios ordenada a la salud para todo el que cree» (1:16). Si el Evangelio de San Mateo podría llamarse mesiánico; el de San Marcos, taumatúrgico; el de San Juan, teológico; el de San Lucas es el soteriológico por antonomasia.

ORDEN. — Promete San Lucas escribir su Evangelio «por su orden» (1:3). Este «orden», acorde generalmente con el de San Marcos, es, sin duda, cronológico; mas no es esto precisamente lo que él quiere expresar, sino más bien, como él mismo lo declara en el prólogo, «el trabajo de coordinar [sistemáticamente] una narración»
(1:1). Semejante ordenación lleva consigo algunas veces ciertas inversiones cronológicas. Las más características son ciertas anticipaciones en razón de concluir o redondear una materia antes de pasar a otra diferente. Ejemplo típico de este procedimiento de anticipación es la relación de la prisión de Juan Bautista (3:19-20) antes del relato del bautismo de Jesús (3:21-22), en que ya no se menciona a Juan.

LA LENGUA. — El griego usado por San Lucas es más castizo y elegante que el de los otros evangelistas. Su prólogo es un período cuadrimembre, harmónicamente construido, que recuerda el de Dioscórides a su obra médica. Pero más que por su relativa elegancia interesa la lengua de San Lucas en cuanto es sello de autenticidad y garantía de verdad y escrupulosidad histórica. Su tecnicismo médico señala como autor al «médico querido», compañero de San Pablo. Sus frecuentes términos paulinos delatan al discípulo y colaborador del grande Apóstol. Razón, pues, tiene la tradición cristiana cuando afirma que el autor del tercer Evangelio es Lucas, el médico y discípulo de San Pablo. Más interesantes son todavía los numerosos aramaísmos , que tan rudamente contrastan con el lenguaje que usa San Lucas cuando escribe por su cuenta. Estos aramaísmos son efecto de su escrupulosa fidelidad en utilizar los documentos o en traducir las informaciones oídas en arameo. El tránsito brusco del elegantísimo prólogo a los aramaísmos de los dos primeros capítulos acreditan la verdad histórica del tercer Evangelio.

Fuente: Sagrada Biblia (Bover-Cantera, 1957)

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Notas

Lucas 1,1-4

Aunque la base del tercer Evangelio es la catequesis evangélica de San Pablo, San Lucas, empero, no se limita a reproducirla, como hizo San Marcos con la de San Pedro, sino la amplió notablemente con sus investigaciones personales. La expresión POR SU ORDEN no significa precisamente orden cronológico, que a las veces se invierte en el tercer Evangelio, sino más bien orden de composición.


Lucas 1,5

EL TURNO DE ABÍAS era el octavo de los 24 grupos en que David había distribuido los sacerdotes para que semanalmente se turnasen en el servicio del templo.


Lucas 1,8-9

El oficio de OFRECER EL INCIENSO, como más honroso, se asignaba por SUERTE entre los sacerdotes. El altar del incienso se hallaba EN EL SANTUARIO, es decir, en el lugar Santo, separado por un velo del lugar Santísimo.


Lucas 1,11

A LA DERECHA: parece debe entenderse respecto del mismo altar, que, por tanto, quedaba a la izquierda del ángel.


Lucas 1,13

TU ORACIÓN: era la oración oficial del sacerdote, que en nombre del pueblo pedía a Dios el remedio de las tribulaciones que afligían a Israel.


Lucas 1,15

SIDRA es aquí toda bebida fermentada distinta del vino.


Lucas 1,17

El texto íntegro de Malaquías, fragmentariamente citado por San Lucas, lo mismo que por Sir_48:10, habla de la recíproca reconciliación de padres e hijos, la cual debe ir acompañada de la reconciliación de unos y otros con Dios.


Lucas 1,27

DESPOSADA: aquí, como después en Luc_2:5, significa probablemente mujer casada. El matrimonio de María con José había de ser como un velo o sombra que, encubriendo discretamente la generación virginal del Hijo de Dios, pusiese a salvo el honor de la Madre y del Hijo. La etimología del nombre de MARÍA es muy controvertida. Entre las diversas etimologías científicas que se han propuesto son las más probables las de Amada de Yahveh, pingüe, rebelde y excelsa .


Lucas 1,28

La salutación del ángel, que habla en nombre de Dios, es verdaderamente asombrosa e inaudita. Consta la salutación de cuatro expresiones.
Primera: DIOS TE SALVE, o más literalmente gózate . Trae el ángel un mensaje de gozo para María, para todo Israel y para la humanidad entera.
Segunda: LLENA DE GRACIA, o más a la letra, plenamente agraciada , es decir, favorecida por Dios con la plenitud de su gracia, de su amor y de sus dones. Crece el valor significativo de esta expresión al ser empleada como sustituto del nombre propio: justamente puede ser llamada «la llena de gracia».
Tercera: EL SEÑOR ES CONTIGO: esto es, Yahveh tiene puestos sobre ti sus ojos y su corazón, dispuesto a favorecerte, asistirte y protegerle con el poder de su brazo.
Cuarta: BENDITA TÚ ENTRE LAS MUJERES: escogida entre todas y bienaventurada sobre todas ellas: la Mujer por excelencia,


Lucas 1,29

Dos efectos produjeron las palabras del ángel en María: turbación y reflexión. La turbación nacía de la humildad; la reflexión, de la prudencia.


Lucas 1,30

HALLASTE GRACIA: el primer origen de la excelsa grandeza de María fue la bondad con que Dios tuvo a bien poner sus ojos sobre ella.


Lucas 1,31

JESÚS O Yehoshuah es lo mismo que Salud de Yahveh (o Yahveh salva ). El Hijo de Dios hecho Hijo del hombre es esencialmente Salvador.


Lucas 1,32-33

Cuatro prerrogativas del Hijo de María anuncia el ángel:
1) su incomparable grandeza;
2) su filiación divina;
3) su realeza mesiánica;
4) la universalidad y eternidad de su reinado.

|| LA CASA DE JACOB es el «Israel de Dios» (Gál_6:16), es decir, la humanidad creyente o la Iglesia.


Lucas 1,34

¿CÓMO SERÁ ESO? Esta pregunta parece semejante a la que seis meses antes había dirigido Zacarías al mismo Gabriel: «¿En qué conoceré eso?» Pero agudamente notó San Agustín que «semejante es la voz, pero desemejante el corazón» (ML 39,1318). Zacarías preguntó pidiendo indiscretamente una señal; María pregunta deseando discretamente informarse sobre el modo de la concepción, a la que naturalmente parece oponerse el propósito y aun el voto que tenía hecho de guardar virginidad.


Lucas 1,35

EL PODER DEL ALTÍSIMO es, por apropiación, el Espíritu Santo, como virtud o energía (= poder ) de Dios Padre (= Altísimo); virtud a la vez santificadora y fecundante del seno virginal; la cual suplió sobrenaturalmente el concurso del varón y unió hipostáticamente la naturaleza humana con la persona del Hijo de Dios.

|| POR LO CUAL, esto es, por esta doble acción apropiada al Espíritu Santo como virtud de Dios Padre, el fruto de la concepción será a la vez SANTO e HIJO DE DIOS.


Lucas 1,36

El ángel da a María una señal que ella no había pedido: la milagrosa maternidad de Isabel. El parentesco de María, de la tribu de Judá, con Isabel, de la tribu de Leví, sólo podía ser por parte de madre.


Lucas 1,38

Con las palabras más humildes y rendidas da, finalmente, María su libre asentimiento: asentimiento solicitado por Dios y ansiosamente esperado por toda la humanidad. Desde el momento que el consentimiento virginal tenía por objeto no ya solamente la encarnación del Hijo de Dios, sino también el cumplimiento de-las profecías mesiánicas y la realización de los divinos consejos sobre la salud humana, el vincular y como condicionar Dios esta realización al consentimiento virginal era solicitar para ella la cooperación personal de María, la cual, al darlo, iniciaba y ponía en movimiento la economía entera de la redención.


Lucas 1,39

A LA MONTAÑA, O región montañosa, A UNA CIUDAD DE JUDÁ, que fundadamente se cree fue Ain-Karim, situada a unos siete kilómetros al O. de Jerusalén.


Lucas 1,41

DIÓ SALTOS DE GOZO: con la salutación de María, vehículo de la bendición de Jesús, se cumplió la promesa del ángel a Zacarías, que el niño sería «lleno del Espíritu Santo ya desde el seno de su madre». Esta cumplida santificación y alborozo del niño Juan anduvieron acompañados, según opinan muchos Padres y teólogos, del uso anticipado de la razón, bien fuese momentáneo, bien permanente.


Lucas 1,43

La misteriosa expresión MI SEÑOR, eco del Sal_109:1, y pronunciada por Isabel «llena del Espíritu Santo», significa algo más que la simple mesianidad de Jesús (cf. Mat_22:45; Mar_12:37; Luc_20:44). Esas vislumbres teológicas convierten la frase MADRE DE MI SEÑOR en una profesión de fe en la maternidad divina de María.


Lucas 1,45

DICHOSA LA QUE CREYÓ: melancólica alusión a la incredulidad de Zacarías y delicado elogio de la fe de María. Contribuye a esta delicadeza lo indirecto de la expresión LA QUE CREYÓ.


Lucas 1,46-50

El siguiente esquema abreviado podrá servir para apreciar el encadenamiento lógico:
Engrandece mi alma al Señor,
porque puso sus ojos en la bajeza de su esclava.
Pues me llamarán dichosa todas las generaciones,
porque hizo en mi favor grandes cosas.

Evidentemente, como se corresponden ENGRANDECE y ME LLAMARÁN DICHOSA, así también se corresponden PORQUE PUSO SUS OJOS y PORQUE HIZO. Cuales son estas cosas grandes se expresará, en la segunda parte; entretanto se declaran por los divinos atributos que en ellas intervienen: potencia, santidad, misericordia.


Lucas 1,46-55

La inteligencia de este maravilloso cántico exige algunas observaciones,
1) Autenticidad: La atribución del cántico a Isabel, imaginada por unos pocos críticos, está inspirada en motivos que nada tienen de críticos.
2) Antecedentes bíblicos: Las numerosas citas o alusiones a textos del A. T. de que está entretejido el cántico muestran en María un conocimiento de las Escrituras, tanto más profundo cuanto las citas son reminiscencias espontáneas, fundidas al calor de la inspiración.
3) Forma literaria: Parece ser que San Lucas, más atento al pensamiento que a la letra, no ha reproducido literalmente el cántico. De ahí la división algo borrosa de las estrofas, que más bien se adivinan.
4) Desenvolvimiento sentimental: El cántico, humilde reacción del corazón virginal a los elogios de Isabel, comienza respondiendo punto por punto a sus palabras, para remontarse luego del plano subjetivo al plano objetivo de los divinos consejos.
5) Desenvolvimiento lógico: La base del sentimiento es la visión luminosa del plan divino sobre la salud humana. Desde este punto de vista, el cántico se divide en dos estrofas: más personal la primera (Luc_1:46-50), más impersonal la segunda (Luc_1:51-55): cada una subdividida en dos períodos.


Lucas 1,51

Lo esencial para la inteligencia del cántico es la correspondencia lógica y verbal del v. Luc_1:51 : HIZO OSTENTACIÓN DE PODER, con el Luc_1:49 : HIZO GRANDES COSAS EL PODEROSO; con lo cual toda la segunda parte resulta ser explanación del pensamiento fundamental de la primera.


Lucas 1,56

COMO TRES MESES: María, por tanto, permaneció con Isabel hasta poco antes o poco después del nacimiento de Juan. En este supuesto se hace increíble que María abandonase a Isabel pocos días antes de su alumbramiento, precisamente cuando más oportunos habían de ser sus buenos servicios. El que San Lucas mencione la vuelta de María antes de narrar el nacimiento de Juan es uno de los casos en que usa el sistema de anticipación.


Lucas 1,60

Isabel pudo conocer, aun naturalmente, lo que el ángel había dicho a Zacarías sobre el nombre que debía llevar el niño.


Lucas 1,64

HABLABA BENDICIENDO A DIOS: refiérese el evangelista al cántico de Zacarías, que luego reproduce. La inserción proléptica de lo que a él siguió, contenido en Luc_1:65-66, responde al mismo sistema de anticipación antes señalado.


Lucas 1,68-79

El cántico de Zacarías es el cántico de la salud mesiánica:
a) anunciada por los profetas (Luc_1:68-71);
b) prometida con juramento a los patriarcas (Luc_1:72-75);
c) proclamada y preparada por el Precursor (Luc_1:76-79).

Es interesante que todo el cántico está inspirado en la significación etimológica de los nombres de Jesús (= salud de Yahveh), Juan (= gracia o misericordia de Yahveh), Zacarías ( = recuerdo de Yahveh), Isabel (= juramento de Dios).


Lucas 1,80

Siguiendo su sistema de anticipación, despacha San Lucas todo lo concerniente a Juan antes de pasar a narrar el nacimiento de Jesús.