Lucas 7,44

Y volviéndose a la mujer, dijo a Simón: — Mira esta mujer. Cuando llegué a tu casa, no me ofreciste agua para los pies; en cambio, ella me los ha bañado con sus lágrimas y me los ha secado con sus cabellos.

— agua para los pies... vertiste aceite: Un huésped de honor, sobre todo cuando se suponía que había hecho un largo camino, debía recibir una especial atención (ver Gén 14:4; Gén 19:2; Sal 23:5). Lucas 7, 44

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