Juan  12 Biblia Peshitta en Español (Holman Bible Publishers, 2015) | 50 versitos |
1 Seis días antes de la Pascua, Jesús llegó a Betania, donde estaba Lázaro, a quien Jesús había resucitado de entre los muertos.
2 Y le prepararon allí una cena, y Marta servía, pero Lázaro era uno de los que estaban a la mesa sentados con Él.
3 En ese momento Mariam, tomando un vaso de alabastro con perfume de nardo puro muy costoso, ungió los pies de Jesús y secó sus pies con su cabello, y la casa se inundó de la fragancia del perfume.
4 Entonces dijo Judas Iscariote, uno de sus discípulos, el que lo habría de entregar:
5 ¿Por qué no se vendió este perfume por trescientos denarios y se dio a los pobres?
6 Aunque no dijo esto porque le interesaran los pobres, sino porque era ladrón, pues teniendo la bolsa del dinero a su cargo, sustraía lo que se depositaba en ella.
7 Jesús dijo: Déjala, lo tenía reservado para el día de mi sepultura,
8 porque a los pobres siempre los tendrán con ustedes, pero no siempre me tendrán a mí.
9 Cuando la gran multitud de judíos se enteró de que Jesús estaba allí, vinieron no únicamente por causa de Jesús, sino también por ver a Lázaro, a quien Él había resucitado de entre los muertos,
10 porque los principales sacerdotes se habían puesto de acuerdo para dar muerte también a Lázaro,
11 porque muchos de los judíos se apartaban y creían en Jesús por causa de él.
12 Al siguiente día, habiéndose enterado la gran multitud que había venido a la fiesta de que Jesús venía a Jerusalén,
13 tomaron ramas de palmera y salieron a encontrarlo alzando la voz, y diciendo:
¡Hosanna! ¡BENDITO EL QUE VIENE EN EL NOMBRE DE YAHWEH, el Rey de Israel!
14 Habiendo Jesús encontrado un asno, montó sobre él, como está escrito:
15 “NO TENGAS TEMOR, HIJA DE SION; HE AQUÍ TU REY VIENE A TI MONTADO SOBRE UN POLLINO, HIJO DE ASNA”.
16 Pero sus discípulos en ese tiempo no comprendieron, pero cuando Jesús fue glorificado, sus discípulos recordaron que estas cosas estaban escritas sobre Él, y que estas cosas le habían hecho.
17 Y la multitud que estaba con Él testificaba que había llamado a Lázaro del sepulcro y lo había resucitado de entre los muertos.
18 A causa de esto, salieron a su encuentro grandes multitudes, porque se enteraron de que había hecho esta señal.
19 Entonces los fariseos se decían unos a otros: ¿Ven ustedes que no logran nada?, porque he aquí, todo el mundo va en pos de Él.
20 Había también algunos gentiles entre los que habían subido a adorar en la fiesta.
21 Éstos vinieron, y acercándose a Felipe, el de Betsaida de Galilea, le pidieron, diciendo: Señor mío, quisiéramos ver a Jesús.
22 Entonces vino Felipe y se lo dijo a Andrés; y Andrés y Felipe se lo dijeron a Jesús.
23 Entonces Jesús contestó, diciéndoles: Ha llegado la hora de que el Hijo del Hombre sea glorificado.
24 De cierto, de cierto les digo que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere lleva mucho fruto.
25 El que ame su alma, la perderá, pero el que aborrezca su alma en este mundo, para vida eterna la preservará.
26 Si alguno me sirve, sígame, y donde yo esté, también allí estará mi servidor. El Padre honrará al que me sirva.
27 He aquí que mi alma ahora está turbada, y, ¿qué diré? ¿Líbrame de esta hora, Padre mío? Pues para esto he llegado a esta hora.
28 Glorifica tu Nombre, oh Padre. Entonces se escuchó una voz del Cielo: Lo he glorificado y lo glorificaré de nuevo.
29 Cuando la multitud que estaba presente escuchó, dijo: Ha sido un trueno. Pero otros decían: Le ha hablado un ángel.
30 Jesús contestó, diciéndoles: Esta voz no ha venido por mi causa, sino por causa de ustedes.
31 Ahora es el juicio de este mundo; el gobernante de este mundo ahora es echado fuera.
32 Y después de que yo sea levantado de la tierra, atraeré a todos hacia mí.
33 Pero dijo esto para mostrar de qué muerte habría de morir.
34 Le decían las multitudes: De la ley hemos escuchado que el Cristo permanecerá para siempre; ¿cómo, pues, dices tú que el Hijo del Hombre será levantado?, ¿quién es ese Hijo del Hombre?
35 Jesús les contestó: Por un poco más de tiempo la luz estará con ustedes. Anden mientras tienen la luz, para que no los alcancen las tinieblas. El que anda en tinieblas no sabe adónde va.
36 Crean a la luz en tanto tienen la luz, para que sean hijos de luz. Habiendo hablado Jesús estas cosas, se marchó y se ocultó de ellos.
37 Pero a pesar de que había realizado todas estas señales ante ellos, no creyeron en Él,
38 para que tuviera cumplimiento la palabra del profeta Isaías, que dijo:
“¿QUIÉN HA CREÍDO A NUESTRO ANUNCIO, SEÑOR MÍO? ¿A QUIÉN HA SIDO MANIFESTADO EL BRAZO DE YAHWEH?”
39 Por eso no podían creer, porque también Isaías había dicho:
40 “SUS OJOS FUERON CEGADOS, Y SU CORAZÓN FUE ENTENEBRECIDO, NO SEA QUE VEAN CON SUS OJOS, Y ENTIENDAN EN SU CORAZÓN, Y SE ARREPIENTAN, Y YO LOS RESTAURE”.
41 Estas cosas dijo Isaías cuando vio su gloria y habló acerca de Él.
42 Y creyeron también en Él muchos de los gobernantes, pero no lo confesaban a causa de los fariseos para no ser expulsados de la sinagoga,
43 porque amaron más la honra de los hombres que la gloria de Dios.
44 Alzando Jesús la voz, dijo: El que cree en mí, no cree en mí, sino en el que me envió.
45 Y el que me ve, ha visto al que me envió.
46 Yo, la luz, he venido al mundo, para que todo aquel que cree en mí no permanezca en tinieblas.
47 Y al que escucha mis palabras y no las guarda, yo no lo condeno, porque no he venido para condenar al mundo, sino para salvar al mundo.
48 El que me rechaza y no recibe mis palabras, tiene quien lo condene: la palabra que yo he hablado, ella lo condenará en el día final,
49 porque yo no he hablado por mi propia cuenta, sino que el Padre que me envió es quien me ha dado mandamiento de lo que he de decir y de lo que he de hablar.
50 Y sé que su mandamiento es vida eterna. De manera que lo que yo hablo, lo hablo conforme me lo ha dicho mi Padre.


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