Hechos 12 Nuevo Testamento (Bover-Cantera, 1957) 4ta Edición | 25 versitos |
1 Por aquel mismo tiempo, Herodes el rey puso manos en el proyecto de vejar a algunos miembros de la Iglesia. *
2 Quitó la vida con la espada a Santiago, el hermano de Juan. *
3 Y entendiendo ser grato a los judíos, siguió adelante, prendiendo también a Pedro.— Eran los días de los ázimos.—
4 Al cual habiendo detenido, le puso en la cárcel, entregándole para su custodia a cuatro piquetes de a cuatro soldados, con el propósito de presentarle ante el pueblo una vez pasada la Pascua. *
5 Pedro, pues, era custodiado en la cárcel; mas por él se hacía instantemente oración a Dios por la Iglesia.
6 Pero cuando iba Herodes a presentarle, aquella noche estaba Pedro durmiendo entre dos soldados, atado con dos cadenas; y había guardas delante de la puerta que custodiaban la cárcel.
7 De pronto se presentó un ángel del Señor, y una luz fulgurante llenó la estancia; y dando un golpe a Pedro en el costado, le despertó, diciendo: Levántate aprisa. Y cayeron de sus manos las cadenas. *
8 Díjole el ángel: Cíñete, y cálzate las sandalias. Y así lo hizo. Y le dice: Envuélvete tu manto y sígueme.
9 Y saliendo le seguía. Y no sabía que era una realidad la intervención del ángel, mas se figuraba ver una visión. *
10 Y habiendo atravesado la primera guardia y la segunda, llegaron a la puerta de hierro que llevaba a la ciudad, la cual automáticamente se les abrió; y una vez salidos, anduvieron adelante una calle, y luego al punto se ausentó de él el ángel.
11 Y Pedro, vuelto en sí, dijo: Ahora sé realmente que el Señor envió su ángel y me sacó de las manos de Herodes y de toda la expectación del pueblo de los judíos.*
12 Y después de reflexionar, se dirigió a la casa de María la madre de Juan, apellidado Marcos, donde se hallaban no pocos reunidos y orando.
13 Y habiendo golpeado a la puerta de la entrada, se acercó para escuchar una muchacha por nombre Rodé;
14 y reconociendo la voz de Pedro, de pura alegría, se olvidó de abrir la puerta, y echando a correr hacia dentro dio la noticia de que Pedro estaba a la puerta.
15 Ellos le dijeron: Estás loca. Mas ella persistía en afirmar que así era. Ellos decían: Será su ángel.
16 Y Pedro seguía golpeando. Y habiendo abierto, le vieron, y quedaron fuera de sí.
17 Mas él, haciéndoles señas con la mano que callasen, les enteró de cómo el Señor le había sacado de la cárcel; y dijo: Dad noticia de esto a Santiago y a los hermanos. Y partiéndose de allí, se fue a otro lugar. *
18 En cuanto se hizo de día, había no pequeño alboroto entre los soldados sobre qué se había hecho de Pedro.
19 Mas Herodes, habiéndole hecho buscar, como no le halló, instruido proceso, mandó fuesen ejecutados los guardias. Y bajando de Judea a Cesárea, se detuvo allí. *
20 Tenia por entonces violentas contiendas con los tirios y sidonios; los cuales de común acuerdo se presentaron a él, y habiendo logrado ganarse a Blasto, el maestre de cámara del rey, solicitaban la paz, a causa de que su país era abastecido por el del rey. *
21 y en el día señalado, Herodes, revestido de regia vestidura, tomando asiento en la tribunales dirigía una arenga.
22 y el pueblo aclamaba: ¡Voz de un dios y no de un hombre!
23 Luego al punto le hirió un ángel del Señor, por cuanto no había dado gloria a Dios, y, roído de los gusanos, expiró.
24 Y la palabra de Dios iba en aumento y se multiplicaba.
25 Bernabé y Saulo volvieron de Jerusalén, una vez cumplido su ministerio, tomando consigo a Juan apellidado Marcos. *

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Introducción a Hechos




HECHOS DE LOS
APOSTÓLES

AUTENTICIDAD. — El testimonio unánime y universal de los escritores eclesiásticos de los tres primeros siglos a favor de la autenticidad del libro de los Hechos como obra de San Lucas es una prueba documental cual no lo posee a su favor ningún escrito profano de la antigüedad, y que sólo puede compararse con la que acredita la autenticidad de los Evangelios o de las Epístolas de San Pablo. Y si callase la prueba testifical, bastaba la sola crítica interna para descubrir al verdadero autor de los Hechos. Los prólogos gemelos de las dos obras, y no menos la identidad de lenguaje, en la lexicografía, en la construcción, en los modismos, están diciendo a voces que el autor de los Hechos es el autor mismo del tercer Evangelio. Y los numerosos rasgos paulinos delatan la mano del fiel discípulo de San Pablo, como los frecuentes términos de medicina señala a Lucas el médico. HISTORICIDAD. — Los numerosísimos datos acumulados en la historia de los Hechos, el contacto constante con toda la vida social, política y religiosa de tantos pueblos diferentes y aun contrarios, nos permiten hoy día comprobar la verdad y fidelidad de la narración. Cuanto ha podido comprobarse, que es poco menos que todo, ha resultado rigurosamente exacto. Y es interesante que las dudas suscitadas contra algún pormenor de la narración de los Hechos han sido últimamente disipadas. Un ejemplo significativo. Habla Lucas de Sergio Pablo, procónsul de Chipre- Algunos críticos osaron atacar la exactitud de la expresión, afirmando que Sergio Pablo no fue procónsul, sino propretor. Pero las inscripciones recientemente descubiertas en Chipre hablan del procónsul Sergio Pablo. Y es tanto más admirable la exactitud de Lucas, por cuanto la provincia de Chipre sólo por breve tiempo fue senatoria (o gobernada por un procónsul), habiendo sido poco antes y poco después imperial (o regida por un propretor). Con igual precisión habla del procónsul de Acaya, de los asiarcas y del escriba de Efeso, de los pretores o estrategos de Filipos, de los politarcas de Tesalónica, del Primero de Malta. Y el largo viaje marítimo narrado en los dos últimos capítulos ha sido considerado por los técnicos como un portento de exactitud y precisión. TIEMPO DE SU COMPOSICIÓN. — El año en que se escribió el libro de los Hechos es la bate o punto de referencia para conocer la cronología de los tres primeros Evangelios. De ahí su importancia. Terminan los Hechos en el bienio de la custodia libera en que estuvo San Pablo durante los años 61-63 (o 60-62), sin mencionar la sentencia judicial, que fue entonces de absolución. Al fin, por tanto, de este bienio hubo de terminarse la composición de los Hechos. Como los Hechos comienzan refiriéndose al «primer tratado» (1:1), que es el tercer Evangelio, síguese de ahí que éste hubo de escribirse anteriormente, tal vez hacia el año 60. Por otra parte, sabemos por la tradición que los Evangelios de Mateo y Marcos son anteriores al de Lucas. Fueron, por tanto, escritos antes del año 60, verosímilmente hacia los años 50 y 55, respectivamente. EL TEXTO. — Unos pocos códices, llamados occidentales, representan un tipo de texto algo más largo que el de los códices orientales. Surge, pues, el problema: ¿cuál de los dos textos es el primitivo y genuino? ¿Hay interpolaciones en el texto occidental o más bien hay o misiones en el oriental ? No es posible dar una solución simple y tajante. Sólo en general puede decirse que, si algunas veces es el texto oriental quien abrevia indebidamente el texto primitivo, las más de las veces, empero, es el occidental quien lo interpola. Algunas de estas interpolaciones parecen ser anotaciones hechas al texto de Lucas por algunos que quisieron enriquecerlo con noticias personales que parecen fidedignas.



Fuente: Sagrada Biblia (Bover-Cantera, 1957)

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Notas

Hechos 12,1

HERODES EL REY: Herodes Agripa I, hijo de Aristóbulo y nieto de Herodes el Grande, recibió de Calígula, su amigo, el título de rey, a diferencia de su tío Herodes Antipas, que sólo obtuvo el título de tetrarca. Fueron hijos de Agripa I: Agripa II, Berenice y Drusila, de quienes se habla más adelante.


Hechos 12,2

CON LA ESPADA: con el suplicio de la decapitación.


Hechos 12,4

A CUATRO PIQUETES…: más literalmente «a cuatro cuaternas de soldados».


Hechos 12,7-9

Es sumamente pintoresca esta escena, en que el ángel va dando una tras otra sus órdenes, que Pedro, medio dormido aún, va cumpliendo maquinalmente. Puesta la narración en primera persona, reproduce a la letra las palabras mismas con que la oiría Lucas de labios de San Pedro.


Hechos 12,9

Muestra San Pedro la misma disposición de ánimo que aparece en los Evangelios: más inclinado a tomar por fantasías las realidades sobrenaturales que a tomar por realidades las fantasías.


Hechos 12,11-17

Todo el pasaje es de un subidísimo realismo y de una verdad psicológica, con sus ribetes cómicos, deliciosísimos, que excluyen toda ficción literaria.


Hechos 12,17

SE FUE A OTRO LUGAR: a Roma. Pedro, el año 42, inaugura su Cátedra en Roma: veinticinco años de pontificado romano, coronados con el martirio el año 67.


Hechos 12,19

A CESÁREA: alguien ha supuesto que el «otro lugar» adonde se dirigió Pedro desde Jerusalén fue Cesárea. Aunque así hubiera sido, pronto habría tenido que buscar «otro lugar» diferente fuera de los dominios de Agripa, que entonces dominaba en toda la Palestina. Ni pudo tampoco este «otro lugar» ser Antioquia, adonde vuelve la narración de los Hechos, que no mencionan a Pedro entre los principales personajes de aquella Iglesia (Hch_13:1).


Hechos 12,20

El motivo de las contiendas de Agripa con los fenicios parece insinuarse al tener éstos para solicitar una avenencia con el rey, es a saber, QUE SU PAÍS ERA ABASTECIDO POR EL DEL REY. Habría puesto Agripa restricciones a la exportación del trigo de Palestina a Fenicia, probablemente como represalia contra semejantes restricciones impuestas por los fenicios, naturalmente comerciantes, contra Palestina.


Hechos 12,25

Esta mención de la vuelta de Bernabé y Saulo en este punto no significa necesariamente, dentro del sistema habitual de Lucas, que fuese posterior a la muerte de Herodes: es más bien una hábil transición, para llevarnos de nuevo a Antioquia.

|| JUAN APELLIDADO MARCOS es Marcos el evangelista.