Hechos 19 Nuevo Testamento (Bover-Cantera, 1957) 4ta Edición | 41 versitos |
1 Y aconteció que, mientras Apolo andaba en Corinto, Pablo, recorriendo las regiones superiores, bajó a Efeso y hallo algunos discípulos. *
2 Y les dijo: ¿Recibisteis, al creer, el Espíritu Santo? Ellos a él: Es que ni siquiera nos enteramos de que haya Espíritu Santo.
3 El dijo: ¿Con qué bautismo, pues fuisteis bautizados? Ellos dijeron: Con el bautismo de Juan. *
4 Dijo Pablo: Juan bautizó con bautismo de penitencia, diciendo al pueblo que creyese en el que había de venir tras él, es decir, en Jesús.
5 Oído esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús.
6 Y habiéndoles Pablo impuesto las manos, vino el Espíritu Santo sobre ellos y hablaban en lenguas y profetizaban.
7 Eran entre todos como unos doce hombres.
8 Y entrando en la sinagoga, hablaba con entera libertad por espacio de tres meses, discutiendo y persuadiendo en los tocante al reino de Dios.
9 Mas como algunos se endureciesen y no se rindiesen, diciendo mal del Camino en presencia de la muchedumbre, apartándose de ellos formó grupo aparte con los discípulos, y razonaba diariamente en la escuela de Tirano.*
10 Y esto continuó por espacio de dos años, de suerte que todos los que habitaban el Asia, tanto judíos como gentiles, pudieron oír la palabra del Señor. *
11 Y obraba Dios por las manos de Pablo milagros no vulgares,
12 hasta el punió de que, tomando los pañuelos o delantales que llevaba encima, para aplicarlos a los enfermos, eran ahuyentadas de ellos las enfermedades y salían los malos espíritus. *
13 Intentaron algunos de los mismos exorcistas judíos ambulantes invocar sobre los que tenían los malos espíritus el nombre del Señor Jesús, diciendo: Os conjuro por Jesús, el que Pablo predica. *
14 Y eran siete hijos de cierto Escevas, sumo sacerdote judío, los que esto hacían. *
15 Mas respondiendo el espíritu mulo, les dijo: A Jesús le conozco, y Pablo sé quién es; pero vosotros, ¿quiénes sois?
16 Y echándose de un salto sobre ellos el hombre en quien estaba el espíritu malo, dominando al uno y al otro, pudo contra ellos, hasta obligarles a escapar de aquella casa desnudos y heridos.
17 Y esto llegó a conocimiento de todos los habitantes de Efeso, así judíos como griegos, y cundió el temor en todos ellos, y era engrandecido el nombre del Señor Jesús.
18 Y muchos de los que habían creído venían confesando y declarando sus prácticas de magia.
19 Y bastantes de los que habían practicado las artes mágicas, amontonando los libros que habían traído, los quemaban a vista de todos. Y habiendo calculado sus precios, hallaron ser de cincuenta mil monedas de plata. *
20 Así con tal pujanza se extendía y robustecía la palabra del Señor.
21 Una vez realizadas estas cosas, determinó Pablo en su espíritu ir a Jerusalén pasando por Macedonia y Acaya, diciendo: Después de haber estado allí, tengo que ver también a Roma. *
22 y habiendo despachado para Macedonia a dos de sus auxiliares, Timoteo y Erasto, él se detuvo un tiempo en el Asía. *
23 Ocurrió por aquella sazón un tumulto no pequeño con motivo del Camino.
24 Porque un tal Demetrio de nombre, platero, labrando en plata templos de Artemis, proporcionaba a los artífices no exigua ganancia; *
25 a los cuales, habiendo reunido, y con ellos a los operarios de semejante ramo, dijo: Varones, sabéis que de este oficio nos proviene la abundancia de recursos;
26 y estáis viendo y oyendo decir que no solamente en Efeso, sino en casi toda el Asia, ese Pablo con sus persuasiones ha seducido mucha gente, diciendo que no son dioses los que con manos son labrados.
27 Y no sólo se corre el peligro de que, con perjuicio nuestro, se hunda en el descrédito este ramo de la industria, sino también de que el templo de la gran diosa Artemis sea tenido en nada; y se va a derrumbar la majestad de aquella a quien toda el Asia y el mundo entero venera.
28 Como esto oyeron, llenos de furor gritaban, diciendo: ¡Grande es la Artemis de los efesios!
29 Y se llenó la ciudad de confusión, y se lanzaron furiosos todos a una hacia el teatro, arrastrando consigo a Gayo y Aristarco, macedonios, compañeros de viaje de Pablo.
30 Y queriendo Pablo entrar y presentarse al pueblo, no se lo consentían los discípulos.
31 Y algunos también de los asiarcas, que eran amigos suyos, mandáronle recado exhortándole a que no se presentase en el teatro. *
32 Unos, pues, gritaban una cosa, otros otra; porque la asamblea andaba toda revuelta, y los más no sabían por qué razón se habían reunido.
33 Mas de entre la turba salió Alejandro, a quien, previamente instruido, habían empujado hacia adelante los judíos; y el tal Alejandro, habiendo hecho señas con la mano, quería hacer su defensa ante el pueblo.
34 Pero, en cuanto reconocieron que era judío, resonó una voz general de todos, que durante unas dos horas estuvieron vociferando: ¡Grande es la Artemis de los efesios!
35 Mas, calmado que hubo a la turba, el letrado dice: Varones efesios, ¿quién hay de los hombres que no sepa que la ciudad de los efesios es la guardiana de la grande Artemis y de la estatua caída del cielo? *
36 Siendo, por tanto, esto indiscutible, es conveniente que os mantengáis sosegados y que nada hagáis precipitadamente.
37 Pues habéis traído acá estos hombres, que ni son sacrílegos ni blasfemadores de nuestra diosa.
38 Si pues, Demetrio y los artífices sus compañeros tienen querella contra alguno, audiencias forenses se celebran y procónsules hay: presenten acusación unos contra otros. *
39 Y si tenéis alguna ulterior demanda que hacer, se proveerá en la asamblea general. *
40 Pues corremos peligro de ser acusados de sedición por esta de hoy, no existiendo motivo alguno sobre lo cual no podremos dar razón qué justifique este concurso tumultuoso.
41 Y dicho esto, despidió la asamblea.

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Introducción a Hechos




HECHOS DE LOS
APOSTÓLES

AUTENTICIDAD. — El testimonio unánime y universal de los escritores eclesiásticos de los tres primeros siglos a favor de la autenticidad del libro de los Hechos como obra de San Lucas es una prueba documental cual no lo posee a su favor ningún escrito profano de la antigüedad, y que sólo puede compararse con la que acredita la autenticidad de los Evangelios o de las Epístolas de San Pablo. Y si callase la prueba testifical, bastaba la sola crítica interna para descubrir al verdadero autor de los Hechos. Los prólogos gemelos de las dos obras, y no menos la identidad de lenguaje, en la lexicografía, en la construcción, en los modismos, están diciendo a voces que el autor de los Hechos es el autor mismo del tercer Evangelio. Y los numerosos rasgos paulinos delatan la mano del fiel discípulo de San Pablo, como los frecuentes términos de medicina señala a Lucas el médico. HISTORICIDAD. — Los numerosísimos datos acumulados en la historia de los Hechos, el contacto constante con toda la vida social, política y religiosa de tantos pueblos diferentes y aun contrarios, nos permiten hoy día comprobar la verdad y fidelidad de la narración. Cuanto ha podido comprobarse, que es poco menos que todo, ha resultado rigurosamente exacto. Y es interesante que las dudas suscitadas contra algún pormenor de la narración de los Hechos han sido últimamente disipadas. Un ejemplo significativo. Habla Lucas de Sergio Pablo, procónsul de Chipre- Algunos críticos osaron atacar la exactitud de la expresión, afirmando que Sergio Pablo no fue procónsul, sino propretor. Pero las inscripciones recientemente descubiertas en Chipre hablan del procónsul Sergio Pablo. Y es tanto más admirable la exactitud de Lucas, por cuanto la provincia de Chipre sólo por breve tiempo fue senatoria (o gobernada por un procónsul), habiendo sido poco antes y poco después imperial (o regida por un propretor). Con igual precisión habla del procónsul de Acaya, de los asiarcas y del escriba de Efeso, de los pretores o estrategos de Filipos, de los politarcas de Tesalónica, del Primero de Malta. Y el largo viaje marítimo narrado en los dos últimos capítulos ha sido considerado por los técnicos como un portento de exactitud y precisión. TIEMPO DE SU COMPOSICIÓN. — El año en que se escribió el libro de los Hechos es la bate o punto de referencia para conocer la cronología de los tres primeros Evangelios. De ahí su importancia. Terminan los Hechos en el bienio de la custodia libera en que estuvo San Pablo durante los años 61-63 (o 60-62), sin mencionar la sentencia judicial, que fue entonces de absolución. Al fin, por tanto, de este bienio hubo de terminarse la composición de los Hechos. Como los Hechos comienzan refiriéndose al «primer tratado» (1:1), que es el tercer Evangelio, síguese de ahí que éste hubo de escribirse anteriormente, tal vez hacia el año 60. Por otra parte, sabemos por la tradición que los Evangelios de Mateo y Marcos son anteriores al de Lucas. Fueron, por tanto, escritos antes del año 60, verosímilmente hacia los años 50 y 55, respectivamente. EL TEXTO. — Unos pocos códices, llamados occidentales, representan un tipo de texto algo más largo que el de los códices orientales. Surge, pues, el problema: ¿cuál de los dos textos es el primitivo y genuino? ¿Hay interpolaciones en el texto occidental o más bien hay o misiones en el oriental ? No es posible dar una solución simple y tajante. Sólo en general puede decirse que, si algunas veces es el texto oriental quien abrevia indebidamente el texto primitivo, las más de las veces, empero, es el occidental quien lo interpola. Algunas de estas interpolaciones parecen ser anotaciones hechas al texto de Lucas por algunos que quisieron enriquecerlo con noticias personales que parecen fidedignas.



Fuente: Sagrada Biblia (Bover-Cantera, 1957)

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Notas

Hechos 19,1

LAS REGIONES SUPERIORES: las más elevadas o montañosas del Asia Menor.


Hechos 19,3

Estos discípulos estaban en el mismo caso que Apolo.


Hechos 19,9

TIRANO: sería un retórico que cedía su escuela a Pablo, no sabemos con qué condiciones. El texto occidental añade que Pablo enseñaba desde la hora quinta a la décima (desde las once hasta las dieciséis). Probablemente desde el amanecer hasta las once, Pablo trabajaba en su oficio para ganar el sustento (Hch_20:34-35).


Hechos 19,10

Estos DOS AÑOS, sumados a los tres meses de que antes se habla (Hch_19:8) y al TIEMPO de que se habla luego (Hch_19:22), completan el trienio (Hch_20:31) que San Pablo estuvo en Efeso (del 53 al 56). Durante este tiempo, probablemente hacia la Pascua del 56, se escribió la primera a los Corintios.


Hechos 19,12

DELANTALES: serian los que usaba San Pablo en su trabajo manual.


Hechos 19,13

La declaración del divino Maestro a los fariseos (Mat_12:27; Luc_11:19) da a entender que los exorcismos de los judíos podían alguna vez ser eficaces.


Hechos 19,14

Ignoramos en qué sentido era sumo sacerdote este Escevas. Sería simplemente de una de las familias archisacerdotales.


Hechos 19,19

LOS LIBROS de magia serían rollos de pergamino que contendrían fórmulas de encantamiento, exorcismos, palabras mágicas…

|| LAS MONEDAS DE PLATA eran dracmas. La dracma griega correspondía al denario romano.


Hechos 19,21

PASANDO POR MACEDONIA Y ACAYA: para recoger la limosna destinada a los pobres de Jerusalén (1Co_16:1-3; 2Co_8:1-24; 2Co_9:1-15) y para poner orden en la Iglesia de Corinto.


Hechos 19,22

Este ERASTO, compañero de San Pablo, es distinto del Erasto cuestor de Corinto (Rom_16:23).

|| EN EL ASIA: evangelizando otras ciudades. (Cf. Hch_19:26; Hch_20:18.)


Hechos 19,24

TEMPLOS DE ARTEMIS: serian miniaturas del famoso templo de Efeso.


Hechos 19,31

ASIARCAS: así eran llamados los diez magistrados que presidían la asamblea provincial de Asia.


Hechos 19,35

EL LETRADO era el magistrado con funciones de secretario, que dirigía, si no presidía, las asambleas populares.

|| LA ESTATUA de Artemis se suponía CAÍDA DEL CIELO. Era un bloque informe, que bien podría ser un aerolito.


Hechos 19,38

PROCÓNSULES: plural de categoría.


Hechos 19,39

EN LA ASAMBLEA GENERAL: presidida por el magistrado romano.