Hechos 24 Nuevo Testamento (Bover-Cantera, 1957) 4ta Edición | 26 versitos |
1 Cinco días después bajó el sumo sacerdote Ananías con algunos ancianos y un cierto Tértulo, orador, los cuales presentaron ante el procurador acusación contra Pablo. *
2 Citado éste, dio principio Tértulo a su acusación, diciendo: La mucha paz de que por ti gozamos y las mejoras que se hacen en beneficio de esta nación, gracias a tus acertadas providencias, *
3 en todas cosas y en todo lugar, las acogemos, excelentísimo Félix, con todo nacimiento de gracias.
4 Mas para no fatigarte ya más tiempo, ruego que nos escuches compendiosamente según tu clemencia.
5 Porque habiendo hallado que ese hombre es una peste, que promueve alborotos contra todos los judíos que existen por todo el orbe de la tierra, que es además jefe principal de la secta de los nazarenos, *
6 que aun el templo tentó de profanar, al cual justamente apresamos:*
8 de cuyas declaraciones podrás tú mismo, interrogándole, venir en entero conocimiento de todas las cosas de que nosotros le acusamos.
9 Dieron a una su conformidad también los judíos, diciendo y repitiendo ser estas cosas así.
10 Y Pablo, habiéndole sido concedida la palabra por el procurador, respondió: Sabiendo que de muchos años a esta parte eres juez de esta nación, confiadamente voy a exponer en mi defensa lo que a mí mismo se refiere; *
11 pudiendo tú comprobar que no hace más de doce días que subí a Jerusalén para adorar a Dios,
12 y ni en el templo me hallaron discutiendo con nadie, ni ocasionando concurso de la turba, ni tampoco en las sinagogas ni por la ciudad;
13 ni pueden presentarte pruebas de las cosas de que ahora me acusan.
14 Pero esto te confieso que según el Camino, que ellos llaman secta, de esta manera rindo culto al Dios de nuestros padres, creyendo todo cuanto es conforme a la ley y cuanto está escrito en los profetas;
15 teniendo en Dios la esperanza, que también ellos mismos aguardan, de que ha de haber resurrección, tanto de justos como de injustos.
16 Siendo esto así, también yo me esfuerzo por conservar sin tropiezo la conciencia para con Dios y para con los hombres constantemente.
17 Al cabo de muchos años vine para hacer limosnas a los de la nación, y también ofrendas;
18 en medio de las cuales me hallaron purificado en el templo, no con tropel de gente ni con alboroto;
19 y los que me hallaron eran ciertos judíos venidos del Asia, los cuales razón fuera que compareciesen ante ti y denunciasen si algo tenían contra mí.
20 O si no, estos mismos digan qué crimen hallaron en mí cuando yo comparecí ante el sanhedrín,
21 si ya no es por esta sola voz que yo lancé a gritos estando en medio de ellos: Por la resurrección de los muertos soy yo juzgado hoy ante vosotros.
22 Félix, como conociese con bastante exactitud lo referente al Camino, les dio largas, diciendo: Cuando el tribuno Lisias bajare, resolveré vuestro asunto. *
23 Y dio orden al centurión de que le custodiase, que le permitiese cierta libertad y que no estorbase a ninguno de los suyos el asistirle.
24 De allí a algunos días, presentándose Félix con Drusila, su esposa, que era judía, envió a llamar a Pablo, y le oyó acerca de la fe en el Mesías Jesús. *
25 Y al hablar él sobre la justicia, la continencia y el juicio venidero, aterrorizado Félix, respondió: Por ahora puedes irte; así que logre alguna buena ocasión, te haré llamar; *
26 esperando también al mismo tiempo recibir dinero de Pablo; por lo cual con relativa frecuencia, enviándole a buscar, conversaba con él.
27 Cumplido un bienio, Félix recibió por sucesor a Porcio Festo; y deseando con este favor hecho a los judíos asegurarse su benevolencia, Félix dejó a Pablo en prisiones.

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Introducción a Hechos




HECHOS DE LOS
APOSTÓLES

AUTENTICIDAD. — El testimonio unánime y universal de los escritores eclesiásticos de los tres primeros siglos a favor de la autenticidad del libro de los Hechos como obra de San Lucas es una prueba documental cual no lo posee a su favor ningún escrito profano de la antigüedad, y que sólo puede compararse con la que acredita la autenticidad de los Evangelios o de las Epístolas de San Pablo. Y si callase la prueba testifical, bastaba la sola crítica interna para descubrir al verdadero autor de los Hechos. Los prólogos gemelos de las dos obras, y no menos la identidad de lenguaje, en la lexicografía, en la construcción, en los modismos, están diciendo a voces que el autor de los Hechos es el autor mismo del tercer Evangelio. Y los numerosos rasgos paulinos delatan la mano del fiel discípulo de San Pablo, como los frecuentes términos de medicina señala a Lucas el médico. HISTORICIDAD. — Los numerosísimos datos acumulados en la historia de los Hechos, el contacto constante con toda la vida social, política y religiosa de tantos pueblos diferentes y aun contrarios, nos permiten hoy día comprobar la verdad y fidelidad de la narración. Cuanto ha podido comprobarse, que es poco menos que todo, ha resultado rigurosamente exacto. Y es interesante que las dudas suscitadas contra algún pormenor de la narración de los Hechos han sido últimamente disipadas. Un ejemplo significativo. Habla Lucas de Sergio Pablo, procónsul de Chipre- Algunos críticos osaron atacar la exactitud de la expresión, afirmando que Sergio Pablo no fue procónsul, sino propretor. Pero las inscripciones recientemente descubiertas en Chipre hablan del procónsul Sergio Pablo. Y es tanto más admirable la exactitud de Lucas, por cuanto la provincia de Chipre sólo por breve tiempo fue senatoria (o gobernada por un procónsul), habiendo sido poco antes y poco después imperial (o regida por un propretor). Con igual precisión habla del procónsul de Acaya, de los asiarcas y del escriba de Efeso, de los pretores o estrategos de Filipos, de los politarcas de Tesalónica, del Primero de Malta. Y el largo viaje marítimo narrado en los dos últimos capítulos ha sido considerado por los técnicos como un portento de exactitud y precisión. TIEMPO DE SU COMPOSICIÓN. — El año en que se escribió el libro de los Hechos es la bate o punto de referencia para conocer la cronología de los tres primeros Evangelios. De ahí su importancia. Terminan los Hechos en el bienio de la custodia libera en que estuvo San Pablo durante los años 61-63 (o 60-62), sin mencionar la sentencia judicial, que fue entonces de absolución. Al fin, por tanto, de este bienio hubo de terminarse la composición de los Hechos. Como los Hechos comienzan refiriéndose al «primer tratado» (1:1), que es el tercer Evangelio, síguese de ahí que éste hubo de escribirse anteriormente, tal vez hacia el año 60. Por otra parte, sabemos por la tradición que los Evangelios de Mateo y Marcos son anteriores al de Lucas. Fueron, por tanto, escritos antes del año 60, verosímilmente hacia los años 50 y 55, respectivamente. EL TEXTO. — Unos pocos códices, llamados occidentales, representan un tipo de texto algo más largo que el de los códices orientales. Surge, pues, el problema: ¿cuál de los dos textos es el primitivo y genuino? ¿Hay interpolaciones en el texto occidental o más bien hay o misiones en el oriental ? No es posible dar una solución simple y tajante. Sólo en general puede decirse que, si algunas veces es el texto oriental quien abrevia indebidamente el texto primitivo, las más de las veces, empero, es el occidental quien lo interpola. Algunas de estas interpolaciones parecen ser anotaciones hechas al texto de Lucas por algunos que quisieron enriquecerlo con noticias personales que parecen fidedignas.



Fuente: Sagrada Biblia (Bover-Cantera, 1957)

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Notas

Hechos 24,1

TÉRTULO: era probablemente romano o griego.

|| ORADOR: abogado de oficio.


Hechos 24,2-6

Pieza oratoria modelo de retórica hueca e insulsa.


Hechos 24,5

NAZARENO: término despectivo con que los judíos solían designar a los cristianos.


Hechos 24,6

El versículo Hch_6:7 no se halla en el original griego.


Hechos 24,10-12

Después de un discreto exordio (Hch_24:10-11) refuta Pablo los tres cargos que le hizo Tértulo: el de alborotador (Hch_24:12-13), el de sectario (Hch_24:14-16) y el de profanador del templo (Hch_24:17-18); al fin nota la ausencia de los que debieran ser testigos (Hch_24:19) y que los judíos mismos en el sanhedrín no habían hallado en él crimen alguno (Hch_24:20-21).


Hechos 24,22

COMO CONOCIESE…: procurador desde el año 52, tuvo ocasión de conocer el cristianismo. En Cesárea existía una iglesia cristiana; y en el mismo pretorio se conservaría el recuerdo del centurión Cornelio.

|| DIO LARGAS: Félix, lo mismo que Pilato, conoció la inocencia del reo, mas por consideraciones con los acusadores no se atrevió a soltarle.


Hechos 24,24

DRUSILA: hija de Herodes Agripa I, era la tercera esposa reina que tenía Félix, el antiguo esclavo.


Hechos 24,25

Se deja entender el terror que se apoderaría de Félix, «ladrón y adúltero», al oír hablar a Pablo SOBRE LA JUSTICIA y LA CONTINENCIA.