Romanos  5 Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011) | 21 versitos |
1 Así pues, habiendo sido justificados en virtud de la fe, estamos en paz con Dios, por medio de nuestro Señor Jesucristo ° ,
2 por el cual hemos obtenido además por la fe el acceso a esta gracia, en la cual nos encontramos; y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios.
3 Más aún, nos gloriamos incluso en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia,
4 la paciencia, virtud probada, la virtud probada, esperanza,
5 y la esperanza no defrauda, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que se nos ha dado.
6 En efecto, cuando nosotros estábamos aún sin fuerza, en el tiempo señalado, Cristo murió por los impíos;
7 ciertamente, apenas habrá quien muera por un justo; por una persona buena tal vez se atrevería alguien a morir;
8 pues bien: Dios nos demostró su amor en que, siendo nosotros todavía pecadores, Cristo murió por nosotros.
9 ¡Con cuánta más razón, pues, justificados ahora por su sangre, seremos por él salvados del castigo!
10 Si, cuando éramos enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, ¡con cuánta más razón, estando ya reconciliados, seremos salvados por su vida!
11 Y no solo eso, sino que también nos gloriamos en Dios, por nuestro Señor Jesucristo, por quien hemos obtenido ahora la reconciliación.
12 Por tanto ° , lo mismo que por un hombre entró el pecado en el mundo, y por el pecado la muerte, y así la muerte se propagó a todos los hombres, porque todos pecaron…
13 Pues, hasta que llegó la ley había pecado en el mundo, pero el pecado no se imputaba porque no había ley.
14 Pese a todo, la muerte reinó desde Adán hasta Moisés, incluso sobre los que no habían pecado con una transgresión como la de Adán, que era figura del que tenía que venir.
15 Sin embargo, no hay proporción entre el delito y el don: si por el delito de uno solo murieron todos, con mayor razón la gracia de Dios y el don otorgado en virtud de un hombre, Jesucristo, se han desbordado sobre todos.
16 Y tampoco hay proporción entre la gracia y el pecado de uno: pues el juicio, a partir de uno, acabó en condena, mientras que la gracia, a partir de muchos pecados, acabó en justicia.
17 Si por el delito de uno solo la muerte inauguró su reinado a través de uno solo, con cuánta más razón los que reciben a raudales el don gratuito de la justificación reinarán en la vida gracias a uno solo, Jesucristo.
18 En resumen, lo mismo que por un solo delito resultó condena para todos, así también por un acto de justicia resultó justificación y vida para todos.
19 Pues, así como por la desobediencia de un solo hombre, todos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno solo, todos serán constituidos justos.
20 Ahora bien, la ley ha intervenido para que abundara el delito; pero, donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia,
21 para que, lo mismo que reinó el pecado a través de la muerte, así también reinara la gracia por la justicia para la vida eterna, por Jesucristo, nuestro Señor.

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Introducción a Romanos 

ROMANOS

Concebida como un escrito circunstancial, pero compuesta con un enorme esfuerzo por clarificar los contenidos precisos de su Evangelio, la carta a los Romanos es una síntesis llena de fuerza del pensamiento de san Pablo. Su composición habría que situarla en Corinto, en torno a los años 56/57, aunque en fecha posterior a la de Gálatas y antes del viaje que hizo el Apóstol a Jerusalén para llevar la colecta que había realizado entre los cristianos de sus comunidades (cf. Rom 15:25 ss). San Pablo aprovecha la oportunidad que le ofrece tener que escribirles para exponer su Evangelio, es decir, la forma que él tiene de entender la salvación que Dios ha ofrecido en Cristo: en él, en Jesucristo, o, lo que es lo mismo, en su muerte y su resurrección, Dios ha manifestado y sigue manifestando su justicia salvadora para todo el que acoja con fe el Evangelio.

Fuente: Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011)

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Notas

Romanos  5,1-21*5:1-8:39 En esta segunda sección de la parte doctrinal de Rom el presente y el futuro del cristiano se van contemplando en movimientos sucesivos y desde la justificación obtenida.


Romanos  5,12*5:12 Un por tanto de referencia indefinida introduce una unidad (Rom 5:12-21) centrada en la comparación entre el hombre-uno Adán y el hombre-uno Cristo. El desarrollo de la comparación queda incompleto en Rom 5:12, un versículo de gran importancia para la reflexión cristiana sobre el pecado original; en él se afirma la relación 1) entre el pecado y la muerte en general, 2) entre el primer hombre y la entrada del pecado y de la muerte en el mundo, y 3) entre el pecado del primer hombre y el pecado y la muerte de todos.