I Corintios 11,32

Sin embargo, el Señor nos castiga para corregirnos, para que no seamos condenados con el mundo*.

Nueva Biblia de Jerusalén (Desclée, 1998)


REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Deu_8:5+

NOTAS

11:32 Las pruebas enviadas por el Señor son juicios que preludian el último juicio. Pero su finalidad es la conversión que evitará la condenación final (v. 32). Se habrían evitado estos castigos si los culpables -con ocasión de la comunión con el cuerpo de Cristo (v. 31)- se hubieran examinado a sí mismos y se hubieran corregido.
I Corintios 11, 32

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