I Corintios 13 Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011) | 13 versitos |
1 Si hablara las lenguas de los hombres y de los ángeles, pero no tengo amor, no sería más que un metal que resuena o un címbalo que aturde.
2 Si tuviera el don de profecía y conociera todos los secretos y todo el saber; si tuviera fe como para mover montañas, pero no tengo amor, no sería nada.
3 Si repartiera todos mis bienes entre los necesitados; si entregara mi cuerpo a las llamas, pero no tengo amor, de nada me serviría.
4 El amor es paciente, es benigno; el amor no tiene envidia, no presume, no se engríe;
5 no es indecoroso ni egoísta; no se irrita; no lleva cuentas del mal;
6 no se alegra de la injusticia, sino que goza con la verdad.
7 Todo lo excusa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
8 El amor no pasa nunca. Las profecías, por el contrario, se acabarán; las lenguas cesarán; el conocimiento se acabará.
9 Porque conocemos imperfectamente e imperfectamente profetizamos;
10 mas, cuando venga lo perfecto, lo imperfecto se acabará.
11 Cuando yo era niño, hablaba como un niño, sentía como un niño, razonaba como un niño. Cuando me hice un hombre, acabé con las cosas de niño.
12 Ahora vemos como en un espejo, confusamente; entonces veremos cara a cara. Mi conocer es ahora limitado; entonces conoceré como he sido conocido por Dios.
13 En una palabra, quedan estas tres: la fe, la esperanza y el amor ° . La más grande es el amor.

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Introducción a I Corintios

1 CORINTIOS

La tradición canónica nos ha transmitido dos cartas de san Pablo a los Corintios, que son parte de la intensa relación epistolar que mantuvo el Apóstol con aquella comunidad. La 1 Cor fue escrita en Éfeso en torno al año 53. La presencia reiterada de la frase «acerca de» a partir de 1Co 7:1 (1Co 7:25; 1Co 8:1; 1Co 12:1) permite considerar al menos 1Co 7:1 - 1Co 14:40 como la respuesta del Apóstol a diversas cuestiones que le habían planteado por carta sus cristianos (véase 1Co 5:9-11). Frente a ello, los capítulos anteriores (1Co 1:10 - 1Co 6:20) están dedicados a problemas surgidos en Corinto, cuya noticia había llegado a oídos de san Pablo a través de terceros. A este mismo grupo pertenecería además el problema de la resurrección de los muertos, cuyo tratamiento habría dejado para el final de su escrito (1Co 15:1-57). Destacan en su contenido la presentación de la Iglesia como Cuerpo de Cristo y el himno al amor.

Fuente: Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011)

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Notas

I Corintios 13,1-13*12:31b-13:13 Este texto muestra tal elevación lírica que parece justificado calificar el pasaje de «Himno de la caridad», cuya fuente de inspiración última es el amor de Dios manifestado en Jesucristo.


I Corintios 13,13*13:13 La agrupación de estas tres virtudes, llamadas teologales, aparece ya en la más antigua de las cartas paulinas (1Ts 1:3; 1Ts 5:8; véase también Gál 5:5 s; Rom 5:1-5; Rom 12:6-12). El amor es el carisma mayor (Co 12:31o 12:31 a) al que deben aspirar los cristianos.