1 CORINTIOS
La tradición canónica nos ha transmitido dos cartas de san Pablo a los Corintios, que son parte de la intensa relación epistolar que mantuvo el Apóstol con aquella comunidad. La 1 Cor fue escrita en Éfeso en torno al año 53. La presencia reiterada de la frase «acerca de» a partir de 1Co 7:1 (1Co 7:25; 1Co 8:1; 1Co 12:1) permite considerar al menos 1Co 7:1 - 1Co 14:40 como la respuesta del Apóstol a diversas cuestiones que le habían planteado por carta sus cristianos (véase 1Co 5:9-11). Frente a ello, los capítulos anteriores (1Co 1:10 - 1Co 6:20) están dedicados a problemas surgidos en Corinto, cuya noticia había llegado a oídos de san Pablo a través de terceros. A este mismo grupo pertenecería además el problema de la resurrección de los muertos, cuyo tratamiento habría dejado para el final de su escrito (1Co 15:1-57). Destacan en su contenido la presentación de la Iglesia como Cuerpo de Cristo y el himno al amor.
I Corintios 5,1-13*5-6 Un sencillo se oye decir marca el comienzo de una nueva sección de la carta, que alcanza hasta 1Co 6:20 y aborda tres comportamientos inadecuados de algunos corintios: la inmoralidad del incestuoso (1Co 5:1-13), el recurso a tribunales civiles (1Co 6:1-11) y la prostitución (1Co 6:12-20).