EFESIOS
La carta a los Efesios forma parte del grupo de las cartas de la cautividad llamadas así por la mención de la prisión o de las cadenas en que se encontraba Pablo cuando las escribió (Efe 3:1; Efe 4:1; Efe 6:20; véase Flp 1:7; Flp 1:12-17; Col 4:3; Col 4:10; Col 4:18; Flm 1:9-10; Flm 1:13; Flm 1:23). Cronológicamente se sitúan en una época posterior a las grandes cartas (1-2 Corintios, Gálatas, Romanos), tal vez en la primera cautividad romana (61-63). Pero en la hipótesis de una autoría paulina mediata, la fecha podría retrasarse a los años ochenta. Lo mismo que Romanos es la cima de las grandes cartas, Efesios lo es del grupo de cartas de la cautividad. De ella se ha dicho que es una de las más elevadas creaciones de la mente humana, toda centrada en la eternidad: la carta teológica por antonomasia, y la corona de los escritos de Pablo.
Efesios 1,3-14*1:3-14 Este himno pertenece al género literario de las bendiciones, cuyo sujeto es siempre Dios, del cual se enumeran diversos atributos o actuaciones históricas en beneficio de su pueblo. Las bendiciones contemplan las principales etapas del designio salvífico de Dios: elección eterna, predestinación, redención por la sangre de Cristo, revelación del misterio de la salvación como recapitulación de la creación, herencia del Hijo compartida, llamada a los gentiles, don del Espíritu. .