Deuteronomio  15 La Biblia (Serafín de Ausejo, 1975) | 23 versitos |
1 El último de cada siete años concederás remisión.
2 He aquí cómo ha de hacerse la remisión: Todo acreedor que posea una prenda por préstamo hecho a su prójimo, la soltará; no apremiará a su prójimo ni a su hermano, puesto que se ha proclamado la remisión en honor de Yahvéh.
3 Podrás apremiar al extranjero; pero tu mano hará remisión de lo que tu hermano te debe.
4 Sin embargo, no debe haber pobre alguno en medio de ti. Porque Yahvéh te bendecirá copiosamente en el país que Yahvéh, tu Dios, te da en heredad, para que lo poseas,
5 siempre que escuches la voz de Yahvéh, tu Dios, y cuides de poner por obra todos estos mandamientos que yo hoy te prescribo.
6 Cuando Yahvéh, tu Dios, te bendiga, como te ha dicho, prestarás a muchas naciones y tú no tendrás que tomar prestado de nadie; dominarás a numerosas naciones, y ellas no te dominarán a ti.
7 Si hubiere junto a ti un pobre de entre tus hermanos, dentro de cualquier ciudad tuya, en el país que Yahvéh, tu Dios, te da, no endurecerás tu corazón ni cerrarás la mano ante tu hermano necesitado,
8 sino que le abrirás generosamente tu mano y le prestarás lo que le falte para cubrir sus necesidades.
9 Guárdate de que surjan en tu corazón estos designios rastreros: Se acerca el año séptimo, el año de la remisión, y así mires con malos ojos a tu hermano pobre y no le des nada; no sea que él clame contra ti a Yahvéh y cargues con un pecado.
10 Dale con generosidad, sin que al darle se apene tu corazón; pues por esta acción te bendecirá Yahvéh, tu Dios, en todas tus obras y en todo lo que emprenda tu mano.
11 Cierto que nunca faltarán menesterosos en el país; por eso te ordeno, diciéndote: Abrirás tu mano a tu hermano, al pobre de entre los tuyos y al indigente de tu tierra.
12 Si tu hermano hebreo, hombre o mujer, se te vende, te servirá seis años, y al séptimo lo dejarás ir en libertad;
13 pero al dejarlo en libertad no lo enviarás con las manos vacías,
14 sino que le harás un generoso donativo de tu ganado menor, de tu era, de tu lagar; de aquello con que Yahvéh, tu Dios, te ha bendecido le darás.
15 Recordarás que fuiste esclavo en tierra de Egipto y que Yahvéh, tu Dios, te libertó; por eso hoy te doy yo este mandato.
16 Pero si te dice: No quiero salir de tu casa, porque te ha tomado cariño a ti y a tu casa, y le va bien contigo,
17 tomarás un punzón y perforarás su oreja contra la puerta, y será tu esclavo para siempre. Lo mismo harás con tu sierva.
18 No te pese dejarlo ir libre, porque el haberte servido seis años te ha valido el doble del salario de un jornalero; y Yahvéh, tu Dios, te bendecirá en todo lo que hagas.
19 Consagrarás a Yahvéh, tu Dios, todo primogénito macho que nazca de tu ganado mayor y menor. No trabajarás con el primogénito de tu vaca, ni esquilarás el primogénito de tu oveja.
20 Año tras año, lo comerás, tú y los tuyos, en presencia de Yahvéh, tu Dios, en el lugar que Yahvéh haya elegido.
21 Pero si es defectuoso, si es cojo o ciego o tiene alguna otra tara, no lo sacrificarás a Yahvéh, tu Dios,
22 sino que lo comerás en tu ciudad, y lo comerá el puro y el impuro, como se come la gacela y el ciervo.
23 Pero no comerás su sangre; la derramarás sobre la tierra como agua.

Patrocinio

 
 

Introducción a Deuteronomio 

No hay comentario

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento (Serafín de Ausejo, 1975)

Patrocinio

Notas