Deuteronomio  20 Nueva Biblia de Jerusalén (Desclee, 2009) | 20 versitos |
1 Cuando salgas a luchar contra tus enemigos y veas caballos, carros y un ejército más numeroso que tú, no les tengas miedo, porque está contigo Yahvé tu Dios, el que te sacó del país de Egipto.
2 Cuando estéis para entablar combate, el sacerdote se adelantará y arengará a la tropa.
3 Les dirá: «Escucha, Israel: hoy vais a entablar combate con vuestros enemigos. Que no flaquee vuestro ánimo: no tengáis miedo ni os turbéis, ni tembléis ante ellos,
4 porque es Yahvé vuestro Dios el que marcha con vosotros para pelear en favor vuestro contra vuestros enemigos y salvaros.»
5 Luego los escribas dirán a la tropa: «Quien haya edificado una casa nueva y no la haya estrenado todavía, que vuelva a su casa, no sea que muera en el combate y la estrene otro hombre.
6 «Quien haya plantado una viña y todavía no la haya disfrutado, que vuelva a su casa, no sea que muera en el combate y la disfrute otro.
7 «Quien se haya desposado con una mujer y no se haya casado aún con ella, que vuelva a su casa, no sea que muera en el combate y se case con ella otro hombre.»
8 Los escribas volverán a hablar a la tropa y le dirán: «Quien tenga miedo y sienta flaquear su ánimo, que vuelva a su casa, para que no apague el ardor de sus hermanos, como lo está el suyo.»
9 En cuanto los escribas hayan acabado de hablar a los soldados, se pondrán al frente de ellos jefes de tropa.
10 Cuando te dirijas a una ciudad con intención de asaltarla, primero le propondrás la paz.
11 Si ella te responde con la paz y te abre sus puertas, toda la gente que se encuentre en ella te deberá tributo y te servirá.
12 Pero si no hace la paz contigo y te declara la guerra, la sitiarás.
13 Yahvé tu Dios la entregará en tus manos, y pasarás a filo de espada a todos sus varones.
14 Tomarás como botín mujeres, niños y ganado, todo lo que haya en la ciudad, todos sus despojos. Y podrá alimentarte con los despojos de los enemigos que Yahvé tu Dios te ha entregado.
15 Así has de tratar a todas las ciudades que estén muy alejadas de ti, pero no a las ciudades de estas naciones.
16 En cuanto a las ciudades de estos pueblos que Yahvé tu Dios te va a dar en herencia, no dejarás nada con vida,
17 sino que las consagrarás al anatema: a hititas, amorreos, cananeos, perizitas, jivitas y jebuseos, como te ha mandado Yahvé tu Dios,
18 para que no os enseñen a imitar todas esas abominaciones que ellos cometen en honor de sus dioses. ¡Pecaríais contra Yahvé vuestro Dios!
19 Si asedias una ciudad durante mucho tiempo, combatiéndola para tomarla, no destruirás su arbolado metiendo el hacha en él, porque de él te has de alimentar. No lo talarás. ¿Es acaso un hombre el árbol del campo para que lo trates como a un sitiado?
20 Sólo podrás destruir y cortar el árbol del que sabes que no puedes comer; y podrás hacer con él obras de asedio contra esa ciudad que está en guerra contigo, hasta que caiga.

Patrocinio

 
 

Introducción a Deuteronomio 

No hay comentario

Fuente: Nueva Biblia de Jerusalén (Desclée, 1998)

Patrocinio

Notas

Deuteronomio  20,1
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Deu_1:28-29


Deuteronomio  20,3
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Deu_1:21

Deuteronomio  20,4
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Éxo_33:14; Éxo_34:9-10

Deuteronomio  20,5
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] 1Ma_3:5-6

Deuteronomio  20,7
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Deu_24:5

Deuteronomio  20,8
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Jue_7:3

Deuteronomio  20,10
REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Deu_7:1-5

NOTAS

20:10 No tenían ya estas reglas ocasión de ser aplicadas cuando fue promulgado el Deuteronomio bajo Josías; no había ya cananeos que consagrar al anatema, ver Jos_6:17+, y los israelitas habían dejado de sitiar las ciudades extranjeras. Este brote de interés por la guerra santa se debe relacionar tal vez con la renovación nacional y militar de la época de Josías.