Deuteronomio  20 Septuaginta en Español (Jünemann, 1992) | 20 versitos |
1
Leyes bélicas
Y, si salieres a guerra contra tus enemigos y vieres bridón y auriga y pueblo mayor que tú, no les temerás, porque el Señor, tu Dios, está contigo, el que te sacó de tierra de Egipto.
2 Y será, cuando os acercaseis a la guerra, llegándose el sacerdote hablará al pueblo,
3 y les dirá: «Oye, Israel: vosotros vais hoy a la guerra contra vuestros enemigos; no desmaye vuestro corazón; ni temáis, ni os abatáis, ni cedáis ante su faz;
4 que el Señor, vuestro Dios, el que va con nosotros, a guerrear con vosotros contra vuestros enemigos, para salvaros».
5 Y hablarán los escribas al pueblo, diciendo: «¿Quién es el hombre que ha edificado casa nueva y no la ha estrenado? —Vaya y vuelva a su casa, para que no muera en la guerra y otro hombre la estrene.
6 Y ¿quién es el hombre que ha plantado viña, y no ha gozado de ella? —Vaya y vuelva a su casa, para que no muera en la guerra, y otro hombre goce de ella.
7 Y ¿quién el hombre que ha desposado con mujer y no la ha tomado? —Vaya y vuelva a su casa para que no muera en la guerra y otro hombre la tome.»
8 Y seguirán los escribas hablando al pueblo y dirán: «Quién es el hombre, el tímido y desmayado de corazón? —Vaya y vuelva a su casa, para que no se desaliente el corazón de su hermano, cual su corazón.»
9 Y será: cuando terminaren los escribas de hablar, pondrán a los príncipes del ejército a ir delante del pueblo.
10 Y, si te acercares a una ciudad a atacarla, le ofrecerás la paz;
11 y será: si pacífica te responde y se te abre, todo el pueblo el que se hallare en ella, te será tributario y sumiso;
12 mas, si no te escuchare e hiciere contra ti guerra la cercarás;
13 y, cuando la entregare el Señor, tu Dios, en tus manos, percutirás todo lo masculino de ella en matanza de cuchilla,
14 salvo las mujeres y los niños, y el ganado; y todo cuanto hubiere en la ciudad y todo su botín te repartirás, y comerás el botín de tus enemigos, que el Señor, tu Dios, te da.
15 Así harás a todas las ciudades las que estuvieren muy lejos de ti; no de las ciudades de estas gentes;
16 y he aquí que de estas ciudades que el Señor, tu Dios, te da, a poseer su tierra, no cogerás vivo todo lo que alienta;
17 sino que, con anatema, los anatematizarás: al heteo, y al amorreo, y al cananeo, y al ferezeo, y al heveo y al jebuseo, del modo que te ha mandado el Señor, tu Dios;
18 a fin de que no os enseñen a hacer todas sus abominaciones, cuantas hacen a sus dioses, y pequéis delante del Señor, vuestro Dios.
19 Y si cercares una ciudad muchos días, debelándola para tomarla, no destruirás sus árboles, poniendo en ellos hierro, sino que de él comerás, y no le cortarás: ¿acaso hombre, el leño, el del campo, para venir a faz tuya, a empalizada?
20 Empero el leño que sabes que no es frutal, éste destruirás y cortarás, y construirás estacada contra la ciudad que te hiciere guerra, hasta que se rinda.


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Introducción a Deuteronomio 

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Fuente: Jünemann (1992)

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Notas