Deuteronomio  3 La Biblia (Serafín de Ausejo, 1975) | 29 versitos |
1 Volviéndonos, subimos por el camino de Basan. Og, rey de Basan, salió a nuestro encuentro, él y todo su pueblo, para darnos la batalla en Edreí.
2 Pero Yahvéh me dijo: No le temas, porque yo lo he entregado en tus manos, a él, a todo su pueblo y todo su territorio; haz con él lo que hiciste con Sijón, rey de los amorreos, que habitaba en Jesbón.
3 Yahvéh, nuestro Dios, entregó también en nuestro poder a Og, rey de Basan, y a todo su pueblo, y lo derrotamos hasta no dejar a ninguno con vida.
4 En aquel entonces nos apoderamos de todas sus ciudades. No hubo ninguna que no les arrebatásemos: sesenta ciudades, todo el territorio de Argob, dominios de Og en Basan.
5 Todas estas ciudades, fortificadas con altas murallas, con puertas y cerrojos, sin contar el gran número de ciudades abiertas,
6 las dimos al anatema, como hicimos con Sijón, rey de Jesbón. Consagramos al anatema ciudades enteras, con hombres, mujeres y niños,
7 pero nos reservamos como botín todo el ganado y los despojos de las ciudades.
8 En aquel tiempo tomamos de mano de los dos reyes de los amorreos el territorio del lado de allá del Jordán, desde el torrente Arnón hasta el monte Hermón,
9 - los de Sidón llaman Siryón al Hermón, y los amorreos le dan el nombre de Senir-:
10 todas las ciudades de la altiplanicie, todo Galaad y todo Basan hasta Salká y Edreí, ciudades del reino de Og en Basan;
11 pues Og, rey de Basan, era el único superviviente de los refaítas. Su cama, que todavía puede verse en Rabbat, de los hijos de Ammón, era de hierro, y medía nueve codos de largo y cuatro de ancho, en codos normales.
12 Ésta era la tierra de la que tomamos posesión entonces. Desde Aroer, a orillas del torrente Arnón, la mitad del macizo de Galaad, con sus ciudades, la asigné a los rubenitas y gaditas.
13 Pero el resto de Galaad y todo Basan, el reino de Og - toda la región de Argob y toda la parte de Basan se denomina país de los refaítas -, lo entregué a la media tribu de Manases.
14 Yaír, hijo de Manases, tomó la región de Argob hasta la frontera de los guesuritas y de los maakatitas, y dio su nombre a los poblados de Basan, que, todavía hoy, se llaman poblados de Yaír.
15 A Makir le di Galaad;
16 a los rubenitas y gaditas les asigné la parte comprendida desde Galaad hasta el torrente Arnón, sirviendo de límite el mismo torrente, y hasta el torrente Yabboq, que es el confín de los hijos de Ammón.
17 El Araba y el Jordán sirven de frontera, desde Kinnéret hasta el mar del Araba, que es el mar de la Sal, al pie de las vertientes del Pisgá, hacia oriente.
18 En aquel tiempo os di esta orden: Yahvéh, vuestro Dios, os da este país para que lo poseáis; vosotros, pues, todos los hombres hábiles para la guerra, pasaréis armados delante de vuestros hermanos, los hijos de Israel.
19 Solamente vuestras mujeres, vuestros pequeñuelos y vuestros ganados - yo sé que tenéis numerosos rebaños - quedarán en las ciudades que os he dado,
20 hasta que Yahvéh dé tranquila morada a vuestros hermanos, como a vosotros, y también ellos se apoderen del país que Yahvéh, vuestro Dios, les da al otro lado del Jordán. Entonces podrá volver cada uno de vosotros a la propiedad que os he dado.
21 En ese tiempo di también órdenes a Josué, diciéndole: Tus ojos han visto todo lo que Yahvéh, vuestro Dios, ha hecho con esos dos reyes; así tratará Yahvéh a todos los reinos por los que has de pasar.
22 No les temáis, porque es Yahvéh, vuestro Dios, quien combate por vosotros.
23 En aquel tiempo supliqué a Yahvéh diciéndole:
24 ¡ Señor, Yahvéh! Tú has comenzado a mostrar a tu siervo tu grandeza y tu mano poderosa; pues ¿qué dios hay en los cielos y sobre la tierra que pueda hacer obras y proezas como las tuyas?
25 Déjame, te pido, pasar y ver esa buena tierra del lado de allá del Jordán, esa bella montaña y el Líbano.
26 Pero Yahvéh, por culpa vuestra, se irritó contra mí y no me escuchó, sino que me dijo: ¡Basta ya! No me vuelvas a hablar más de eso.
27 Sube a la cumbre del Pisgá, tiende la vista hacia el poniente, hacia el norte, al mediodía y al oriente, y contémplala bien, pues no has de pasar ese Jordán.
28 Dale tus órdenes a Josué, infúndele valor y fortaleza, pues él será quien pase al frente de este pueblo y lo ponga en posesión de la tierra que ves.
29 Y nos quedamos en el valle, frente a BetPeor.

Patrocinio

 
 

Introducción a Deuteronomio 

No hay comentario

Fuente: Comentario al Nuevo Testamento (Serafín de Ausejo, 1975)

Patrocinio

Notas