II Tesalonicenses  3 Nuevo Testamento (Bover-Cantera, 1957) 4ta Edición | 18 versitos |
1 Por lo demás, rogad, hermanos, por nosotros, para que la palabra del Señor se propague rápidamente y sea acogida con honor, como lo fue entre vosotros,
2 y para que nos veamos libres de esos hombres absurdos y malvados, que no de todos es la fe.
3 Mas fiel es el Señor, el cual os fortalecerá y os preservará del malvado. *
4 Y confiamos de vosotros en el Señor que lo que os encomendamos ya lo hacéis y lo haréis.
5 Y el Señor enderece vuestros corazones hacia el amor de Dios y la firme esperanza en Cristo.
6 Os encomendamos, hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesu-Cristo. que os retraigáis de todo hermano que ande desconcertadamente y no según la tradición que recibieron de nosotros.
7 Porque vosotros mismos sabéis cómo nos habéis de imitar, por cuanto no procedimos desconcertadamente entre vosotros,
8 ni de balde comimos el pan, recibiéndolo de nadie, sino con fatiga y cansancio, trabajando noche y día para no ser cargosos a ninguno de vosotros;
9 no que no tengamos derecho, sino para darnos a vosotros como dechado que podáis imitar,
10 Y, cierto, cuando estábamos con vosotros, esto os encomendábamos: que quien no quiera trabajar, tampoco coma.
11 Porque oímos decir que algunos de vosotros andan desconcertadamente, no ocupados en ningún trabajo, sino ocupados en mariposear.
12 Pues a esos tales recomendamos y exhortamos en el Señor Jesu-Cristo que, trabajando con sosiego, coman su propio pan.
13 Y vosotros, hermanos, no remoloneéis en obrar el bien.
14 Mas si alguno no obedece a nuestra palabra transmitida por esta carta, a éste señaladle para no juntaros con él, a fin de que quede corrido;
15 y no le miréis como enemigo, sino amonestadle como hermano.
16 Y el Señor de la paz os conceda él mismo la paz en todo tiempo, bajo todo aspecto. El Señor sea con todos vosotros.
17 La salutación va de mi propia mano; PABLO; lo cual es contraseña en toda carta mía; así escribo. *
18 La gracia de nuestro Señor Jesu-Cristo sea con todos vosotros.

Patrocinio

 
 

Introducción a II Tesalonicenses 




II EPÍSTOLA A LOS TESALONICENSES

OCASIÓN DE LA EPÍSTOLA. — Tranquilizados ya los tesalonicenses de sus temores infundados acerca de la suerte, que ellos hablan creído desventajosa, de los fieles ya difuntos en el advenimiento de Cristo, en cambio se alborotaron más con la aprensión exaltada de que el día del Señor iba a venir de un momento a otro, Y llegó a tanto esa fascinación apocalíptica, que habían ya. abandonado el cuidado de atender, como cosa superflua, a las más imprescindibles necesidades de la vida. De ahí que, entregados a la ociosidad, pasaban el día vagando de casa en casa y hablando, sin duda, de la tremenda catástrofe que iba a sobrevenir. Temeroso el Apóstol de que esas extravagancias diesen al traste con la fe y la moralidad de sus impresionables neófitos, les escribe una segunda carta, en que les declara que el día del Señor no es tan inminente como ellos se imaginaban: antes han de sobrevenir dos grandes crisis: la apostasía universal y la aparición del anticristo.

DIVISIÓN DE LA EPÍSTOLA, - Se divide en tres partes, correspondientes exactamente a sus tres capítulos. En la primera, introductoria, después de dar gracias a Dios por la fe, la caridad y la constancia de los tesalonicenses, les recuerda el justo juicio de Dios, que dará a cada uno su merecido. Este recuerdo del juicio divino prepara la segunda parte, dogmática, sobre el advenimiento del Señor, precedido por la aparición del anticristo. La tercera parte, moral, contiene diversas recomendaciones, derivadas, más o menos directamente, de la doctrina antes establecida.



Fuente: Sagrada Biblia (Bover-Cantera, 1957)

Patrocinio

Notas

II Tesalonicenses  3,3

DEL MALVADO: de Satanás, príncipe del mal. Otros traducen «de (todo) mal»,


II Tesalonicenses  3,17

El objeto de esta CONTRASEÑA parece ser el evitar que nadie con cartas apócrifas pueda alborotar a los tesalonicenses.