II Tesalonicenses  3 Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011) | 18 versitos |
1 Por lo demás, hermanos, orad por nosotros, para que la palabra del Señor siga avanzando y sea glorificada, como lo fue entre vosotros,
2 y para que nos veamos libres de la gente perversa y malvada, porque la fe no es de todos.
3 El Señor, que es fiel, os dará fuerzas y os librará del Maligno.
4 En cuanto a vosotros, estamos seguros en el Señor de que ya cumplís y seguiréis cumpliendo todo lo que os hemos mandado.
5 Que el Señor dirija vuestros corazones hacia el amor de Dios y la paciencia en Cristo.
6 En nombre del Señor Jesucristo, os mandamos, hermanos, que os apartéis de todo hermano que lleve una vida desordenada y no conforme con la tradición que recibió de nosotros.
7 Ya sabéis vosotros cómo tenéis que imitar nuestro ejemplo: No vivimos entre vosotros sin trabajar,
8 no comimos de balde el pan de nadie, sino que con cansancio y fatiga, día y noche, trabajamos a fin de no ser una carga para ninguno de vosotros.
9 No porque no tuviéramos derecho, sino para daros en nosotros un modelo que imitar.
10 Además, cuando estábamos entre vosotros, os mandábamos que si alguno no quiere trabajar, que no coma.
11 Porque nos hemos enterado de que algunos viven desordenadamente, sin trabajar, antes bien metiéndose en todo.
12 A esos les mandamos y exhortamos, por el Señor Jesucristo, que trabajen con sosiego para comer su propio pan.
13 Por vuestra parte, hermanos, no os canséis de hacer el bien.
14 Si alguno no hace caso de lo que decimos en la carta, señaladlo y no tratéis con él, para que se avergüence.
15 Pero no lo consideréis como un enemigo, sino corregidlo como a un hermano.
16 Que el mismo Señor de la paz os dé la paz siempre y en todo lugar. El Señor esté con todos vosotros.
17 El saludo va de mi mano, Pablo; esta es la contraseña en toda carta; esta es mi letra.
18 La gracia de nuestro Señor Jesucristo esté con todos vosotros.

Patrocinio

 
 

Introducción a II Tesalonicenses 

2 TESALONICENSES

La redacción de 2 Tesalonicenses habría que situarla en el año 50, unos meses después de 1 Tesalonicenses. Pablo sigue en Corinto. La nueva carta dirigida a los cristianos de Tesalónica transcurre en un tono más impersonal que la primera y está dedicada casi enteramente a aclarar algunas ideas sobre la venida del Señor (parusía), a corregir falsas interpretaciones de ciertas enseñanzas del Apóstol sobre este tema, y a hacer frente, quizá, a alguna otra carta (¿perdida?) que había sido presentada como de Pablo (2Ts 2:2) y había sembrado la confusión entre aquellos cristianos.

Fuente: Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011)

Patrocinio

Notas

II Tesalonicenses  3,1-5*2:13-3:5 En relación con la espera de la venida del Señor, lo importante son las actitudes de los creyentes: fidelidad a la enseñanza recibida, oración, preocupación por la propagación del Evangelio y comunión fraterna, que se ha de traducir en el cumplimiento de las obligaciones.