I Timoteo 1 Nuevo Testamento (Bover-Cantera, 1957) 4ta Edición | 20 versitos |
1 Pablo, apóstol de Cristo Jesús, según la ordenación de Dios, nuestro Salvador, y de Cristo Jesús, esperanza nuestra,
2 a Timoteo, genuino hijo en la fe: gracia, misericordia, paz de parte de Dios Padre y de Cristo Jesús, Señor nuestro.
3 Conforme te encargué que permanecieses en Efeso, mientras yo partía para Macedonia, para que intimases a ciertos hombres que no enseñasen otras doctrinas
4 ni prestasen atención a fábulas y a genealogías interminables, cosas esas más a propósito para promover disputas que no para realizar los designios de Dios, que se apoyan en la fe, hazlo como lo dije. *
5 Mas el fin de esta intimación es la caridad, nacida de un corazón puro, y de una conciencia buena, y de una fe sincera;*
6 de las cuales cosas algunos, habiéndose desviado, se perdieron en vana palabrería,
7 pretendiendo ser doctores, de la ley, cuando no entienden ni lo que dicen ni qué es lo que tan categóricamente aseveran.
8 Sabemos, sí, que la ley es buena, con tal que uno use de ella legítimamente;
9 sabiendo esto, que no se ha puesto la ley para el justo, sino para los prevaricadores y rebeldes, impíos y pecadores, irreligiosos y profanos, parricidas y matricidas, homicidas, *
10 fornicarios, infames, secuestradores, mentirosos, perjuros, y si hay otra cosa que se oponga a la sana doctrina,
11 como lo enseña el Evangelio de la gloria del Dios bienaventurado, que me fue confiado. *
12 Doy gracias al que me dio fuerzas, a Cristo Jesús, Señor nuestro, porque me consideró digno de su confianza, poniéndome en el ministerio,
13 a mi que primero fui blasfemo y perseguidor insolente; mas hallé misericordia porque obré por ignorancia en mi infidelidad;
14 sobreabundó, empero, la gracia de nuestro Señor con la fe y caridad que está en Cristo Jesús.
15 Palabra es digna de fe y de toda aceptación: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales el primero soy yo.
16 Mas por esto alcancé misericordia, para que en mí primero mostrase Cristo Jesús toda su longanimidad, para ejemplo viviente de los que habían de creer en él para la vida eterna,
17 Al Rey de los siglos, inmortal, invisible, único Dios, honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén.
18 Este mandato le confío, hijo mío Timoteo, conforme a las profecías hechas precedentemente sobre ti, para que milites conforme a ellas la noble milicia, *
19 conservando la fe y la buena conciencia, la cual habiendo algunos desechado, naufragaron acerca de la fe;
20 de los cuales es Himeneo y también Alejandro, a quienes entregué en manos de Satanás para que aprendan a no blasfemar. *

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Introducción a I Timoteo




I EPÍSTOLA A TIMOTEO

EPÍSTOLAS PASTORALES. — Con este nombre, insinuado ya por Santo Tomás, se designan comúnmente desde mediados del siglo XVIII las dos Epístolas a Timoteo y la dirigida a Tito. Son, en efecto, instrucciones dadas por el Apóstol a sus dos discípulos para el buen gobierno de las Iglesias a ellos confiadas.

AUTENTICIDAD. — La crítica racionalista, que, una tras otra, ha ido reconociendo la autenticidad de las demás Epístolas de Pablo, se resiste todavía a reconocer el origen paulino de las pastorales. Más sin razón. Los testimonios históricos a favor de las pastorales no son menos antiguos y constantes que a favor de las otras cartas. De otro orden son los motivos aducidos contra ellas. Tres son los principales: la índole de los falsos doctores en ellas combatidos, el estado de la jerarquía eclesiástica que ellas suponen y su lengua y estilo, diferente del de las Epístolas paulinas. Pero esos motivos de negación o de duda, bien considerados, lejos de oponerse a la autenticidad, antes la corroboran. El estado de la jerarquía, en vías todavía de formación, dista radicalmente del que a principios del siglo II suponen las Epístolas de San Ignacio Mártir. Los falsos doctores, combatidos en las pastorales, nada tienen que ver con los gnósticos del siglo II, como suponen esos críticos. Por fin, las ponderadas diferencias de lenguaje se reducen casi exclusivamente a los términos o vocablos nuevos, no empleados en las otras Epístolas; fenómeno muy natural, al tratarse de materias no tratadas en las cartas anteriores. En cambio, lo que hay de más personal y característico en el lenguaje, que es la sintaxis, el desencogimiento dialéctico del pensamiento, ciertas imágenes o frases favoritas, delata la mano de Pablo.

Los FALSOS DOCTORES. — Eran judíos y judaizantes, aunque no aquellos judaizantes taimados y obstinados, desenmascarados y combatidos en las Epístolas a los Romanos, Corintios y Gálatas, sino más bien unos insulsos charlatanes, que perdían el tiempo y desvirtuaban el Evangelio con disputas acerca de la ley, con fábulas o cuentos de viejas, con genealogías interminables, con prescripciones arbitrarias referentes al uso o abstención de ciertos alimentos y a la purificación legal. El daño principal de ese charlatanismo era hacer perder el gusto a la sana doctrina del Evangelio y preparar el camino a otras propagandas propiamente heréticas, que Pablo anuncia para lo por venir.

TIMOTEO. — Nacido en Listra de Licaonia de padre gentil y de madre judía, fue convertido a la fe por Pablo durante su primera expedición apostólica. A partir de la segunda expedición le tomó el Apóstol como compañero, y desde entonces fue uno de sus más fieles y fervorosos colaboradores en la predicación del Evangelio. Libre de la primera prisión de Roma, Pablo se dirigió al Oriente con Timoteo, a quien dejó en Efeso para que en su nombre gobernase aquella iglesia. Desde allí le llamó el Apóstol a Roma durante su segunda prisión, ya próximo a sellar con su sangre el Evangelio de Cristo.

OCASIÓN Y OBJETO DE LA EPÍSTOLA. — Su ocasión fueron las propagandas malsanas antes mencionadas y otras dificultades que Timoteo había de encontrar en el fiel desempeño de su misión pastoral. Su objeto era no sólo darle instrucciones, sino además poner en su mano un documento autorizado, que Timoteo pudiera utilizar oportunamente para vencer más eficazmente las resistencias que se le opusieran.

DIVISIÓN. — Puede dividirse en dos partes: una más didáctica, oirá más parenética.



Fuente: Sagrada Biblia (Bover-Cantera, 1957)

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Notas

I Timoteo 1,4

GENEALOGÍAS INTERMINABLES: referentes a los personajes bíblicos; a no ser que preludien las syzygias de los eones .


I Timoteo 1,5

INTIMACIÓN: es la que en 1Ti_1:3 se encarga a Timoteo haga a los efesios.


I Timoteo 1,9

No dice el Apóstol que la ley no obligue a los justos, sino que no ha sido establecida y acompañada de su correspondiente sanción en atención a los justos, que ya sin la coacción de la ley obran el bien.


I Timoteo 1,11

El sentido exacto parece ser: conforme al Evangelio, que es muestra de la gloria de Dios, esto es, manifestación esplendorosa de su sabiduría, bondad y poder.


I Timoteo 1,18

PROFECÍA: no son precisamente vaticinios, sino declaraciones hechas sobre Timoteo por alguno que poseía el carisma de la profecía.


I Timoteo 1,20

HIMENEO Y ALEJANDRO: personajes desconocidos. Cf. 2Ti_2:17-18.