Apocalipsis  2 Nuevo Testamento (Bover-Cantera, 1957) 4ta Edición | 29 versitos |
1 Al ángel de la Iglesia que está en Efeso escribe: Esto dice el que tiene cogidas en su diestra las siete estrellas, el que camina en medio de los siete candelabros de oro: *
2 Sé tus obras, y tu trabajo, y tu paciencia, y que no puedes soportar a los malos, y probaste a los que se dicen apóstoles y no lo son, y los hallaste mentirosos;*
3 y tienes paciencia, y sufriste por mi nombre, y no te has rendido;
4 pero tengo contra ti, que. dejaste tu primera caridad.
5 Recuerda, pues, de dónde has caído, y arrepiéntete y haz las obras primeras; que si no, vengo a ti presto y removeré tu candelabro de su lugar, como no te arrepintieres. *
6 Esto tienes, empero, que aborreces las obras de los nicolaítas, que yo también aborrezco. *
7 Quien tenga oído, oiga qué dice el Espíritu a las Iglesias. Al que venciere le daré a comer del árbol de la vida, que está en el paraíso de mi Dios. *
8 Y al ángel de la Iglesia que está en Esmirna escribe: Esto dice el primero y el último, el que estuvo muerto y revivió:*
9 Sé tu tribulación y tu pobreza, bien que eres rico, y la blasfemia de los que se dicen ser judíos y no lo son, antes son sinagoga de Satanás. *
10 Nada temas de lo que tienes que padecer. Mirad que va el diablo a meter en prisión a algunos de vosotros, para que seáis probados, y tendréis tribulación de diez días. Permanece fiel hasta la muerte, y te daré la corona de la vida. *
11 Quien tenga oído, oiga qué dice el Espíritu a las Iglesias. El que venciere será exento de la muerte segunda. *
12 Y al ángel de la Iglesia que está en Pérgamo escribe: Esto dice el que tiene la espada de dos filos aguda:*
13 Sé dónde habitas: dónde está el trono de Satanás; y mantienes mí nombre, y no negaste mi fe aun en los días en que Antipas, testigo mío y fiel a mí, fue muerto entre vosotros, ahí donde habita Satanás. *
14 pero tengo algo contra ti, que tienes ahí quienes mantienen la doctrina de Balaán, que enseñaba a Balac a poner escándalo delante de los hijos de Israel, para que comiesen lo inmolado a los ídolos y fornicasen. *
15 Así tienes también tú quienes mantienen la doctrina de los nicolaítas de igual manera.*
16 Arrepiéntete, pues: que si no. vengo a ti presto, y pelearé con ellos con la espada de mi boca.
17 Quien tenga oído, oiga qué dice el Espíritu a las Iglesias. Al que venciere le daré del maná escondido, y le daré una piedrecilla blanca, y sobre la piedrecilla escrito un nombre nuevo, que nadie sabe sino el que lo recibe. *
18 Y al ángel de la Iglesia que está en Tiatira escribe: Esto dice el Hijo de Dios, el que tiene los ojos como llama de fuego y sus pies son semejantes al oriámbar:*
19 Sé tus obras, y tu caridad, y tu fe, y tu servicio, y tu paciencia, y tus obras postreras, superiores a las primeras.
20 Pero tengo contra ti que dejas hacer a tu mujer Jezabel, la que se dice profetisa, y enseña y seduce a mis siervos, haciéndoles fornicar y comer lo inmolado a los ídolos; *
21 y le di tiempo de arrepentirse, y no quiere arrepentirse de su fornicación.
22 Mirad que a ella la echo en la cama; y a los que con ella adulteran, en grande tribulación, como no se arrepientan de las obras aprendidas de ella;
23 y a sus hijos los haré perecer de muerte; y conocerán todas las iglesias que yo soy el que escudriño los riñones y los corazones, y os daré a cada uno conforme a vuestras obras. *
24 Mas a vosotros digo, los demás que están en Tiatira, cuantos no tienen esa doctrina, los que no conocieron las profundidades de Satanás, como dicen: no echo sobre vosotros otra carga; *
25 sólo que lo que tenéis mantenedlo, hasta que yo viniere.
26 Y al que venciere y guardare hasta el fin mis obras, le daré potestad sobre las gentes,
27 y los regirá con vara de hierro, de la manera que se quebrantan los vasos de barro,
28 cual yo también la he recibido de mi Padre; y le daré la estrella de la mañana. *
29 Quien tenga oído, oiga qué dice el Espíritu a las Iglesias. *

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Introducción a Apocalipsis 




APOCALIPSIS

DATOS HISTÓRICOS. — A fines del imperio de Domiciano (81-96), San Juan Evangelista fue relegado «a la isla de Patmos por la palabra de Dios y el testimonio Jesús» (1:9) Allí vio las visiones consignadas en el Apocalipsis, destinado a las Iglesias del Asia proconsular (1:4). SIGNIFICACIÓN. — Revelación de Jesu-Cristo: tal es el título con que Juan designa SU Apocalipsis. Jesu-Cristo es, en efecto, no sólo el autor, sino también el objeto primario y central de la revelación. Si siempre se hubiera leído el Apocalipsis puesta mira en Jesu-Cristo, no se hubiera visto un descomunal rompecabezas a lo divino una historia eclesiástica en logogrifos. En cambio, leído el Apocalipsis sensatamente, su oscuridad y misterio, lejos de robar el sol a nuestra vista, le cercarán para hacerle mas visible: en el centro brillará radiante Jesu-Cristo, victorioso y triunfador. Esta es la visión divina que flota sobre todas las nieblas del Apocalipsis. Cristo vence, Cristo reina, Cristo impera. SIMBOLISMO. — Otro principio, tan sencillo como necesario, nos preservará de fatales equivocaciones: hay que dar a los símbolos del Apocalipsis el sentido que tienen. No olvidemos que el Apocalipsis es obra de un escritor oriental, de fantasía exuberante; de un profeta, que vislumbra los destinos humanos en un horizonte de eternidad; de un vidente apocalíptico, que presencia las últimas convulsiones de las dos fuerzas antagónicas del bien y del mal; y reduciremos sus imágenes simbólicas a sus términos naturales. Nunca se insistirá bastante en la enorme alteración que sufren los hechos al ser traducidos en símbolos. Del símbolo hay que extraer la idea, que suele ser muy simple. Hay que tomar en cuenta la variabilidad de los símbolos, su elasticidad, su inconsistencia e incoherencia: un símbolo para dos ideas distintas, dos símbolos para una misma idea. En cambio, en la idea significada hay gran fijeza. Sería además error gravísimo y principio de otros lamentables errores interpretar plásticamente las fugaces y difluentes visiones del profeta. Dar precisión y fijeza de contornos a esas imágenes indecisas sería como querer traducir plásticamente en bloques de piedra las melodías infinitas de Wagner. Pintar, como hizo don Juan de Jáuregui, en el Comentario del padre Luis del Alcázar, el Hijo del hombre con una espada que sale de la boca, es confundir las esferas del arte y de la naturaleza. Más prudente es clavar la mirada en la idea luminosa que informa todos los símbolos: Cristo vencedor. SIMBOLISMO DE LOS NÚMEROS. — No fue Juan quien creó el simbolismo de los números, pero sí los utilizó como lenguaje usual en el género apocalíptico. El valor simbólico de los números no es proporcional a su valor real o matemático. Así, el 7 es símbolo de plenitud o totalidad, mientras que el 10 lo es de limitación. El 6 (= 7 - 1) representa el conato frustrado por alcanzar la plenitud. El 12 significa una cantidad normal; el 1.000, una multitud indefinida. Esta significación pasa a los múltiplos de estos números. Así 144.000 es 12 X 12 X 1.000. REALIDAD DE LAS VISIONES. — Las visiones referidas en el Apocalipsis no son una ficción literaria, como lo son en otras obras no inspiradas del mismo género, sino que presuponen visiones sobrenaturales realmente tenidas por Juan. Sobre las imágenes simbólicas con que se describen las visiones cabe controversia. Distinguiendo entre visión (o revelación) e inspiración, las imágenes simbólicas pueden concebirse de dos maneras sustancialmente distintas: objetivamente, como expresión imaginaria de la previa revelación de Dios, o subjetivamente, como imágenes previamente poseídas por el vidente, pero movidas o suscitadas por la acción de la inspiración divina. Esta segunda hipótesis parece probable, siempre que se trata de imágenes corrientes en el género apocalíptico. CICLOS O SISTEMA DE LA RECAPITULACIÓN. — La serie de las visiones apocalípticas no se ha de concebir como rectilínea, sino como cíclica; no es, por así decir, una sola película seguida o continua, sino más bien una sucesión o recambio de varias películas, en cada una de las cuales se desarrollan íntegramente unos mismos acontecimientos: con imágenes más esquemáticas en las primeras, con rasgos más realistas y completos en las últimas. Es una repetición cíclica de la misma historia, con frecuentes anticipaciones y retrocesos. Distinción en la presentación, unidad o identidad en lo representado. AUDICIÓN Y VISIÓN. — Es importantísimo para la ajustada interpretación del Apocalipsis el hecho de que Juan desdobla las representaciones en dos fases sucesivas: una acústica y otra óptica. Primero oye lo que luego ve. La natural incoherencia entre las imágenes acústicas v las, ópticas puede desorientar, y no pocas veces ha desorientado, haciendo tomar como exhibiciones objetivamente diversas lo que no es sino una doble presentación, primero acústica v luego óptica, de una misma realidad. Así, los 144.000 marcados de 7:1-8, son la misma turba celeste de 7:9-17. OTROS PROCEDIMIENTOS LITERARIOS. — Además de los indicados, conviene tener presentes otros procedimientos literarios familiares a Juan. La antítesis o contraste es constante en el Apocalipsis, con algunas particularidades singulares, como es su aparición regular en los sextos momentos del desenvolvimiento cíclico. Son también frecuentes los anuncios prolépticos de lo que ha de venir y los retrocesos cronológicos, ya antes mencionados. Son también orientadores los coros celestes, que suelen expresar el pensamiento o dianoia de las visiones. Y así de otros procedimientos análogos. VÉRTIGO APOCALÍPTICO. — Para no desorientarse es menester también tener presente la rapidez, vertiginosa con que se presenta la historia humana, presenciada desde el punto de vista divino. Semejante velocidad arrebatada no permite señalar con demasiada fijeza etapas distintas o sucesivas en el desenvolvimiento histórico de los hechos, ni menos determinar fechas. En el Apocalipsis, más que en otra parte alguna, mil años son para Dios como el día de ayer que ya pasó: un abrir y cerrar de ojos. Contrapuesta a esa fugacidad atropellada de la tragedia humana aparece la eterna inmovilidad, la imperturbable serenidad celeste, dentro de la cual Dios todo lo ve, todo lo dirige y empuja al fin que se ha propuesto. Contra esta roca de la providencia divina se estrellan y fracasan todos los conatos de la rebeldía humana o diabólica. Este enfoque divino de los acontecimientos humanos es una apremiante exhortación a que, contemplando la tierra desde eh cielo, lejos de dejarnos arrastrar por el torbellino humano; «ibi nostra sint fixa corda, ubi vera sunt gaudia». FE , ESPERANZA Y CARIDAD. — Leído así el Apocalipsis, ilumina el espíritu y vigoriza el corazón, y despierta en el alma la fe, la esperanza y el amor: la profesión de fe, que se declara impertérrita ante los cobardes adoradores de la bestia; los suspiros de la esperanza, que no desmaya en medio de la «gran tribulación»; las expansiones del amor, que atraído hacia Cristo, el Esposo divino, desdeña y abomina las seducciones de Babilonia la grande. Cristo vencedor, garantía de la fe, sostén de la esperanza, centro del amor.


Fuente: Sagrada Biblia (Bover-Cantera, 1957)

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Notas

Apocalipsis  2,1

EFESO era la ciudad más importante del Asia Menor y como la metrópoli eclesiástica. Si Pérgamo era la sede oficial del procónsul romano, Efeso era de hecho la capital. Sus varios desplazamientos, motivados por los aluviones del río Caistro, la caracterizaban como ciudad de la movilidad o instabilidad. A todo esto se alude luego en la carta.

|| LAS SIETE ESTRELLAS: símbolo de la soberanía de Cristo, en relación con la capitalidad de Efeso.

|| EN MEDIO DE LOS SIETE CANDELABROS: símbolo de la presencia espiritual de Cristo en la iglesia. Con esto se prepara la amenaza del desplazamiento moral de la capitalidad eclesiástica de Efeso.


Apocalipsis  2,1-7

En esta carta (lo mismo que en las siguientes, todas homogéneas en la estructura) se distinguen tres partes:
1) títulos de Jesu-Cristo , que habla;
2) cuerpo de la carta , que comprende tres puntos:
a) examen de conciencia;
b) recomendaciones o exhortaciones;
c) sanción o amenazas;
3) conclusión doble ; voz del Espíritu y promesas (o viceversa).

En todas ellas es notable el realismo, no sólo por la pintura exacta de su estado moral, sino también por sus numerosas alusiones históricas, topográficas, políticas, sociales y religiosas: indicio manifiesto de autenticidad.


Apocalipsis  2,2-4

El estado moral de Efeso es cierta tibieza iniciada, un integrismo inconsecuente: ortodoxia en la fe, relajación en la moral, intransigencia en el Credo , laxitud en los Mandamientos .

|| LOS QUE SE DICEN APÓSTOLES: predicadores ambulantes de doctrinas no apocalípticas.


Apocalipsis  2,5

REMOVERÉ TU CANDELABRO: se alude a los desplazamientos y desaparición de la ciudad, y se le amenaza con la pérdida de su primacía religiosa como metrópoli eclesiástica. Hoy apenas existe Efeso: no queda de ella sino la villa de Ayasoluk (corrupción del nombre Hágios Theólogos , con que los griegos designaban a Juan Evangelista, que se cree sepultado allí).


Apocalipsis  2,6

LOS NICOLAÍTAS parecen ser los mismos falsos apóstoles de que se ha hablado antes (Apo_2:2), y los que en otras cartas «mantienen la doctrina de Balaán» (Apo_2:14-15), y siguen a la falsa profetisa Jezabel (Apo_2:20-24). Por lo que toca al nombre de NICOLAÍTAS, nada cierto se sabe. Algunos supusieron que eran seguidores de Nicolao, uno de los primeros siete diáconos (Hch_6:5); otros, que eran unos falsarios que abusaban del nombre del diácono; otros piensan que se trata de otro; Nicolao, discípulo tal vez de Simón Mago; ni faltan quienes supongan que «Nicolao» es un nombre simbólico, traducción del nombre hebreo «Balaán».


Apocalipsis  2,7

DEL ÁRBOL DE LA VIDA: probable alusión al árbol sagrado que en las monedas de Efeso se ve junto a Artemis, la gran diosa de Efeso. En cuanto a la significación real, EL ÁRBOL DE LA VIDA, QUE ESTÁ EN EL PARAÍSO celeste, es símbolo de la eterna bienaventuranza y tal vez también de la Eucaristía.


Apocalipsis  2,8

El ÁNGEL u obispo de esta Iglesia era tal vez San Policarpo, que poco después del año 107 escribía su carta a los Filipenses y murió muy anciano en 156.

|| Esmirna era llamada la «joya» o «ídolo del Asia» por su belleza, y la «fiel» o «leal» por su constante fidelidad a Roma. Destruida el siglo VI a. de C, resucitada poco después, para ser una de las ciudades más florecientes de Asia.

|| EL QUE ESTUVO MUERTO Y REVIVIÓ: probable alusión a la reconstrucción o resurrección de Esmirna.


Apocalipsis  2,9

LOS JUDÍOS fueron medio siglo más tarde los que azuzaron al pueblo para que pidiese la muerte de San Policarpo.


Apocalipsis  2,10

DIEZ DÍAS: es decir, pocos, que se podrán contar con los dedos de la mano.

|| FIEL: delicada alusión al título de «Esmirna la leal», otorgado por Roma.

|| LA CORONA: doble alusión a los certámenes gímnicos y a la famosa «corona de edificios», que literalmente coronaba la hermosa ciudad.

|| VIDA: contrapuesta a MUERTE, es la nota dominante de la carta. Esmirna era la ciudad de la vida y del fervor espiritual en medio de la pobreza y de las persecuciones.


Apocalipsis  2,11

LA MUERTE SEGUNDA es la eterna condenación (Apo_20:6; Apo_20:14; Apo_21:8).


Apocalipsis  2,12

PÉRGAMO: antigua capital del reino de los Attálidas, actualmente sede del procónsul de la provincia del Asia, era, políticamente, la ciudad regia, la ciudad de la autoridad; moralmente, la ciudad de las componendas o de la connivencia.


Apocalipsis  2,13

EL TRONO DE SATANÁS: lo era por ser centro del paganismo, en que se daba culto a los «muchos dioses y muchos señores, los del cielo y los de la tierra» (1Co_8:5): a Zeus, a Esculapio, a Dioniso, a Roma, al Augusto. Y a los cultos oficiales o populares se asociaban los más abominables misterios , con sus ribetes profeticos .

|| ANTIPAS: en Pérgamo se iniciaron las persecuciones contra los cristianos del Asia.


Apocalipsis  2,14

Esos discípulos de BALAÁN contemporizaban con los cultos de Esculapio y de Dioniso, tomando parte en los banquetes idolátricos y en las fornicaciones rituales.


Apocalipsis  2,15

Los discípulos de Balaán se identificaban con los NICOLAÍTAS, cuya DOCTRINA era un sincretismo religioso con pretensiones de profetismo.


Apocalipsis  2,17

MANÁ ESCONDIDO: contrapuesto a los banquetes sagrados de los iniciados en los misterios paganos.

|| PIEDRECILLA BLANCA…NOMBRE NUEVO: alusiones a las prácticas rituales de los misterios . En Pérgamo, Elio Arístides (s.II) dice haber recibido de Esculapio el nombre nuevo de Teodoro y un emblema u objeto simbólico.


Apocalipsis  2,18

TIATIRA: ciudad fronteriza de la Lidia, débil por su posición natural, pero convertida en fortaleza militar. Es, moralmente, la debilidad convertida en fuerza, la ciudad del progreso espiritual, aunque con una minoría relajada, con la cual se usa excesiva indulgencia. Florecían en Tiatira numerosas industrias, entre ellas la fundición de metales. Es posible se fabricase en ella el ORIÁMBAR ( khalco-líbano ), con cuyo brillo se comparan los pies del Hijo de Dios.


Apocalipsis  2,20

DEJAS HACER A TU MUJER: la autenticidad del pronombre TÚ se recomienda por su documentación y por su misma dificultad. El sentido puede ser: Como Acab condescendía con su mujer Jezabel (1Re_16:31; 1Re_21:5-7), así tú DEJAS HACER A esa MUJER, que viene a ser TU JEZABEL. Esta explicación no supone que esa falsa PROFETISA fuese la mujer del obispo; aunque tampoco es imposible que lo fuera.

|| SE DICE PROFETISA: tal vez esa nueva Jezabel quería remedar a la Sibila oriental del Sambatheion , santuario pagano de Tiatira. Las doctrinas y las prácticas de esa PROFETISA coincidían con las de los nicolaítas.


Apocalipsis  2,23

EL QUE ESCUDRIÑO: guarda conexión con los «ojos como llama de fuego» (Apo_2:18).


Apocalipsis  2,24

LAS PROFUNDIDADES DE SATANÁS: este calificativo de la DOCTRINA de Jezabel parece dado por los fieles contrarios a ella.


Apocalipsis  2,28

LA ESTRELLA DE LA MAÑANA: es el mismo Jesu-Cristo (Apo_22:16).


Apocalipsis  2,29

La voz del ESPÍRITU, que en las tres cartas anteriores precedía a la promesa, en esta y en las tres siguientes se le pospone.